La religión como educación


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 9 de diciembre de 1988
en Estados Unidos

Texto original: Religion as Education

Escucha el audio original aquí (en inglés): no disponible online

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Wisdom from the Greater community, volume 1
Volumen 5 > Sabiduría de la Comunidad Mayor Volumen 1 > Capítulo 34

Tu educación no es para ti. Es para el mundo.

Voy a tratar el tema de la religión con un enfoque particular —como un ámbito de la educación más que como un sistema de creencias o un conjunto de ideas o expectativas esperanzadoras—. Como educación, la religión requiere la introducción de nuevas ideas, y su aplicación a situaciones de la vida real, y la adopción de ciertas prácticas para el desarrollo personal.

En la educación, mantienes metas para tu propio desarrollo y para su posible uso en el futuro. Pero, cuando las personas piensan en la religión, a menudo no piensan en la educación. Piensan en adoptar, defender o luchar contra las creencias. No deseamos tratar la religión de esta manera. Dicho de manera simple, la religión es una práctica. Es lo que usas para desarrollarte y mejorarte a ti mismo y a este mundo que te rodea.

Por eso, dejemos atrás las conjeturas y los argumentos, y observemos lo que puede hacer por ti y lo que tú puedes hacer por los demás. Nuestra Enseñanza es de naturaleza religiosa porque trata de aplicar una verdad mayor al mundo. ¿Qué es una verdad mayor? Una verdad mayor es algo que las personas no inventan para sí mismas, para su tranquilidad personal, comodidad o por cualquier otra razón. Es algo inherente dentro de las personas. Ellas optan por reconocerla o no, por usarla o no.

Las personas experimentan e interpretan la verdad de diferentes formas, pero la verdad está más allá de la interpretación. Lo que las personas piensan que es su experiencia de la verdad es su interpretación de la verdad. La verdad siempre te invita a ir más allá de tus ideales y tu filosofía. Como una gran atracción que está más allá de tu propia comprensión, te sigue atrayendo para que avances.

Por eso, cuando las personas dicen, “Yo sé la verdad aquí”, y discuten con otras personas, ellas están discutiendo sobre interpretaciones y enfoques. Esto ocurre porque la misma verdad parece ser cosas diferentes en diferentes etapas de desarrollo. Tiene diferentes valores y aplicaciones en estas diferentes etapas. Cuando alguien en una etapa discute con alguien en otra etapa, puede que no se entiendan porque sus experiencias están determinadas por sus etapas de desarrollo, así como por sus propias preferencias personales, temores y estructura psicológica.

¿Por qué es importante que las personas sepan la verdad? Porque es la fuente del propósito, significado y dirección en la vida. Toda búsqueda humana es por propósito, significado y dirección. Incluso en el peor error o en la conducta más tonta, alguien está intentando experimentar propósito, significado y dirección. Más allá de la supervivencia básica, esta es la aspiración humana: saber por qué estás aquí, a qué sirves, a dónde debes ir y qué debes hacer. Propósito, significado y dirección. Para eso es la religión.

Voy a hablar de la religión en términos de práctica y no en términos de ideas teológicas o de Dios. No importa si crees que Dios es real o no. Eso sólo determina la forma de tu educación y qué terminología debe seleccionarse para que procedas. Todos ustedes son personas religiosas porque están involucradas en la educación. La escuela no ha terminado. Está en marcha. Cuando dejas de aprender, tu mente empieza a encogerse. Es como un músculo en tu cuerpo. Debe ejercitarse, y emplearse, y darle nuevos desafíos. Por eso el objetivo de la vida no es lograr una comprensión completa. El objetivo de la vida es educarse y compartir tu educación con otros. Aquí has llegado muy lejos y estás al principio al mismo tiempo, porque la verdad está todavía más allá de ti. ¿Qué te aporta esto? Te aporta propósito, significado y dirección, algo que el mundo no te puede proporcionar. Esta es la fuente de tu inspiración, entusiasmo y experiencia de la vida.

