El placer


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 10 de marzo de 1992
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Pleasure

Audio original no disponible.

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.



Wisdom from the Greater Community, volume 2
Volumen 5 > Sabiduría de la Comunidad Mayor Volumen 2 > Capítulo 3

Nuestro placer es grande y Nuestros dolores pequeños. Tus placeres son pequeños y tus dolores grandes.

El placer está en el punto focal de la mente de la mayoría de las personas. Este requiere atención. Al igual que las posesiones, el placer es algo que domina la conciencia, el tiempo y la energía de las personas. Al igual que las posesiones, el placer es algo que puede ser malo. De nuevo, debes mirar lo que es el placer y dónde trazas los límites que determinan si participas en algo que es verdaderamente placentero o si no lo haces.

Es un placer para Nosotros hablar y transmitirte un mayor cuerpo de Conocimiento, así como una perspectiva de la Comunidad Mayor, que tú y tu raza necesitarán para progresar. Nuestro placer en esto nace del hecho de que se te está dando un regalo a través de nosotros. Este es el mayor placer. Este es el placer que no tiene límites y no se agota. Es un placer que puede transmitirse y resonar a través de muchas mentes. Por eso, a medida que es transmitido, crece en lugar de disminuir. Es un placer nacido del Conocimiento. Se amplifica a sí mismo. Es un placer diferente a cualquier otro placer que puedas encontrar.

Todos los demás placeres se debilitan una vez que son transmitidos. Ellos disminuyen. Como un guijarro tirado en una piscina, el efecto ondulante se debilita y se debilita a medida que se extiende. El placer de que hablamos, sin embargo, tiene el efecto inverso. Es más como plantar semillas. A medida que estas semillas arraigan en las mentes que son fértiles, con el deseo del Conocimiento y el reconocimiento de la necesidad del Conocimiento, crecen y florecen allí para dar fruto, esparciendo de nuevo sus semillas a nuevas mentes que son fértiles para el Conocimiento. Ellas a su vez dan fruto, y así sucesivamente. Por lo tanto, este mayor placer se propaga y produce cada vez frutos mayores, a medida que se da y se recibe.

Pero ¿qué pasa con los placeres del mundo y con las miríadas de actividades que se emprenden para adquirirlos, guardarlos y evitar su disipación? ¿Qué pasa con ellos? Claramente, dado los excesos que ves a tu alrededor, la búsqueda del placer puede ser vista como totalmente destructiva y degradante. Ejemplos de esto son tan comunes y toman tantas formas que apenas necesitas mirar la vida humana a tu alrededor para ver sus muchas expresiones. Entonces, ¿te dices a ti mismo: “Evitaré el placer completamente”? El problema con este enfoque es que lo haces por placer. Aquí simplemente estás cambiando tu vía o tu tipo de intento de placer. Si renunciar al placer es un placer, ¿cómo renuncias al placer? ¿El placer es sólo una evitación del dolor? Si es así, el dolor acudirá y te seguirá como una sombra, porque el placer y el dolor están muy asociados. Por eso, si buscas el placer de evitar el dolor, produces más dolor, lo cual requiere más intentos de placer, lo que produce más dolor, y así sucesivamente. ¿Está el placer siempre asociado con el dolor?

Estas son todas preguntas muy importantes a considerar. Tu base para considerarlas es hacer un balance de tu vida y evaluar tu inversión en el placer y lo que te está costando. Esta evaluación sólo puede tener lugar cuando puedes ver las cosas y revisar tu propia experiencia de forma objetiva. Los deseos, las fantasías y las filosofías relativas a la adquisición del placer están siempre presentes, tan inflados y tan subjetivos, que es muy difícil obtener algún tipo de valoración honesta. Sin embargo, tu experiencia no te traicionará si eres capaz de interpretarla correctamente, lo cual puedes hacer si tu deseo de verdad es fuerte y si estás dispuesto a revisar o reevaluar cualquier cosa que sea necesaria, incluso si es doloroso hacerlo. El dolor de la reevaluación no es tan grande como el dolor de la evitación. El dolor del reconocimiento es mínimo, comparado con el dolor de buscar sustitutos, o de intentar perderse en búsquedas que sólo pueden enmascarar u ocultar tus necesidades más profundas y el sufrimiento que resulta de su negación.

