Ver, saber y actuar


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 29 de junio de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Seeing, Knowing and Taking Action

Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.


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Volumen 4 > Las Grandes Olas de cambio > Capítulo 14

Ser consciente de una gran necesidad o un gran evento no representa sino el primer umbral. Para satisfacer vuestra conciencia hay que tomar medidas. Aquí la acción es necesaria para que vuestra conciencia dé frutos y reconozcáis vuestra propia fuerza.

Hay personas que están tomando conciencia de las Grandes Olas de cambio pero no están actuando al respecto. Como resultado, están perdiendo su confianza en sí mismas y no están comenzando su preparación. La depresión, el cinismo, la ambivalencia —todo esto es el resultado de no actuar en torno a las cosas que uno reconoce que son importantes—. La conciencia no fue satisfecha y, como resultado, se oscurece. Se nubla y la inspiración se pierde.

Es necesario actuar para satisfacer lo que uno está viendo y sabiendo. La acción, sin embargo, no tiene que ser inmediata, porque debería haber un período de contemplación. Hay, de hecho, tres etapas en el proceso de ver, saber y actuar.

En primer lugar veis una señal. Algo os estimula. Reconocéis que algo debe hacerse. Hay un tiempo para contemplarlo, un tiempo para saber de qué se trata, sintiendo la necesidad de llevarlo a vuestra mente y vuestro corazón. Luego, hay un tiempo para la acción. La acción en sí misma puede tener muchas etapas. De hecho, puede ser un proceso muy largo, y esto es cierto en el contexto de las Grandes Olas de cambio. Incluso un cambio específico que debéis hacer en vuestra vida puede implicar muchos pasos. Puede que solo sepáis los primeros pasos, pero necesitáis moveros con el Conocimiento. Solo entonces sabréis si lo que estáis viendo es real. Solo entonces sabréis su gran importancia para vuestra vida.

La gente quiere tener certeza antes de actuar, pero es la propia acción la que crea la certeza. Es el valor de moverse y cambiar el pensamiento y las circunstancias de uno mismo lo que crea la certeza. Esta es la confirmación. La gente quiere no tener dudas antes de actuar. Pero es la acción en sí misma, si es verdadera y adecuada, la que finalmente os libera de la duda.

El Conocimiento no está en duda, y si vuestra conexión al Conocimiento es lo suficientemente fuerte, él os llevará más allá de la resistencia, el miedo, la duda y la evaluación sin fin que existen al principio. Porque llega el momento de actuar, y esto representa un umbral en sí mismo.

Hay muchas, muchas personas que han sabido cosas durante mucho tiempo. Se dicen a sí mismas: “Sé que tengo que renunciar a esto,” o “sé que tengo que cambiar esto,” o “sé que tengo que hacer esto.” Pero todavía no lo han hecho, porque el Conocimiento en su interior no es aún lo suficientemente fuerte para superar su resistencia inicial.

Es un hecho de la naturaleza humana que las personas se adaptan a sus circunstancias. Incluso si las circunstancias son muy comprometidas, incluso si son muy malas, la gente se adapta. Esta adaptación representa a la vez una fortaleza y una debilidad. El hecho de que la humanidad pueda adaptarse a circunstancias cambiantes le ha dado su gran fuerza y predominio en el mundo. Pero la realidad de que las personas se adaptan a situaciones que no son saludables para ellas o que no les benefician representa la debilidad de la conciencia humana, así como hasta qué punto las personas pueden comprometerse para su gran perjuicio.

Es por eso que existe una resistencia inicial. La gente se ha adaptado a algo, y el cambio es perturbador. Es costoso. Es arriesgado. A menos que la situación sea absolutamente terrible, la gente se adapta y construye sus vidas en torno a un conjunto de circunstancias. Cambiar requiere de una gran fuerza en su interior. Esto implica inconvenientes. Implica duda. Implica vivir con preguntas que uno no puede responder plenamente. Implica actuar y renunciar a privilegios o beneficios aparentes en un principio. Porque la mayoría de las personas se adaptan a situaciones que no son saludables para ellas, debido a ciertos beneficios. Obviamente, uno debe renunciar a esos beneficios para cambiar esas circunstancias. Sin embargo, este es un pequeño precio a pagar para aliviarse de una situación malsana e infeliz.