Lo primero de todo: Dios es real. ¡En todas partes, real! ¿Y qué? ¿De qué sirve eso hoy y mañana? La contribución importante de la religión es el desarrollo de la mente humana y el avance del espíritu humano. El crecimiento implica fricción, confrontación, éxito, fracaso… todo. Cuando las personas pierden el entusiasmo y el vigor por la vida, significa que su capacidad de aprender en este ambiente ha disminuido o está completa. Si está completa, entonces es hora de que se vayan. Si pueden hacerlo de una manera consciente, significa que pueden irse con muy poco arrepentimiento, y eso es bueno.

La mayoría de las personas no están en esa posición. Han perdido vigor porque no ven su vida como una educación. No ven la religión como una práctica. Resolver dilemas, dentro de ti mismo y externamente, no es la cuestión. Los problemas son saludables para ti, pero sólo pueden ser valiosos si estás involucrado en tu desarrollo. El desarrollo implica que estás asumiendo una preparación que no inventaste para ti mismo. Si inventas una preparación para ti mismo, sólo te entretendrás con tu aprendizaje del pasado. Eso no es avanzar. Se necesita gran confianza para participar en un plan de estudios que no has creado. Las personas dicen: “No quiero aprender esto. Ofende a mis ideas. No creo en esto, así que no quiero estudiarlo ni investigarlo”. Eso no es progresar.

Podríamos hablar de gratitud, pero para hacerlo necesitamos hablar de la educación, porque es lo único por lo que puedes estar verdaderamente agradecido. Todo lo que ves a tu alrededor, las personas han trabajado para crear una oportunidad, pero esa oportunidad no es sólo para la comodidad. Es para progresar. Todo lo que ves, sea agradable o desagradable, es para avanzar. Pero si no ves el progreso como tu objetivo fundamental, entonces sólo juzgarás las cosas por si te agradan o no, o si proporcionan comodidad o no.

En el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor enseñamos la recuperación del Conocimiento, el uso mayor y más fundamental de la mente. A medida que el Conocimiento se desarrolla en el individuo, proporciona una sólida demostración de las verdaderas capacidades de la mente y de la ayuda necesaria, tanto de ciertos individuos en el mundo, como de fuerzas de más allá del mundo. Esto resuelve la cuestión de Dios, pero no en un sentido último. Sólo significa que puedes experimentar una Presencia Mayor de la que no puedes dar cuenta, y que debes reconocer, con el tiempo, como una parte necesaria de tu progreso.

Por lo tanto, he dicho que la educación es para el progreso, y la religión es para la educación. Ahora permíteme aclarar otro punto importante para que puedas entender lo que esto significa. Tu progreso no es para ti. Esto debe entenderse. Tu progreso no es para ti. Tu progreso es tu contribución, porque de él vendrán todas las acciones, palabras y demostraciones que sean necesarias. El estudiante avanzado del Conocimiento usará tanto la mayor inspiración como el acto más estúpido para el progreso.

Ahora bien, las personas no suelen entrar en la preparación con la idea de servir nada más que a sus propios intereses personales. Quieren más placer y menos dolor. Al menos, esa es la meta declarada. Aquí la educación genuina parece ser confusa porque proporciona un desafío y te pide que te apliques en las situaciones donde más se te necesita, pero que también pueden ser las áreas más evitadas. Aquí puedes sentir más dolor. “Pensé que esta educación era para escapar del dolor, para convertirse en una persona feliz, para finalmente responder a las preguntas más importantes”.

Cuando digo que tu educación no es para ti, es muy importante que esto sea un entendimiento tácito. Esto requiere preguntarse, “¿Para qué es mi educación? Si no es para mí, ¿para quién es? ¿Acaso debo ser sacrificado por otra voluntad, aunque sea mayor que la mía?” Ciertamente, tu educación es para ti y no es para ti, porque necesitas discernir una realidad mayor en la vida, entregarte a ella y participar con ella a través de todas las etapas de tu desarrollo. Esa es tu gran oportunidad. Por eso, pretendemos llevar a las personas al placer más grande, no a los pequeños placeres para mitigar sólo su sentido de soledad, sino al placer más grande donde nunca se piensa en la soledad.

Cuando abandones este mundo, volverás a tu Familia Espiritual, y todo esto te será muy obvio. Tu memoria entonces volverá a ti, y no habrá ninguna pregunta. Pero mientras estás aquí, esta memoria parece enterrada. No parece relevante para el mundo que ves.