Entonces, ¿cuáles son los criterios para determinar qué placeres valen la pena y cuáles no? Permítenos darte una idea a considerar, ya que debes considerar ideas. Las respuestas simples nunca pueden satisfacer esta pregunta. Te damos una invitación para el estudio y la contemplación, la evaluación y la reevaluación. Estas son respuestas que significan algo porque te llevan a alguna parte. No se limitan a tranquilizarte. En realidad te llevan a un nuevo ámbito de entendimiento. Respecto a cualquier placer que encuentres atractivo y estés pensando en perseguir, considera el coste involucrado. Esto es particularmente importante respecto a los placeres en el mundo, que constituyen la mayoría de los placeres en los que puedes pensar. Hablaremos de ellos y luego hablaremos del placer del Conocimiento, que es muy diferente de los placeres del mundo.

Al igual que las posesiones, necesitas algunos placeres en el mundo. Ya se trate de poseer cosas, ideas o relaciones, necesitas algunas de ellas. Pero, necesitan ser importantes. Tienen que darte algo de valor real, y el valor que producen debe ser mayor que tu inversión en ellos. Esto es válido para cualquier tipo de placer que te resulte atractivo o que desees perseguir. Teniendo en cuenta la inversión de tiempo y energía —que incluye dinero, por supuesto, porque este representa tiempo y energía—, ¿cuánto te da ese placer? ¿Cuán grandes son sus frutos? El placer es una inversión. ¿Qué produce? Una evaluación honesta de tu propia experiencia te proporcionará pautas genuinas para esto, al igual que las inspiraciones del Conocimiento dentro de ti, las cuales tratarán de involucrarte en aquellas actividades que son más beneficiosas, abandonando a todas las demás que simplemente te roban tu tiempo, energía y atención.

Los placeres simples son valiosos si la inversión en ellos no es demasiado grande y si producen algo de valor real. Déjanos darte un ejemplo. Puede ser un gran placer estar junto a un hermoso río mientras pasa de largo. Este es un placer simple, pequeño en comparación con el placer del Conocimiento, pero genuino sin embargo. Pero si debes viajar por medio mundo para tener esta experiencia, entonces la inversión en este placer simple, momentáneo es claramente inadecuada. Sin embargo, las personas viajan por  medio mundo para observar alguna característica natural o ver algún espectáculo para tener un momento placentero. Su recompensa es muy pequeña en comparación con su gran inversión.

La mayoría de los placeres que son perjudiciales para las personas son perjudiciales porque la inversión es grande y la recompensa es muy pequeña. En muchos casos, no hay ninguna recompensa. Sólo hay inversión y reinversión. Aquí tenemos, respecto al placer, el contraste entre la fantasía y la experiencia real. ¿Cuántas veces has sido decepcionado por la experiencia real de algo porque la anticipación fue muy grande y exagerada, y porque habías invertido mucho? Entonces la experiencia real vino, y realmente no era tan buena después de todo. Observa a los niños pequeños en Navidad, cómo su anticipación y sus expectativas son muy grandes. La inversión de tiempo, energía y atención es muy grande, pero después que son desempaquetados todos los regalos, hay decepción. La inversión es grande. La recompensa es pequeña. Considera cuántas veces te sentiste decepcionado por las cosas que habías esperado que serían maravillosas y magníficas. ¿Por qué hay decepción? Porque la inversión fue grande y la recompensa fue pequeña. Recuerda las experiencias en las que has hecho una inversión de ti mismo y no hubo recompensa alguna.

A menudo, el costo de perseguir un placer no se puede contabilizar al principio, porque cuando la búsqueda te roba de tu conciencia de ti mismo, de tu interacción con la vida y de tu apreciación de tu propia existencia, un precio tan grande pasa desapercibido. Sin embargo, las personas lo pagan porque están deprimidas y enojadas, y carecen de valor y significado en sus vidas. Ellas están pagando el precio todo el tiempo. A menudo asocian su sufrimiento con otras cosas, por lo que buscan mayores placeres, que exijen grandes precios, y su dilema y depresión se hacen más profundos. De hecho, su depresión puede llegar a ser tan profunda, que es como una celda oscura sin ventanas donde ninguna luz puede penetrar.