Por tanto, hay tres etapas a la hora de saber algo: la de ver, la de saber y la de actuar. La etapa de saber, la segunda parte de este proceso, implica una resonancia más profunda y una indagación en uno mismo. Uno debe preguntarse: “¿Es esta la verdad? ¿Tengo que tomar medidas con respecto a esto?” Podéis incluso tomar una posición en contra de lo que estáis viendo para ver qué tipo de respuesta se produce en vuestro interior. Podéis probar de esta manera. Podéis desafiarlo. Pero al final, si es verdadero, veréis que existe una gran certeza de que debéis actuar con respecto a lo que veis y sabéis.

Una vez que se reconoce esto, cuanto antes se tomen medidas, mejor. Solo en circunstancias excepcionales ofrece algún beneficio el esperar. La mayoría de personas están muy retrasadas en la toma de medidas con respecto a las cosas que han visto y sabido. Temen tener que enfrentarse a la incomodidad, a la duda en sí mismas y tener que renunciar a un pequeño beneficio que perciben para poder cambiar su actitud o comportamiento de una manera que les resultaría totalmente beneficiosa.

Sin duda, no es inteligente pagar un gran precio por un pequeño placer o hacer un gran sacrificio por una recompensa muy pequeña. Sin duda, no es inteligente. Pero eso es lo que las personas hacen. Hacen un gran sacrificio por una recompensa muy pequeña. Comprometen sus vidas a cambio de ventajas aparentes que son muy, muy pequeñas. Pagan un gran precio por un placer muy pequeño. Cuando ya no están dispuestas a hacer esto, ello representa un punto de inflexión en sus vidas.

En el contexto de la preparación para las Grandes Olas de cambio, los beneficios a los que os aferraréis son tan insignificantes en comparación con lo que se requiere de vosotros, que aferraros a esos beneficios representa una especie de traición a vosotros mismos. Es como si hubierais entregado vuestra vida a algún tipo de fuerza oscura a cambio de algún pequeño placer o ventaja. Aquí no hay escape del conflicto interno. Aquí no podéis aliviaros realmente del problema, porque una vez que habéis visto y conocido la verdad, no podéis quitárosla de encima con todo tipo de excusas y justificaciones.

Estas tres etapas representan actos conscientes: ver, saber y actuar. La mayoría de las personas no mirarán, por tanto no verán. No mirarán, no considerarán realmente lo que están viendo, por tanto mirarán pero no verán.

El segundo error es que las personas no permanecerán con lo que ven. O bien lo rechazarán, o bien le darán algún tipo de explicación simple y lo archivarán en algún lugar en su interior. No lo mantendrán ante sus ojos, mirándolo. Pasará de largo para ellas. No permanecerán con ello y no verán lo que despierta en su interior, para realmente analizarlo y examinar la respuesta que ello les produce.

La tercera etapa es actuar, y aquí, de nuevo, las personas no actúan. Ellas dicen: “Ah, tengo que bajar de peso,” o “tengo que dejar de comer este alimento,” o “tengo que cambiar mi trabajo,” o “debo reforzar mi casa,” o “tengo que enfrentar mis conflictos en esta relación,” o “tengo que decirle a esta persona lo que debo decirle.” Pero no actúan, porque están atascadas. Tratando de protegerse o retener alguna ventaja o placer, ahora se ponen a sí mismas en peligro. Sacrifican su conciencia, su sentido de bienestar y su sentido de integridad. Ellas están pagando precios inmensos por algún pequeño placer o ventaja percibidos. Están pagando precios desorbitados. Esto no es inteligente. ¿Pagaríais 10.000 dólares por un pedazo de pan, o un dulce, o un poco de emoción, o para evitar un inconveniente o una molestia? Pagar una gran suma de dinero para hacer esto no sería inteligente. Vosotros podéis verlo. Está muy claro.

Así que uno debe estar dispuesto a mirar, a mirar realmente algo, a mirar realmente las Grandes Olas de cambio, leyendo sobre ellas, investigándolas, viendo qué son, aprendiendo más sobre ellas y sobre cómo están afectando hoy a las personas en el mundo y su potencial para alterar el curso de la historia humana. ¿Cuáles son las implicaciones? Algunas personas han estudiado esto. Personas inteligentes han mirado esto y están advirtiendo a otros. ¿Qué es lo que esto significa? ¿Cuáles son sus implicaciones? ¿Cómo podría cambiar vuestras vidas y las vidas de otras personas?

