¿Quién es Marshall Vian Summers?

Marshall Vian Summers

Marshall Vian Summers es el Mensajero del Nuevo Mensaje de Dios. Durante más de tres décadas ha sido el receptor de una vasta Nueva Revelación, dada para preparar a la humanidad para gran cambio económico, social y medioambiental que está llegando al mundo y para la emergencia de la humanidad a un universo de vida inteligente.

En el otoño de 1981, con 32 años, Marshall Vian Summers tuvo un encuentro directo con la Asamblea Angélica que vela sobre el mundo. Este encuentro cambió para siempre el curso de su vida y le inició a una relación más profunda con la Asamblea, requiriendo que rindiera su vida a Dios. Y así comenzó el largo y misterioso proceso de recibir el Nuevo Mensaje de Dios para la humanidad.

Posteriormente a esta misteriosa iniciación, con 33 años de edad, tuvo un segundo encuentro con la Asamblea Angélica en el que se le instruyó que comenzara a recibir y “grabar” su Mensaje para el mundo.

En las décadas desde entonces, se ha ido desplegando una vasta Revelación para la humanidad, a veces de manera lenta y a veces en grandes torrentes. Durante muchos de estos largos años, él tuvo que proceder con el apoyo de solo unos pocos individuos, sin saber lo que esta creciente Revelación significaría y dónde llevaría en última instancia.

Durante gran parte del año, Marshall reside en las Montañas Rocosas de los Estados Unidos, donde vive en relativo aislamiento y asistido por su familia y los miembros de la Society for the New Message (“Sociedad para el Nuevo Mensaje”). Es allí donde prosigue su misión de recibir, preparar y presentar el Nuevo Mensaje de Dios al mundo.

En raras ocasiones, Marshall es dirigido por la Fuente del Nuevo Mensaje a viajar a ciertos lugares del mundo (ver Viajes) para recibir la Revelación de Dios para ese tiempo y lugar y revelar la verdad más profunda contenida en el Nuevo Mensaje de Dios en los encuentros especiales de la Comunidad Global (véase Eventos – en inglés).

El Mensajero ha recorrido un largo y difícil camino para recibir y presentar la mayor Revelación que se ha dado nunca a la familia humana. Todavía hoy la Voz de la Revelación continúa fluyendo a través suya mientras él encara el gran desafío de traer la Nueva Revelación de Dios a un mundo dividido y lleno de problemas.