Las altas expectativas y las grandes decepciones pueden dominar la vida de una persona. La expectativa del romance en una relación exige un precio exorbitante, tanto inmediatamente en términos de tiempo, energía y atención, como a largo plazo. Las personas pierden mucho por esta búsqueda y que poca es su recompensa —unos breves momentos de placer inflado, de auto-abandono, o unos breves momentos de sensación física, ninguno de los cuales puede mantenerse por mucho tiempo—. La realidad de una relación puede parecer muy deprimente en contraste con la emoción del romance. Esto es porque las personas invierten en el romance y no en la relación. Si inviertes mucho en algo que rinde muy poco, sufrirás y tu dolor será grande. Si inviertes en algo que puede rendir mucho, tiene valor duradero y crecerá como resultado de tu participación, entonces tus dolores serán pequeños y tu inversión será buena.

La pregunta entonces no es, “¿Qué debo hacer para ser feliz?” La pregunta puede ser expresada de una manera diferente. Considera otra pregunta, por ejemplo, “¿Dónde puedo invertirme que produzca los mejores resultados para mí y para los demás?” Esta es una pregunta mucho más objetiva, ya que requiere una evaluación basada en tu propia experiencia. Si la evaluación se basa sólo en tus expectativas, no tendrás ninguna base para la evaluación. Las expectativas son una esperanza basada en la decepción. ¿Cómo puede ser esto una evaluación honesta? Pero si te preguntas: “¿Cómo puedo invertirme de tal manera que produzca los mejores resultados o el mayor valor para mí y para otras personas?”, Esta te orientará más hacia un enfoque objetivo que si sólo preguntas: “¿Cómo puedo hacerme feliz?” Si no sabes cómo hacerte feliz, tu enfoque será mucho más subjetivo y estará cargado de grandes expectativas. Con este enfoque es más difícil obtener una evaluación honesta.

La inversión es en términos de tiempo, energía y conciencia. Quieres que tu recompensa te dé mayor conciencia, mayor afinidad con la vida y un mayor sentido de tu valor y propósito en el mundo —no el valor y el propósito que inventas para tus propios placeres, sino el valor y el propósito que son intrínsecos a tu presencia aquí—. Este valor no puede agotarse. No te dejará y sólo crecerá a medida que dediques más atención, tiempo y energía a su expresión y experiencia. Nuestro placer es grande y Nuestros dolores pequeños. Tus placeres son pequeños y tus dolores grandes. Es una cuestión de inversión y valoración. La preparación en el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor invierte esa tendencia. Va en contra de los caminos del mundo y establece un nuevo ejemplo para el desarrollo y el logro humano.

Ahora, permíteme presentarte otra idea respecto al placer. Se relaciona con la idea de que el verdadero valor ofrece una recompensa que crece y produce beneficios para ti y para otros. El verdadero placer está asociado con el logro. No puedes escapar de esto. Es un hecho. Valoras las cosas porque ellas son útiles para el propósito que tienes. Si algo tiene valor de acuerdo con tu propósito, tal como lo entiendas, lo valorarás. Incluso si tu propósito es falso y engañoso, lo valorarás de todos modos. Por eso, el valor y el placer están altamente asociados. No puedes separarlos. Si algo no sirve a un propósito que valoras, entonces no producirá placer para ti. No será muy valorado, incluso si produce sensaciones felices y un respiro momentáneo del estrés de estar en el mundo. Algo que es muy valorado produce un tipo de placer más profundo porque afirma la vida. Si el valor es genuino y si el propósito con el que está asociado es genuino, producirá un valor mayor y más duradero.

Por ejemplo, recuerda en tu vida esos breves momentos o interludios en los que has experimentado tu propio valor, no de una manera autocomplaciente, sino de una forma genuina. A pesar de tus esfuerzos o de tu negación, experimentaste tu propio valor —un momento de experimentar afinidad con la vida—. El valor de estas experiencias es muy grande en contraste con todas las otras experiencias que se destacan en tu memoria, como nítidos puntos de luz contra un fondo de espacio vacío. Al igual que los cielos sobre ti, son brillantes en contraste con el nivel mundano de experiencia. Ellas eclipsan todos los placeres momentáneos que has acumulado con el tiempo. Ellas, en su expresión momentánea, dan más valor que años y años de intentar obtener valor de otras cosas. La inversión en ellas fue pequeña. La recompensa es grande y se expande.