Después llega el momento de permanecer con lo que sabéis y habéis visto. “¿Qué significa esto realmente para mí? ¿Es esto realmente cierto? ¿Y qué debo hacer?”

Después viene actuar, empezar a moveros, recomponeros, estableceros en la carretera de nuevo, recuperar vuestra fuerza, expresar vuestra autodeterminación y ejercer vuestro poder y autoridad. Aquí estáis gobernando la mente en lugar de ser gobernados por ella. Aquí estáis dirigiendo vuestras emociones en lugar de ser dirigidos por ellas. Aquí estáis superando vuestra inercia y vuestra resistencia, mientras ganáis determinación. Estas tres etapas son todas poderosas. Todas ellas restituyen vuestra fuerza, vuestra visión, vuestras capacidades y vuestro sentido de dirección en la vida.

Muchas personas no tienen un sentido de dirección porque no están viendo, sabiendo y actuando. Ellas simplemente están siguiendo las rutinas de la vida. Están satisfaciendo funciones sociales. Están haciendo lo que su cultura les dice que hagan o lo que su familia espera que hagan. Ellas están siguiendo las rutinas. No están realmente viendo mucho, no están permaneciendo realmente con lo que ven en un grado suficiente, y no están tomando medidas respecto a las cosas que ven y saben. Y, como resultado, están apáticos, siendo arrastrados por la corriente de lo que hacen todos los demás.

Las excusas para esto son muchas, pero todas llevan al mismo tipo de traición de uno mismo. Todas os debilitan y os desconectan del Conocimiento en vuestro interior, el Conocimiento que ya os está dando señales y confirmación. Si no actuáis perdéis la inspiración. Actuar es necesario.

No tenéis mucho tiempo frente a las Grandes Olas de cambio. Esto es tanto un riesgo como una ventaja. Es un riesgo, porque si no actuáis pronto y comenzáis a reconsiderar vuestra vida, alterando vuestras circunstancias y poniendo en marcha el cambio que debe ocurrir tanto en vuestros propios pensamientos y emociones como en vuestras circunstancias exteriores, entonces estaréis en gran desventaja. Porque las Grandes Olas están moviéndose, repercutiendo ya en el mundo y ganando fuerza día tras día.

La ventaja es que os llama a actuar ahora. Requiere que miréis y veáis, que estéis con lo que veis y que toméis medidas al respecto. Esto inspira a la acción y a la determinación. No tenéis tiempo para pensar en ello por mucho tiempo. No tenéis tiempo para vacilar. No tenéis tiempo para caer en la ambivalencia.

El tiempo es esencial. Si estáis sintiendo la presencia de las Grandes Olas y sentís ansiedad al respecto, entonces también estáis sintiendo la ansiedad respecto al tiempo. ¿Cómo estáis usando vuestro tiempo? El malestar que uno siente cuando no está respondiendo es importante. Y el hecho de que no tengáis mucho tiempo os impulsa a responder y a actuar.

Se requiere tiempo para cambiar el pensamiento y las circunstancias de uno mismo. Se requiere tiempo, planificación y consideración para alterar vuestras circunstancias exteriores o para cambiar la relación que uno tiene con ciertas personas. Todas estas cosas llevan su tiempo. En muchos casos, pueden ser difíciles de hacer debido a los apegos que se han creado y a la falta de confianza que uno tiene en sí mismo.

Si esperáis, entonces vuestra libertad para responder será limitada, vuestras opciones serán limitadas, y os veréis obligados a tomar acciones dramáticas y a menudo drásticas, lo cual podría no ser beneficioso para vosotros. No queráis esperar hasta el último momento, porque entonces no tendréis opciones. Vuestras circunstancias serán dictadas para vosotros y no por vosotros. No habiendo hecho ninguna preparación real, tendréis que plegaros a las exigencias de vuestra situación. Esta es una posición que tiene pocas ventajas y a menudo supone grandes peligros.

Las personas esperan antes de actuar. Esperan demasiado y entonces no pueden tomar las medidas que serían más beneficiosas, o bien tienen que pagar un alto precio para hacerlo, mucho más de lo que hubieran tenido que pagar inicialmente.