Las personas que no están acosadas por la tragedia personal están en condiciones de contribuir mucho al mundo. Su contribución es su recompensa y produce satisfacción, propósito, significado y dirección no sólo para ellas, sino para todas las que puedan percibirlas. ¿Qué hicieron los grandes maestros en este mundo? ¿Dejaron algo tangible salvo sus palabras registradas? Sin embargo, su impacto es mayor que los ejércitos permanentes y los desastres naturales. Todavía estás sintiendo la reverberación de su contribución. Así de grande fue su contribución. Así de grande fue su satisfacción.

Fuiste creado para dar porque eres una extensión de Dios. Puede que no te guste la idea de Dios, pero eso está bien porque eres una persona religiosa. Puedes sustituir mis palabras por las tuyas si las encuentras demasiado difíciles.

Por eso, tu educación no es para ti. Es para el mundo. La mayor satisfacción que un ser humano puede experimentar es ser un vehículo para algo más grande que ama al mundo. Todos los individuos que han contribuido en gran medida al mundo en cualquier capacidad, en cualquier ámbito —mediante pensamiento, palabra, acción u obra— siempre sentían un Poder Mayor detrás de ellos. Tu grandeza consiste en dar la grandeza que tú mismo no has creado para tus objetivos personales. Las personas se dedican al estudio del Conocimiento y a menudo dicen: “No sé por qué estoy estudiando esto”. A medida que avanzan, se dan cuenta de que su deseo de poder personal, control personal, manejo de sus vidas y protección personal contra el dolor o la adversidad, tal vez no esté completamente satisfecho, pero que algo más está sucediendo en su lugar que parece mucho más sustancial, sólido y confiable.

Las personas quieren que les hagamos la vida fácil, y nosotros queremos hacerles la vida genuina, así que a veces hay aquí un malentendido. Cuando tu vida es genuina y estás haciendo algo que crees que es realmente importante, entonces tendrás una base para la confianza y la autoestima. Entonces comprenderás que tu capacidad de comunicarte con otros y la necesidad de mantener la salud del cuerpo y de la mente, son simplemente necesarios. Cuando las personas no hacen lo que saben que deben hacer por su bienestar, es porque todavía no valoran su propia vida. No puedes simplemente crear valor diciéndote a ti mismo que eres valioso. El valor viene porque tu vida es para algo mayor, quizás más allá de cualquier definición, pero no obstante, para algo mayor.

Cuando las personas leen nuestras palabras, a menudo están muy ansiosas por tener información sobre su futuro. Eso es todo lo que quieren. “¿Cómo se resolverá todo esto? ¿Ganaré?” A veces se sienten muy decepcionadas porque ofrecemos educación. ¿Cuál es el valor de una respuesta si no puede ser plenamente encarnada? Ya tienes suficientes respuestas para iluminar a mil personas, pero no tienes el deseo o la capacidad de encarnarlas plenamente.

Cuando hablamos de educación, tenemos que hablar de práctica porque lo que las personas hacen es practicar. Esta es la expresión práctica de su devoción y adhesión a su búsqueda. Las personas dicen: “Quiero saber mi propósito”, y decimos: “Haz esto. Cuando hagas esto, lo descubrirás.” Ahora bien, la práctica toma mucho tiempo. No es rápida ni fácil, y sus recompensas vienen a su propia manera. Las personas hacen muchas cosas tontas con la práctica, pero no puede juzgarse una enseñanza por el comportamiento de sus estudiantes. ¿Cómo puede ser ejemplar el comportamiento de los estudiantes si ellos están siendo honestos?

Cuanto mayor sea la enseñanza, peor será el abuso porque pocos serán capaces de usarla y progresar. Cuanto más simple, básica y de corta duración sea la educación, más personas pueden ejemplificarla, pero con el tiempo no satisfará su necesidad general. La educación de la que estamos hablando no es para todos, porque no todos están listos para ella. De hecho, todo el mundo no necesita estar listo para ella, sólo ciertos individuos. Si no estás satisfecho con el rango normal de las cosas, esto puede calificarte. Si estás buscando algo más grande, esto puede indicar que requieres una mayor educación, lo que significa una mayor responsabilidad.