Por eso, el camino de la verdadera realización te reinvierte en cosas que producen un gran valor para ti y para otros. Aquí tu acercamiento debe trascender tus propios deseos y necesidades personales, porque si tu búsqueda es egoísta, no puede producir mayores recompensas. Se identifica con pequeñas cosas y pequeños placeres que exigen grandes precios, tanto inmediatamente como residualmente en el tiempo. Oscurecen tu vida, proyectan nubes sobre tu mente y obstruyen las mayores posibilidades que esperan por ti.

¿Cómo sabes si un placer es grande o pequeño? Tu experiencia te lo dirá si eres capaz de verlo honestamente con la voluntad de cambiar o reajustar cosas en tu vida. El Conocimiento aquí es el barómetro. Incluso si no estás seguro de lo que es el Conocimiento, no obstante te sientes atraído hacia ciertas cosas y te resistes a otras cosas. Puedes resistirte al Conocimiento y sentirte atraído hacia cosas que no tienen ningún valor, pero esto sucede en la superficie de tu mente. Tus sentimientos más profundos y experiencias más profundas siempre te orientarán en una verdadera dirección. Incluso si malinterpretas la dirección, incluso si te resistes a ir allí, tu naturaleza más profunda te llevará hacia lo que es más beneficioso para ti. Sentirás un mayor placer mientras te mueves en esa dirección, y una mayor confusión, ira y decepción a medida que te alejas de ella.

Verás, debajo de todos tus deseos e intentos de autogratificación tienes un dispositivo natural de localización dentro de ti que te lleva hacia aquellos individuos, experiencias e involucraciones que son esenciales para tu desarrollo. Estas cosas producen mayores recompensas. Cualesquiera que sean las dificultades que encuentres para perseguirlas, esas dificultades son pequeñas en contraste con las recompensas que producen. A medida que te acercas a estas cosas, necesitarás mantener la fe porque todavía no has experimentado las recompensas en sí mismas, y a veces la inversión puede parecer demasiado grande o demasiado pesada. De hecho, es muy pequeña. Debes descubrirlo a través de la experiencia. Esto requiere tiempo y fe. Por eso, te dices a ti mismo: “Seguir en esta dirección es muy difícil, pero tengo la sensación de que dará algo de gran valor. No puedo decirte cómo será, pero debo seguirlo porque sé que debo hacerlo”.

Recuerda, sólo el Conocimiento te llevará al Conocimiento. Otros motivos se revelarán y estos deberán ser alterados o abandonados. El Conocimiento te llevará al Conocimiento. Un sentido del verdadero valor te llevará a las cosas de verdadero valor. Un sentido de mayor placer te llevará a cosas que producen mayor placer. Todas ellas te alejan de las otras muchas cosas que sólo pueden simular el mayor significado que sólo un mayor placer y un mayor valor pueden rendir. Aquí sales de la situación aparentemente sin esperanza en la que la humanidad está atascada.

A veces el camino parece solitario e incierto, pero algo en ti te está guiando hacia adelante. Aquí tienes que seguir una llamada mayor, una llamada que no puedes entender, una llamada que aún no has aprendido a apreciar, una llamada cuyas pruebas y tribulaciones, aunque aparentemente grandes en el momento, son de hecho pequeñas en comparación con las mayores recompensas que te esperan. ¿Cómo puedes estar seguro de que estás haciendo lo correcto? ¿Cómo puedes estar seguro? Sólo puedes estar seguro porque sabes que debes proceder. Este saber viene de lo profundo de ti. No sucede en el reino de tu personalidad. No es una compulsión. No es una necesidad personal violenta o persistente. Es algo más grande dentro de ti.

