El pecado, el error y la redención


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 31 de octubre de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Sin, Error and Redemption

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

La principal preocupación de aquellas personas que están interesadas en la religión es el problema del pecado, el problema del error humano, incluso los errores humanos graves. Y con el pecado es asociado el sufrimiento y el castigo. Incluso el Infierno ha sido creado como una especie de castigo definitivo para pecados extremos.

Mientras esta es la base de muchos pensamientos religiosos, es también la razón por la cual millones de personas se alejan completamente de la religión, incluso aunque estas personas sean altamente espirituales en su naturaleza y orientación. El pecado y el castigo, entonces, se vuelven un serio problema, y hay muchas teorías respecto a esto.

Dios ha enviado un Nuevo Mensaje al mundo para traer clarificación aquí, porque la clarificación es muy necesaria. Dios ha inspirado todas las religiones, pero todas ellas han sido alteradas y cambiadas por la incomprensión humana, la ambición humana y las instituciones humanas por lo que, en algunos casos, lo que tienes hoy es irreconocible en comparación con la intención y la enseñanza originales.

Claramente, tiene que haber un reconocimiento honesto del error humano, de sus raíces, sus manifestaciones y de cómo puede ser corregido para el beneficio del individuo y el beneficio de la humanidad. El Nuevo Mensaje de Dios provee un entendimiento muy diferente aquí, un entendimiento acorde con la intención original de todas las religiones del mundo. Aquí el pecado o el error, es asociado con la incapacidad de experimentar y expresar el Conocimiento, la Inteligencia más profunda que Dios ha puesto dentro de cada individuo como un gran potencial.

Es como si hubieras nacido con dos mentes: una mente personal, una mente social que ha sido condicionada por tu cultura y por tu familia y por el mundo; y una Mente más profunda que ha sido creada por Dios —una Mente que no piensa como tu mente personal; una Mente que no especula, compara ni contrasta; una Mente que no juzga ni condena ni proyecta culpa sobre otros—. Dios le ha dado Conocimiento a cada persona para guiarla, para protegerla y para dirigirla hacia una vida de mayor significado y realización en servicio al mundo.

Esta Mente, entonces, está destinada a ser la brújula y la guía, el piloto para guiar tu barco a través de las estrechas y peligrosas aguas de la vida. Dios sabe que, sin el Conocimiento, con solo tu intelecto y tu condicionamiento social para guiarte, serás propenso a muchos errores y seducciones. De hecho, sin el Conocimiento, la mayoría de tu vida será propensa a errores. Estarás constantemente desviándote del curso, y puedes salirte de él en tal medida que puede no ser posible traerte de vuelta en esta vida.

Es por esto que Dios no castiga al pecador, pues Dios sabe que sin el Conocimiento todo lo que puedes hacer es cometer errores —quizás errores menores, errores socialmente aceptables, errores de acuerdo con las creencias generales y los consensos de tu cultura, pero errores de todos modos—. Esos errores te disocian de ti mismo; te disocian de otros, son perjudiciales; te llevan a condenar naciones enteras de personas sobre las cuales no sabes nada, te llevan a establecer puntos de vista extremos, puntos de vista que son crueles y opresivos cuando son aplicados a naciones y culturas. Sin el Conocimiento, verás a través de la lente del miedo y el deseo, y no podrás ver la verdad de tu propia naturaleza o la verdad de la naturaleza de aquellos a tu alrededor.

Por lo tanto, no hay castigo de Dios porque Dios sabe que sin el Conocimiento todo lo que puedes hacer es cometer errores, incluso errores graves. En el Conocimiento dentro de ti existe una consciencia más profunda que sabe lo que está bien y lo que está mal, una consciencia más profunda que te retiene de ir en contra de lo que está bien, y te motiva a ir con lo que está bien.

Esta no es una consciencia social. Esta no es una consciencia que es establecida por los valores y las costumbres de una cultura. Esto es más profundo y más natural. Está más allá de las influencias culturales. Es fundamental a tu naturaleza.

Pero si no respondes a esta consciencia más profunda en tu interior, si no eres consciente de su existencia, si no atiendes sus advertencias y no respondes a sus motivaciones, entonces serás guiado por otras cosas. Serás un esclavo de otras fuerzas —un esclavo de tus propios deseos y adicciones, un esclavo de las expectativas de otras personas, un esclavo de tus propios miedos y prejuicios, un esclavo de las expectativas de tu cultura, o de las suposiciones y pautas de tu religión— un esclavo de muchas otras cosas. Esta es la razón por la cual las personas tienden a ser serviles, a pensar igual, a actuar igual, a actuar como ovejas, imitándose las unas a las otras, buscando aprobación unas de otras.

Esto es lo que las personas hacen cuando no son guiadas por el Conocimiento. Las personas abusan unas de otras. Toman ventaja las unas de las otras. Buscan ganar riqueza y poder, y negar e incluso destruir a otros en sus búsquedas. Son seducidos por la belleza, la riqueza y el encanto.

Estas atracciones no tienen influencia sobre el Conocimiento en tu interior, pero para tu mente personal, estas son hipnóticas. Regalarás tu vida por ellas. Negarás la vida a otros por ellas. En múltiples formas diferentes de expresión, ellas te influirán y te capturarán, y estarás atado a ellas como si fueran tus amas.