Es cierto que debéis ganar vuestra libertad. No es gratuita. Cada acto de coraje e integridad requiere superar algo, soltar algo y escapar de algo, tanto dentro como fuera de vosotros mismos. La vida se está moviendo. Debéis moveros con ella. Debéis prepararos para ella, debéis responder a ella, debéis sentirla y experimentarla, y debéis actuar.

Las “Recomendaciones para vivir en un Mundo de Grandes Olas” proporcionan una serie de preguntas y directivas que se aplican a casi todo el mundo. Esta es la preparación inicial para las Grandes Olas de cambio. Es el comienzo, porque las Grandes Olas serán de larga duración y no existe una serie de normas escritas que puedan responder a las necesidades y preguntas de todos. Más allá de cumplir con las “Recomendaciones” y usarlas plenamente, uno debe confiar en el Conocimiento y la sabiduría que uno posee y en la sabiduría de otros para tomar decisiones sabias. Debido a que la vida de cada persona es diferente —sus circunstancias, sus obligaciones, sus relaciones y el estado de su propia salud mental y física—, sus caminos son todos diferentes. Es por eso que una única receta no funcionará para todos.

En última instancia, lo que os dará la fortaleza y la sabiduría que necesitáis para continuar es llevaros a la gran guía del Conocimiento. Pero deben hacerse ciertos preparativos iniciales. Si vuestras circunstancias os están poniendo en gran peligro ante las Grandes Olas de cambio, debéis atenderlas ahora. No esperéis, o puede que no podáis cambiarlas.

Dónde vivís, cómo vivís, cómo os desplazáis, vuestro trabajo, vuestra salud, vuestro comportamiento, vuestras emociones y el grado de apoyo que obtenéis de vuestras relaciones, es todo muy importante. No basta con cambiar solo la manera de pensar. Hay que cambiar la propia vida.

Aquí tendréis que anular vuestro condicionamiento social y vuestras tendencias más débiles, decepcionando a otras personas, rompiendo las cadenas que os mantienen fijos. El poder para hacerlo proviene de vuestra determinación de no ser esclavos de otras fuerzas, de no estar atados y obstaculizados por cosas que no son ciertas y auténticas. Uno genera la fuerza para hacer esto haciéndolo. Eso es lo que os llevará hacia delante.

El Nuevo Mensaje proporcionará las herramientas, pero vosotros debéis usarlas y aprender a usarlas con sabiduría —construyendo los Cuatro Pilares de vuestra vida para contrarrestar la excentricidad en las áreas de vuestra vida en donde estáis en la negación, construyendo una base sólida, construyendo una relación fuerte con vosotros mismos, con otras personas, con el lugar donde vivís, con lo que hacéis, con cómo pensáis, descubriendo vuestros puntos fuertes y vuestros puntos débiles, fortaleciendo los primeros y gestionando los últimos—. No hay otro camino si queréis ser fuertes y autodeterminados frente a las Grandes Olas de cambio.

No hay ahora protección ni seguridad que pueda esconderos o en la que podáis delegar vuestra fuerza. Porque ¿qué seguridad habrá en pretender que no existe un gran desafío, agarrándoos a lo poco que tenéis, adhiriéndoos a lo que os da un sentido temporal de seguridad y bienestar? ¿Qué seguridad habrá? ¿Qué no será desafiado? ¿Qué no será vulnerable a las Grandes Olas de cambio?

Muchas personas se hundirán con el barco porque no quieren abandonarlo, mientras que otros han escapado, esperando a ser rescatados. Esta es la triste realidad de la existencia humana, porque la humanidad como grupo realmente no se ha fortalecido ni unido lo suficiente. Pero los individuos lo han hecho y siempre lo han hecho, y ahora muchos más deben ganar esta fuerza, esta estabilidad y este enfoque.

La vida os está dando señales. Os está diciendo lo que viene. El Conocimiento dentro de vosotros os está dando señales, urgiéndoos a responder.

La gente usa la confusión como un lugar para esconderse, como un lugar donde enmascarar las cosas que están reconociendo, evitando estar con estas cosas y actuar. Es como una cortina de humo para que la gente no tenga que ver, saber y actuar y asumir los riesgos y enfrentar el desafío. Se trata de una adicción de grupo. Se trata de una evasión en masa.