Cuando las personas hablan de religión y discuten sobre cuál es la mejor, o la más verdadera, o cuál tiene la bendición de Dios en mayor grado, Nosotros debemos siempre preguntar: “¿Qué haces para practicar? ¿Qué estás haciendo que te hace progresar y te permite ser ejemplar para otros?” Esa es la única pregunta que debemos hacer sobre la religión. A Dios no le interesa la religión, sólo el progreso. Eso es lo que importa. Si piensas así sobre esto, tendrá sentido para ti. Puedes dejar atrás todas las controversias sectarias, para aquellos que no pueden practicar. Es como aprender algo, ¿no? Para aprender un instrumento musical o un talento físico, debes practicar. Es así. Pero la práctica debe ser específica y tener la guía de alguien competente. También tiene un aspecto misterioso que involucra partes de ti que están más allá de tu comprensión. Es apropiado que la educación tenga un aspecto misterioso, que no pueda abordarse lógicamente.

Muchas personas celebran a Jesús. Jesús sigue teniendo un impacto porque su educación tiene un efecto resonante en todo el mundo. En realidad es una llamada a la educación. Cuando dijo: “Ven y sígueme”, lo que constituye la esencia de su Enseñanza, estaba diciendo: “Participa en la forma de educación en la que yo estoy comprometido”. Pero el cristianismo como religión no suele enseñar educación. Enseña la necesidad de la creencia y los fundamentos de la conducta moral. Rara vez involucra realmente a las personas en la educación fundamental, particularmente más allá del ámbito del simple comportamiento personal. Los errores del pasado del cristianismo son manifiestos, pero no son una razón para descartarlo como una forma real de educación.

¿Para qué estás siendo educado? Realmente no lo sabes. Entonces, ¿por qué lo haces? Porque debes hacerlo. La comprensión del propósito de tu educación se basa completamente en tu progreso. Permítenos darte esta idea para que la consideres. Las personas que no están satisfechas con el rango normal de las cosas, hacen preguntas muy grandes que otras personas pueden encontrar insensatas o innecesarias, como “¿Cuál es el significado de mi vida? ¿Hay vida más allá de la muerte del cuerpo? ¿Cuál es el propósito de mi vida, si acaso tiene un propósito?” Estas cosas sólo se pueden saber en retrospectiva. Al final de tu vida, mirarás hacia atrás y verás lo que ha ocurrido. Entonces tendrás una visión mucho más sustancial del propósito de tu vida, que alguien que está mirando hacia el futuro y tratando de especular.

Lo importante del propósito es que es algo con lo que te despiertas cada mañana y te acuestas cada noche. No es una definición con la que intentas vivir. Es una experiencia viva en tu vida —tal vez fugaz— no a cada instante, pero lo suficientemente consistente como para dar consistencia a tu vida. Aquí te das cuenta de que la verdad no fluctúa. Tú lo haces.

Por eso, le decimos a las personas: “Sigue el Conocimiento una vez que aprendas a identificarlo dentro de ti mismo”. Muy simple, pero no fácil de hacer. Aquí tendrás más poder que teniendo simples respuestas. Esta es una forma muy vital de educación en todas las formas en la que esta se manifiesta para ti. En cuanto a las grandes preguntas sobre la vida, estas se ven en retrospectiva y rara vez se entienden en el momento. Tú puedes preguntar, “¿Qué estoy haciendo ahora? ¿Por qué estoy haciendo esto?” Mira atrás. Sin remordimientos ni decepción, tu pasado ilustra tu preparación para la educación.

En un discurso anterior hablamos de que la educación tiene tres niveles. El primero es la educación para la supervivencia física, que es el desarrollo del cuerpo. El segundo es la educación de la personalidad para la supervivencia social, que es el desarrollo del comportamiento personal y de las formas de comunicación. El noventa y nueve por ciento de la educación que puedes reconocer ha sido para estos dos propósitos. Tu cuerpo ha sobrevivido, y eres capaz, hasta cierto punto, de funcionar en la sociedad. Muy bien.