A medida que abandones los pequeños placeres y las cosas que no son placenteras, encontrarás que habrá un vacío en tu vida. Permite que el vacío esté ahí. No lo llenes con cosas nuevas. Parte de tu vida siempre debe estar vacía. Esto crea un efecto de vacío, permitiendo que las mayores experiencias lleguen a ti, permitiendo que tus límites sean expandidos, permitiéndote avanzar y desarrollar tus verdaderas capacidades. Los pequeños placeres llenan la mente por completo, por lo que no hay espacio para que entre nada. Los grandes placeres siempre crean más espacio, por lo que siempre hay espacio para nuevas experiencias y para profundizar en la comprensión del significado de tu vida.

Estudiar el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor es reorientarte hacia el verdadero significado de tu vida. Tomarás muchos pequeños pasos a lo largo del camino a medida que avanzas. Tus otros motivos y tus otros apegos serán fuertemente contrastados, de modo que puedas percibirlos en una forma más objetiva. Esto requiere fe, porque aquí te estás alejando de cosas que antes creías de gran valor, y te estás moviendo en una dirección que aún no puedes justificar. Vas allí porque algo en ti te está diciendo que debes hacerlo.

Sólo puedes encontrar las recompensas lográndolas, porque las recompensas se basan en el logro. Con un placer momentáneo, no hay logro; sólo hay un gran precio por un momento de satisfacción, un momento de autoabandono o un momento de deleite. Sólo tienes que mirar la condición humana a tu alrededor y en tu propia vida para ver la demostración completa de esto.

Si buscas un gran placer, entonces busca un gran valor. Invierte en lo que da una mayor recompensa. ¿Cómo sabes de qué se trata? Lo demuestran las necesidades del mundo y tu propia necesidad interna. Las personas van por ahí diciendo, “¿Quién soy yo? ¿Qué debo hacer en mi vida? No sé qué hacer”. Ellas se están viendo a sí mismas personalmente. Si miras al mundo, el mundo te necesita. Necesita talento, capacidad y contribución. Necesita relaciones genuinas. Necesita inversión. El mundo, si es atendido, llamará eso de ti, y finalmente encontrarás el medio de expresión y de contribución que te corresponde.

Esto te invierte en lo que produce un mayor valor y un mayor placer. Aquí el placer es una profunda satisfacción y confirmación de tu vida. Pero trasciende incluso esta definición, ya que tiene un efecto resonante dentro de ti y, también, más allá de ti. Por eso, no te mires personalmente a ti mismo y digas: “Bueno, ¿qué quiero y cómo esto me hará feliz?” Mira el mundo y pregunta: “¿Qué necesita el mundo y qué puedo dar?” Dentro de tu mente personal, no entenderás tu propio significado, y no reconocerás el mayor llamado para que des tus contribuciones. Pero el mundo demuestra esto. Cuando la necesidad externa y tu necesidad interior convergen y se unen, entonces serás capaz de reconocer el camino que debes seguir.

Una vida verdadera extrae el 100% de la energía de una persona, pero lo hace gradualmente, porque la persona no es todavía capaz de dar el 100%, incluso si ella considera que hacer esto es algo valioso. Poco a poco, tu inversión se profundizará y las recompensas serán mayores. Esto te alejará de otras actividades e intereses que rinden muy poco y requieren una gran inversión. Sólo aquellos pequeños placeres que requieren una pequeña inversión podrán sobrevivir. Pueden tener un papel valioso que desempeñar. Todavía es un placer mirar las estrellas, o estar junto al arroyo, o disfrutar de tu jardín, o disfrutar de algo que haces que sea placentero. La recompensa es pequeña, pero no ha tomado el lugar de tu mayor búsqueda en la vida.

Seguir el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor, reajusta todas las cosas para que puedas dedicarte a grandes valores y grandes recompensas, y sin embargo tener esos pequeños placeres que son necesarios para tu conveniencia momentánea y tu valor personal. No hay conflicto aquí. Pero pasar de una vida de pequeño placer y gran inversión, a una vida de gran placer y pequeña inversión representa un completo cambio. Este cambio debe llevarse a cabo gradualmente. Dentro de él hay un tremendo período de reevaluación y rededicación que afectará a todos los aspectos de tu vida y a todo lo que valoras o aprecias. Esto a veces es muy confuso, porque ya no te identificas con las cosas que antes eran placenteras para ti, pero no sabes lo que ocupará su lugar. Si eres sabio, no intentarás reemplazarlas, sino que permitirás que el cambio de enfoque y dirección de tu vida te ilustre el mayor valor que te espera.