Las masas de gente están viviendo a un nivel muy bajo de integridad. No podéis permitir esto para vosotros mismos. Debéis elegir otra cosa, y si eso significa que tenéis que dejar a vuestros amigos o romper con vuestra familia, entonces esto es lo que se requerirá. Esto es lo que se ha requerido de todos los grandes santos y mensajeros y de todas las personas que han llegado a hacer cosas grandes e importantes. En casi todos los casos, tuvieron que separarse de sus lealtades anteriores para tener la libertad, la fuerza y ​​la oportunidad de asumir una vida mayor y un mayor servicio.

No penséis que vuestra vida no es lo suficientemente importante como para hacer esto. Prestad atención a lo que os decís al respecto. Porque hay muchas voces dentro de vosotros, pero solo una es verdadera. Está la voz de vuestra cultura. Está la voz de vuestra familia y vuestros padres. Está la voz de vuestros amigos. Está la voz de vuestra tradición religiosa, si tenéis una tradición religiosa. Está la voz de vuestros profesores y otras personas influyentes en vuestra vida. Y luego está la voz del Conocimiento, que habla a través de vuestros sentimientos, a través de vuestras ideas y a través de vuestras sensaciones físicas. En última instancia, solo una de estas voces es verdadera. El Conocimiento puede reflejarse en la sabiduría de vuestros padres, de vuestros amigos, de vuestros maestros, incluso en la sabiduría de vuestra cultura, pero esta sabiduría es rara y excepcional.

Tomaos tiempo ahora para estar con esto. Dejad vuestra carrera sin fin y tomaos tiempo para estar con este mensaje de la Comunidad Mayor y con la realidad de las Grandes Olas de cambio. Retiraos. No habléis de ello todavía con vuestros amigos. Debéis considerarlo primero en vuestro interior. Debéis establecer primero vuestra propia relación con ello. No lo llevéis a conversaciones ociosas. No busquéis las opiniones de los demás hasta que sepáis la verdad por vosotros mismos.

Esto es discreción, y es importante. Las personas tiran su certeza en conversaciones ociosas con los demás. Esta es una llamada para vosotros; para vosotros, no para ellos. Ellos tienen su propia llamada. Esta es vuestra llamada. ¿Cómo responderéis?

Observaos a vosotros mismos. Ved lo que vuestra mente os dice. Escuchad las diferentes voces en vuestro interior. ¿Utilizáis la razón, la emoción, el consenso de los demás o las figuras de autoridad para disuadiros de estar con algo que veis? ¿De qué formas socaváis vuestra certeza e invalidáis vuestra propia experiencia? ¿Qué utilizáis para traicionaros a vosotros mismos y a vuestra experiencia? ¿Utilizáis la razón? ¿La fe? ¿Las suposiciones? ¿La autoridad de otras personas? ¿La convención? ¿La historia? Debéis saberlo. Debéis conocer tanto vuestros puntos fuertes como vuestras debilidades. Debéis conocer vuestras tendencias respecto al ver, el saber y el actuar.

Necesitaréis moderar vuestro comportamiento y vuestro pensamiento. Esto puede hacerse. Tenéis el poder. No sois simplemente unos esclavos de vuestros sentimientos o vuestro condicionamiento social. Tenéis el poder. Pero para conocer este poder debéis utilizarlo y debéis actuar en consecuencia. De lo contrario, el poder es solo una idea, un momento fugaz de experiencia, un reconocimiento, pero todavía no es una realidad funcional dentro de vosotros.

Las Grandes Olas tienen mucho que ver con quién sois y con por qué estáis en el mundo. Pero ¿cómo sabréis esto a menos que os involucréis, a menos que actuéis, a menos que os comprometáis a emprender esta acción? La relación se descubre mediante el reconocimiento, la resonancia y la acción. Esto es cierto en vuestra relación con una persona, con un lugar o con una gran serie de eventos.

No podéis sentaros en el banquillo y comprender. Nunca veréis la verdad desde allí. Debéis entrar en la lucha, porque se trata de vuestra vida. Es por esto que habéis venido. Esto tiene mucho que ver con vuestras circunstancias, con vuestro bienestar, con vuestra libertad, con el valor y la calidad de vuestra vida y con el valor y la calidad de vuestras relaciones más preciadas.