El tercer ámbito de la educación es el desarrollo del Conocimiento. Esta es una nueva categoría de educación. Las personas a menudo piensan que la educación en esta categoría es completamente misteriosa y no se puede describir, que todo es casual. Algunas personas piensan que esto implica que pueden ser pasivas y esperan que algún día Dios haga algo por ellas —esperemos que mañana, no hoy— y que si se quedan sentadas, Dios les dará un gran camino que recorrer. Pero en realidad, la educación en el ámbito del Conocimiento, aunque es misteriosa y tiene un destino misterioso, es tan fundamental en su aplicación diaria como aprender a atar tus zapatos o leer libros. Requiere que desarrolles la quietud, la concentración mental, el discernimiento en las relaciones, la sensibilidad a la comunicación, la paciencia, la perseverancia, la autoaplicación, la confianza y la tolerancia; todas las cosas fundamentales que realmente forman parte de tu aprendizaje en las otras dos categorías.

En términos de práctica, la experiencia del Conocimiento no es muy misteriosa, y puede ser cuantificada y aplicada. Por eso, no confundas el Misterio con la aplicación. Estamos hablando de la práctica. Es muy simple: hacer eso y esto una vez al día, o una vez a la semana, o lo que sea. Nada misterioso. Lo misterioso es que no entiendes cómo funciona. Pero no necesitas entender cómo funciona, a menos que la hayas experimentado suficientemente y te estés preparando para enseñarla a los demás. Cuando estás aprendiendo a atar tus zapatos, no te importa cómo funciona el proceso educativo. Simplemente importa que realices la tarea. Luego, si es necesario, puedes estudiar la metodología de su aprendizaje, para poder enseñarla a otro.

La Enseñanza en el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor se encuentra en el tercer ámbito de la educación, pero el tercer ámbito de la educación completa los dos primeros. Esto significa que a medida que comienzas a estudiar el Conocimiento y experimentarlo como una fuerza viva activa en tu vida, te proporciona información, dirección y discernimiento para ti. En otras palabras, te proporciona una guía interior. Aquí comprendes que tendrás que desarrollar aún más tu vehículo físico. También tendrás que desarrollar más tu personalidad, lo que piensas que eres.

El Conocimiento te llevará más allá de estos dos ámbitos, pero también requerirá tu sólido desarrollo. No puedes escapar de los problemas mundanos y tener alguna esperanza de un verdadero progreso en el ámbito del Conocimiento. El Conocimiento siempre te llevará de vuelta a donde necesitas estar. Aquellos que se comprometen con él, con el deseo de evitar las irresoluciones que hasta ahora los han plagado, encontrarán poco alivio aquí, pues existe poco alivio si no se concluyen los problemas pasados y presentes. Esto te permite entrar en un nuevo territorio porque el pasado ha sido completado. La educación siempre es para el progreso. El progreso es siempre para llevarte más allá de donde estás hoy. Eso es la religión.

No mires al mundo y digas: “Dame propósito, significado y dirección.” Eres tú quien debe dar esto al mundo, porque el mundo te lo pide. El mundo te está pidiendo: “Dame propósito, significado y dirección”. Hay un gran abismo entre estos dos enfoques. No eres la fuente de la verdad, pero posiblemente eres un vehículo para su plena expresión, la cual te elevará tan lejos de tu autoevaluación actual que casi parecerá que eres Dios. Serás semejante a Dios, pero Dios es mucho mayor. Si realmente eres un vehículo para el Creador, el Creador se expresará a través de ti. Aquí se te requerirá tanto reconocer tu progreso, como mantener una forma muy saludable de humildad, porque siempre te sentirás pequeño en comparación con la grandeza que está tu alcance. Aunque parezcas más grande de lo que eras en el pasado, algo siempre te estará eclipsando, y de eso obtendrás tu inspiración y tu contribución individual única a la vida.

Todo el mundo tiene necesidades personales. Todo el mundo tiene mayores posibilidades. Cuando verdaderamente consideres una mayor posibilidad, tus necesidades personales se verán satisfechas. Si sólo consideras tus necesidades personales, nada será satisfecho, ni siquiera tus necesidades personales.