Esto es pasar de la pobreza a la riqueza, porque la riqueza es invertir en aquello que produce el mayor beneficio para ti y para los demás. La pobreza es invertir mucho en cosas que producen poco o ningún placer o valor. La riqueza y la pobreza no tienen que ver con lo grande que es tu casa, el tipo de automóvil que conduces, la cantidad de dinero que tienes en tu bolsillo o el aspecto de tu vestuario. La riqueza y la pobreza son aquí muy diferentes. Bajo esta luz diferente, los ricos parecen pobres y a menudo los pobres parecen ricos. Esto, entonces, te da un verdadero punto de referencia con el que medir el valor en el mundo. Una vez más, tu vida es parte de la demostración, y la demostración se está llevando a cabo a tu alrededor. Aquí verás una inversión muy grande en cosas que rinden poco o ningún valor, y exigen un precio enorme. Mira, escucha y observa, pero no llegues aun a conclusiones porque hay más que mirar y observar.

Deseamos compartir contigo el mayor placer que Nosotros experimentamos al mantener vivo el Conocimiento en el mundo, y al reforzar el Conocimiento dentro de ti. Nuestra presencia, por tanto, proporciona un contraste. Esta Enseñanza proporciona un contraste. El contraste es necesario para que puedas discernir lo que es significativo de lo que no lo es. Este discernimiento es necesario para que puedas reevaluar tu vida y establecerte en una nueva dirección, nacida de tu verdadera necesidad interior y de las necesidades del mundo. Esto produce, casi inmediatamente, un placer mayor porque confirma el significado de tu vida. Aquí no es necesario que te engañes para tener lo que quieres. Esto proporciona un alivio inmediato y a largo plazo. Es una afirmación de la vida. Aquí el valor que buscas no es solo para ti, ya que trasciende tus necesidades personales. Aquí el enfoque está en dar y no en tomar de la vida, y por eso las recompensas son mucho mayores.

Por tanto, revisa tu propia inversión en el placer. Detalla las cosas que estás intentando adquirir o asegurar para ti. Mira la inversión. Mira la recompensa. Pregúntate, “¿Es esta recompensa digna de la inversión?” No te engañes a ti mismo pensando que puedes eludir la inversión. Todo tiene un precio. Todas las recompensas, todo el valor y todos los logros requieren una inversión. Algunas personas están muy invertidas en la confusión para no tener que comprometerse con nada. Para ellas, el compromiso con el dolor y la confusión es una especie de alivio, aunque no produce ningún valor. Aquí el énfasis necesita moverse de la supervivencia al logro, lo cual es una revolución que tiene lugar dentro de la mente.

Mientras el mundo te enseña qué no valorar, tu Conocimiento y la vida ejemplar de ciertos individuos proveen un contraste. El estudio del Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor proporciona un contraste. Una vez que reconoces el contraste, no tendrás ninguna duda de qué camino elegir. Una vez que las opciones para ti son claras, y puedes verlas como realmente son, no hay opción alguna. Cuando decimos que la libertad no es elección, no significa que no haya elección. Simplemente significa que la elección es tan obvia que es como si no hubiera ninguna opción posible.

Cuando estás intentando elegir entre dos cosas atractivas y no puedes decidir, entonces aún no has llegado a reconocer la inversión y la recompensa. A menudo las personas están atascadas porque están intentando elegir entre dos cosas, ninguna de las cuales es el camino a seguir, y así van y vienen, adelante y atrás, intentando sopesar los beneficios y las obligaciones y demás. No pueden avanzar haciendo esto.

Si deseas saber cuál es el valor real y cómo puede lograrse, aprende y asóciate con personas que lo están demostrando en el mundo. No puedes encontrarlo por tu cuenta. Conviértete en un estudiante del Conocimiento si deseas tenerlo. No puedes hacerlo de otra manera. No puede comprarse con dinero. No puede aprenderse con ideas simples. Debes desarrollar una capacidad para él, un deseo por él, y aprender a recibirlo y aplicarlo sabiamente. Esto es invertir en el mayor placer, que es el mayor logro.