Es por eso que Dios os ha dado el Conocimiento: para guiaros, protegeros y conduciros a una vida mayor. Es por eso que el Conocimiento tiene la clave de si responderéis a las Grandes Olas y de cuál será la sabiduría, el sentido y el valor de vuestra respuesta.

Debéis estar dispuestos a hacer cosas que otras personas no están haciendo. Debéis estar dispuestos a ver cosas que otros no están viendo, a saber cosas que otras personas no están sabiendo y a tomar las medidas que otras personas no están tomando, porque en verdad podéis ser la única persona que conocéis o uno de los muy pocos que conocéis que está haciendo algo para responder y prepararse. Es así como el Conocimiento se fortalece en vosotros.

Los seres humanos no son rebaños de ganado o rebaños de ovejas, a pesar de que pueden comportarse así en muchos aspectos. Pero esa no es su realidad. Para obtener la fuerza necesaria para responder de manera diferente, debéis adoptar esta fuerza y debéis actuar en consecuencia. No hay otra manera de conocer su verdad y su valor para vosotros.

Ahora la vida os está dando la motivación perfecta para hacer esto. Ya no estáis viviendo bajo circunstancias estáticas donde no se exige nada de vosotros. Por el contrario, estáis viviendo en circunstancias cada vez más exigentes, y la vida está demandando muchas cosas de vosotros. ¿Qué es lo más importante que la vida os está exigiendo? Para responder a esta pregunta no miréis solo dentro de vosotros mismos, sino también más allá, para ver lo que se está gestando en el horizonte. Los eventos sucederán estéis listos o no. No podéis hacerlos desaparecer. Ellos ocurrirán, no importa cuál sea vuestro estado de ánimo o de conciencia.

Las Grandes Olas de cambio están llegando. Están levantándose. Están emergiendo en el horizonte. Están afectando ya a millones de personas en todo el mundo. ¿Qué haréis ahora? ¿Qué seguiréis? ¿Qué voz dentro de vosotros seguiréis? ¿A qué sabiduría más allá de vosotros mismos atenderéis? ¿Cuánto valor reuniréis? ¿Cuánto avanzaréis en vuestra preparación? ¿Con cuánta seriedad os tomaréis la situación? ¿Hasta qué punto os comprometeréis a vosotros mismos intentando cumplir las intenciones o las expectativas de otras personas?

Solo vosotros podéis responder a estas preguntas. Aquí se os está dando el regalo de la conciencia. Este es un regalo que se da con amor y respeto. Dios honra la gran fuerza en vosotros, una gran fuerza que estáis solo empezando a descubrir. Dios honra vuestro mayor propósito para estar en el mundo, un mayor propósito que estáis solo empezando a discernir y descubrir. Dios os da la gran ventaja de la advertencia; de vosotros depende discernirla y aceptarla o bien rechazarla.

Este es el regalo de Dios para vosotros. Y debe ser vuestro regalo para vosotros mismos. Debe ser vuestro regalo a vuestros hijos, a vuestros amigos, a vuestra familia y a cualquier persona que tenga el poder y la inteligencia para escuchar.

Debéis preparar a vuestros hijos, ya que ellos vivirán en un mundo en el que habrá cada vez mayor cambio y dificultad. Les fortaleceréis no diciéndoles lo que viene, sino fortaleciendo su relación con el Conocimiento, enseñándoles la diferencia entre la fantasía y la realidad, ayudándoles a discernir la naturaleza de sus propias fortalezas y debilidades, compartiendo con ellos la sabiduría que habéis aprendido en la vida y mostrándoles dónde pueden obtener una mayor sabiduría mediante las experiencias de otros.

Este es un inmenso regalo para vuestros hijos. Pero vuestro mayor regalo es a través de la demostración: la integridad y la calidad de vida que vosotros determináis y elegís y cómo respondéis a las exigencias de la vida. Este es el mayor regalo para vuestros hijos. Si sois débiles y transigís, eso es lo que les enseñaréis. Si os engañáis a vosotros mismos, eso es lo que les enseñaréis. Si capituláis ante las expectativas de los demás, eso es lo que les enseñaréis.