En las personas existen dos ámbitos de aprendizaje: o bien aprenden a través de las ideas o a través de los sentimientos. Ellas aprenderán predominantemente en una de estas formas. Por eso, la preparación debe ser única y tener aplicaciones específicas para diferentes tipos de personas, con diferentes orientaciones. Cualquier persona que sea avanzada como maestro habrá aprendido esto y será lo suficientemente flexible para administrarlo. Pero, como la educación no es sólo para ti sino para el mundo entero, tiene una uniformidad que no siempre se ajusta a las preferencias personales e idiosincrasias de los individuos involucrados, y eso también es bueno.

Lo primero que es importante aprender, y que parece tan simple que las personas ni siquiera piensan en ello, es cómo aprender. Las personas piensan que ya saben cómo aprender. Recuerdas: estudias para una prueba y pasas el examen. Sin embargo, si estás aprendiendo algo muy importante que utilizarás el resto de tu vida, querrás aprenderlo de una manera totalmente diferente.

Por eso, uno de los primeros desafíos en la educación es que las personas aprendan a ser estudiantes. Se requiere que un estudiante tenga una mente abierta y asuma la responsabilidad de la práctica. Esto requiere una evaluación muy honesta de sus habilidades actuales. En otras palabras, debes averiguar cuál es tu punto de partida real, no el punto de partida que deseas o esperas. Muchas personas intentan vivir como si estuvieran viviendo la vida que desean y no la que tienen. Muy pocas personas son realmente conscientes de sus fortalezas y debilidades encada momento, por lo que estas cosas deben ser descubiertas en gran medida. Eso es parte de la educación.

Es absolutamente necesario enseñar la educación una vez que hayas progresado en ella. Lo primero que el maestro debe aprender es cómo discernir el interés genuino y la habilidad en los estudiantes. La segunda cosa que el maestro debe aprender es cómo ser flexible en la enseñanza para llegar a las personas. La tercera cosa que el maestro debe aprender es cómo ser uniforme en la enseñanza para que todas las personas puedan ser dirigidas en la dirección correcta.

Sin embargo, el primer objetivo de la educación es aprender a ser un estudiante. Entonces el avance puede ocurrir más rápidamente. Aquí debes aprender cada paso. Cada paso es muy claro. Lo que no entiendes es por qué funciona o de dónde vino, pero está claro porque es práctico, y con el tiempo puedes ver su relevancia directa en tu situación.

Como eres una persona religiosa, has venido aquí para educarte. La educación es para satisfacer tu necesidad más profunda de propósito, significado y dirección. Todo el mundo debe comenzar por aprender a ser un estudiante, lo que significa tener una mente abierta, no reclamar cosas que no están presentes y no negar cosas que están presentes. Los estudiantes deben aceptar la responsabilidad de formarse en un plan de estudios que no crearon por sí mismos. De esta manera, son capaces de ir donde nunca podrían llevarse a sí mismos.

La preparación en el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor, comienza con el desarrollo del Conocimiento, el cual desarrolla tu habilidad para tener una profunda comprensión de tu situación actual, más allá de tus preferencias o temores personales. La preparación también desarrolla tu capacidad de actuar sobre estos conocimientos de una manera efectiva. Esta es la educación que estamos presentando aquí, aunque se ha presentado en otras formas a lo largo de la historia humana, y de hecho a través de la historia de todas las razas. Tu ventaja aquí es que esta preparación se presenta sin la carga de la superstición humana, por lo que no tiene el residuo del pasado que hace más difícil el acceso a ella.

La superstición es la creencia en algo que no existe. Si piensas en tus costumbres religiosas, considera cuán difícil es llegar a la verdadera educación. ¿Cuál es la verdadera educación? ¿Cuál es la práctica? La superstición existe cuando las personas intentan usar la religión para ganar poder sobre otras, para mejorar su propio sentido de remordimiento o culpa, o para satisfacer sus metas personales. La verdadera preparación parece ser muy difícil, por lo que las personas sólo desean tener ideas y aceptarán lo que sea más gratificante.

Una de las primeras tareas en la enseñanza es llevar a las personas a lo que no saben. Entonces ellas pueden saber algo directamente. Las personas a menudo dicen: “Pensé que sabría más como resultado de estudiar el Camino del Conocimiento y ahora sé menos.” Yo digo que eso está muy bien. Al menos ahora tienes la oportunidad de conocer algo que vale la pena saber, porque te estás liberando del intento de saber cosas que no tienen valor.

La superstición es el resultado de sacar conclusiones sin comprender. Impregna a todo el pensamiento humano. Cuando las personas encuentran la religión por vez primera, a menudo lo que encuentran es la superstición. Por eso Nosotros le hemos dado un nuevo acercamiento a la religión preguntando: “¿Cuál es tu práctica?” Y no “¿Esta es verdad?” La verdad está más allá de la religión. La religión es un acercamiento a la verdad. El acercamiento es la práctica. Por eso, pregunta, “¿Cuál es la práctica?”

Cuando intentas creer cosas que están más allá de tu experiencia, te encuentras con problemas. Es mejor simplemente practicar algo que es útil y aprender a ser un estudiante y un practicante. ¿Quieres descubrir lo que realmente sabes dentro de ti? Ese es el punto de partida de la preparación en el Camino del Conocimiento. Acercarse al Conocimiento es como escalar una gran montaña. En el camino a la montaña, encontrarás hermosos lugares para descansar y para encontrar comodidad. Te acuestas y duermes unos pocos miles de años. “¡Esto es todo! ¡Es más hermoso de lo que he pensado! ¡Más maravilloso! ¡Puedo ver! Ahora puedo ver los valles abajo. Tengo una verdadera perspectiva. Es tan bello aquí. Yo residiré aquí”. Pero el estudiante debe seguir adelante.

En algún momento preguntarás, “¿Para qué es todo esto? ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué no simplemente encontrar un buen lugar para vivir, casarse y tener una vida sencilla? ¿Por qué no hacerlo? Es tan sencillo. Otras personas lo están haciendo. Ellas son felices, en cierta manera. ¿Por qué yo necesito más?” Pero debes dar el siguiente paso. La preparación es misteriosa porque no sabes de dónde viene o cómo funciona, pero no es incomprensible lo que te pide. Yo digo, “Práctica. Sigue practicando”. Tú puedes decir, “Pero hay tantas otras cosas que hacer”. Y yo digo, “Sigue practicando. Eso te llevará allí”. La práctica es suficiente para llevarte allí. Ve con ella. El camino no es difícil. Parece confuso porque las personas quieren otras cosas.

La preparación en el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor es muy simple de hacer y muy difícil de entender porque la comprensión no es necesaria. La comprensión viene naturalmente cuando estas progresando. Olvídate de la comprensión. Haz la práctica. Involúcrate en la educación. Al igual que al aprender un instrumento musical, un día eres capaz de tocarlo. Pero hasta entonces, trabajas en ello. ¿Quién sabe cuándo será el día en que puedas sentarte y tocar la pieza?

Me gustaría hacer un comentario sobre la práctica. Si vas a participar en una práctica, debes darle un plazo mínimo de un año. Si comienzas y encuentras que es una práctica buena para ti y que estás progresando, dale por lo menos un año. Si abandonas demasiado pronto, no la descubrirás. Las personas a menudo están recibiendo nuevas prácticas. Se cansan de esta, y pasan a aquella. Entonces se cansan de esa, y pasan a la siguiente. Nunca llegan muy lejos. Una práctica es como una relación, es algo a lo que te entregas. La práctica no agita una varita mágica sobre tu cabeza y dice: “¡Ahora eres maravilloso!” Tienes una relación con la práctica. A veces la práctica es aburrida. Particularmente después de que la excitación inicial se desgasta, esta puede llegar a ser monótona. Ahí es cuando empieza el verdadero trabajo. Si es la práctica correcta para ti, te llevará muy lejos porque tendrás una mayor relación con ella. La práctica es como el matrimonio. ¿Abandonas un matrimonio porque las cosas se están volviendo aburridas o difíciles? Dejó de ser una emocionante historia de amor, ¡y ahora todo es trabajo! Entonces, dices: “Este matrimonio ha terminado. ¿Encontraré un nuevo matrimonio?” No, esto es algo que requiere devoción y persistencia.