Pero si realmente podéis ver, realmente podéis saber y realmente podéis actuar, esto es lo que les enseñaréis. Si reconocéis que la vida está cambiando y moviéndose y que debéis cambiar y moveros con ella, eso es lo que les enseñaréis. Si podéis experimentar el poder y la presencia del Conocimiento dentro de vosotros y expresar esto y actuar sobre esto, eso es lo que les enseñaréis. Ellos os están mirando para que les enseñéis sabiduría o bien necedad; respeto a uno mismo o bien autoengaño. Vosotros sois líderes en este sentido.

Hay otras personas en vuestra vida que también os están mirando, para ver lo que podéis enseñarles. Es vuestra demostración nacida del Conocimiento, nacida de la sabiduría, nacida de ver, saber y actuar lo que será la inspiración que daréis a otros, y esta inspiración será inmensamente importante.

El Creador de toda vida ama a la humanidad y le ha dado el poder y la presencia del Conocimiento, así como una Presencia Angélica para supervisar el mundo y proporcionar orientación y consejo a los que están empezando a responder a la presencia del Conocimiento dentro de sí mismos. No podéis comprender esto intelectualmente, pero forma ya parte de vuestra experiencia.

Debéis poner vuestra fe en la fuerza que Dios ha puesto dentro de vosotros y en la fuerza e integridad que Dios ha puesto dentro de otros. Enfocaos en aquellos que pueden responder y no en aquellos que no pueden. Dad a aquellos que pueden recibir el regalo y compartirlo con otros. Animad a aquellos que están respondiendo en lugar de tratar de convencer a los que no pueden o no van a responder. Reunid a vuestro alrededor a los que son fuertes y a los que ven la necesidad de ser fuertes. No perdáis tiempo y energía tratando de convencer a alguien que no puede o no va a responder. Esto solo desperdiciará vuestra vitalidad, la cual se requiere ahora.

La humanidad será dirigida por aquellos que son fuertes con el Conocimiento y por los que reconocen la importancia de su integridad y el valor de sus verdaderas relaciones. Todo aquel que pueda hacer esto es un líder —dentro de sus familias, dentro de su círculo de amigos e influencia, incluso entre los dirigentes de la religión y el gobierno.

Vuestra tarea ahora es prepararos y fortaleceros en el Conocimiento. No apartéis la vista de esta tarea. No os preocupéis demasiado con otra gente. No os desaniméis por la falta de respuesta en la gente que os rodea. Debéis poner toda vuestra atención en lo que vosotros mismos debéis hacer. Hacerlo requerirá de toda vuestra fuerza.

No os quejéis del mundo. No seáis demasiado críticos con los demás, porque frente a las Grandes Olas de cambio mucha gente aumentará su necedad y su autoengaño. Actuarán aún más tontamente. Pero vosotros debéis prestar atención a lo que tenéis delante para ver, saber y actuar. Si otros se están hundiendo, vosotros debéis alzaros. Si otros están fallando, vosotros debéis tener éxito.

Este será vuestro regalo a los demás. Daréis esta fuerza a los demás a medida que la ganéis para vosotros mismos. Esto comienza a satisfacer un mayor propósito y un mayor destino que vosotros tenéis para estar en el mundo. Porque esta es vuestra contribución específica, la cual aún no ha sido descubierta, y luego está el poder y la presencia del Conocimiento. Recibid este poder, expresadlo y fomentadlo en otros. Enseñad a vuestros hijos el poder y la presencia del Conocimiento en su interior y los grandes peligros del autoengaño y la manipulación social.

Si podéis hacer esto, veréis que las Grandes Olas de cambio, aunque extremadamente peligrosas y de grandes consecuencias, de hecho representan una gran llamada. Se trata de una gran llamada a que el Conocimiento emerja y la gente responda, se fortalezca y se una —finalizando sus interminables conflictos entre sí, uniéndose para proteger el mundo, preservando lo que es grande en la familia humana y estableciendo las bases para un mayor futuro y una nueva dirección, un nuevo camino de progreso para la humanidad.

Estos son los grandes momentos en los que vivís. Llaman a la grandeza que habéis traído al mundo desde vuestro Antiguo Hogar —un poder y una presencia que ahora debéis experimentar por vosotros mismos.