Las prácticas que damos son muy sencillas de hacer. Requieren muy poco tiempo, pero deben hacerse de manera consistente, independientemente de lo que pienses de ellas. Funcionarán, independientemente de si te gustan o no, si sigues haciéndolas. Estas prácticas preparan la mente para que pueda convertirse en un vehículo para una Realidad Mayor. La preparación puede parecer monótona. Pero las personas no se preparan, se estimulan. Cualquier cosa que es importante o que se haya hecho, requirió habilidad y entrenamiento. Nadie se despertó un día y construyó un piano. Ellos se prepararon para hacerlo.

¿Quieres tener la experiencia del Conocimiento? ¿Quieres ver a Dios en todo? Entonces debes prepararte. Luego agradecerás a Dios. “Gracias por darme esto”. Entonces sabrás que Dios está ahí, porque Dios te ha dado algo en lo que trabajar. Esto no es misterioso. Cada día te levantas y haces tu práctica. Esto no es misterioso. Sólo lo haces.

Una de las prácticas más simples es sentarse en quietud y repetir la palabra “Rahn”. Repetir eso. “Rahn”. Esa práctica es suficiente para elevar tu mente a un nivel fenomenal, pero para llegar a ese nivel fenomenal, pasarás a través de todas tus actitudes, sentimientos y creencias sobre la práctica. Un día te emocionará. Al día siguiente te aburrirá. La práctica te llevará a través de todo lo que ya estás pasando. Si la haces de manera consistente, te proporcionará consistencia. Fortalecerá tu mente con el tiempo. No todo el mundo puede hacer esa práctica. Algunas personas son muy activas mentalmente, no pueden quedarse quietas por nada, así que tienen que hacer algo. Otras personas son más contemplativas y más introvertidas. Esa práctica es más fácil para ellas. Cualquier cosa que hagas que involucre consistentemente tu mente con algo más grande producirá un resultado que no podrías producir por ti mismo.

¿Por qué las personas se involucran en la religión? Porque están buscando un resultado que comprenden que no pueden producir por sí mismas. Dios se vuelve real cuando lo necesitas. Cuando comprendes que necesitas a Dios todos los días y no sólo cuando las cosas están mal, entonces comienzas a reconocer una relación mayor. Si quieres ver a Dios en todo, entonces debes verlo todo como realmente es, y sentir a Dios mientras ves todo como realmente es. De lo contrario, intentarás convertirlo todo en una hermosa experiencia y te volverás ridículamente deshonesto sobre tu vida. Si miras una mesa y sientes a Dios, esta sigue siendo una mesa. No hay nada mágico en la mesa, pero tú puedes sentir algo más grande mientras experimentas esto. No tiene nada que ver con la mesa. Dios es como una sustancia invisible que lo impregna todo. No hace que las cosas se vean mejor. Por eso cuando experimentas así a Dios, lo que se llama “practicar la Presencia”, no estás rechazando la realidad física, simplemente estás experimentando algo más, mientras la observas.

Enseñamos prácticas como ésta para ayudar a las personas a desarrollar esta sensibilidad mientras están comprometidas con la vida física. Pero ¿sabes cuál es la mayor práctica de todas y la más difícil de hacer? Es seguir lo que sabes que debes hacer, sea lo que sea. Para hacerlo necesitas tener una mente poderosa. Necesitas un cuerpo fuerte. Necesitas establecer confianza en ti mismo y aprender sobre los posibles errores que puedes cometer. Todo esto requiere entrenamiento y preparación.

Decir la palabra “Rahn” es muy bueno si tienes una mente activa. “Rahn” te da algo en que pensar. Cuando practicas el uso de un mantra como este, pone de manifiesto todo aquello en lo que tu mente ya está comprometida. Sigues volviendo a la práctica —vuelves, vuelves y vuelves— porque la práctica es más importante que tus pensamientos, sentimientos o actitudes. Aquí tu práctica es como tu Dios por un tiempo. Es la parte de Dios más cercana a ti, tu práctica. Por eso hablamos de religión en términos de práctica. Después de todo, Dios es el fin. Y Nosotros estamos hablando de los medios. Lo importante en la religión son los medios, no el fin. Sólo conocerás a Dios cuando llegues allí, pero debes hacer algo para llegar allí.