Buscarás adquirir mucho más de lo que necesitas. Te volverás obsesivo en tus adquisiciones. Gastarás cualquier riqueza que tengas generosamente, tontamente en cosas de pequeño o de ningún valor, mientras otros mueren de hambre y luchan por sobrevivir. Como consumidor, serás como una langosta sobre el mundo, devorándolo todo a la vista, sin prestar atención y de forma temeraria, sin considerar el costo humano y sin considerar el impacto sobre el mundo natural.

Todo esto sucede porque no estás respondiendo al Conocimiento. No estás siendo guiado por el Conocimiento. Dios te ha dado el Conocimiento para que no caigas preso de las seducciones del mundo y de las tragedias del mundo, para que tu vida pueda ser fuerte, para que tu vida pueda mantener la verdad de tu naturaleza más profunda y que seas capaz de realizar el propósito mayor que te ha enviado al mundo.

Ricos y pobres por igual, las personas son miserables porque no están realizando este propósito mayor. Pues a cada persona se le ha dado un propósito único y un conjunto de logros aquí, y si estos son negados, ya sea por el autoengaño o por la opresión de la pobreza extrema, las personas perderán la inspiración y la integridad. Ellas serán forzadas ya sea por las circunstancias o por sus propias inclinaciones a separarse y alienarse de su naturaleza más profunda y del Poder y la Presencia de Dios en su interior.

Esta es la tragedia de la humanidad, y es la tragedia de la vida manifiesta a través del universo. Es la tragedia de la Separación de Dios. Pero Dios ha vencido la Separación pues Dios ha puesto el Conocimiento en tu interior, una perfecta inteligencia guiadora —una inteligencia que no puede ser corrompida por el mundo, una inteligencia que no se asusta por los horrores y la crueldad de la vida aquí, una inteligencia que está comprometida con tu propósito para estar en el mundo, una inteligencia que no puede ser disuadida o socavada por ninguna intención astuta o fuerza peligrosa en el mundo.

Entonces el pecado es vivir sin el Conocimiento, y cuando las personas van en contra del Conocimiento, crean incomodidad dentro de sí mismas. Si persisten en esto, crearán un pozo de culpa, y la culpa engendra hostilidad y culpa hacia otros. Y entonces el problema se agrava hasta el punto de que la persona pierde el sentido del valor de las otras personas y es conducida por la ira o por el resentimiento y la necesidad.

Aquí las personas pueden volverse verdaderamente destructivas, incluso más allá de lo que sus culturas aceptarán. Aquí los seres humanos son capaces de una increíble crueldad. Esta es una forma extrema de estar divorciado de tu naturaleza más profunda, del Conocimiento en tu interior.

Las personas reconocen, por supuesto, las manifestaciones del crimen y la crueldad y buscan castigo, y aunque en muchos casos podría ser necesario aislar a un individuo gobernado por esas tendencias, las personas quieren un castigo mayor. Quieren que Dios castigue a los malvados. Quieren que los malvados vayan al Infierno y que sean castigados allí para siempre. Y piensan que esto es lo que Dios hará en el día del juicio final. Ellas piensan esto pues piensan que Dios piensa como ellas —con todas sus quejas, con todos sus prejuicios, con su orgullo, su inseguridad y su malicia.

No se dan cuenta que Dios les ha dado una Mente como la Suya –una Mente más profunda, una Mente que no ha sido corrompida por el mundo. Piensan que la Mente de Dios es como su mente personal, solo que más grande y poderosa. Aquí las nociones de un Dios celoso, de un Dios enojado, de un Dios vengativo surgen en la imaginación de las personas. Esto es así porque están proyectando sobre Dios sus propias tendencias y su propia situación comprometida.

Si Dios es todopoderoso, ¿cómo podría ser Dios inseguro? Si Dios conoce los errores que vas a cometer, ¿Por qué te castigaría por cometerlos?  Si Dios sabe que sin el Conocimiento tu mente estará confusa y perdida en el mundo, ¿Por qué te castigaría Dios por esto? Eso sería como castigar a un bebé por llorar, o castigar a un niño por ser infantil. Esto es ignorante, y todavía estas ideas son muy prevalentes en el mundo, muy prevalentes entre ciertas personas, en ciertas instituciones que claman representar la Voluntad y el propósito Divinos en el mundo.

Las personas esperan que el malvado que se va sin ser castigado en esta vida encuentre el castigo eterno más allá de esta vida, y que su sentido de justicia sea satisfecho, y que su deseo de venganza sea satisfecho, y que Dios sea su ejecutor, y que Dios sea su carcelero. Entonces la entera noción del Cielo y el Infierno se vuelven aquí una proyección psicológica —una proyección de la imaginación humana, de los valores humanos y de las tendencias humanas.

Claramente, el Cielo es un estado que no puedes imaginar, pues el Cielo es un estado donde no tienes una forma física. No eres materia sólida, como eres en este momento, porque estar en el cuerpo implica sufrir las limitaciones del cuerpo y los peligros de la vida. Este no puede ser el estado celestial. Incluso si tuvieras un cuerpo en el estado celestial, se volvería cada vez más restrictivo con el tiempo. Y claramente, las nociones de las personas del Infierno y la condenación son algo que un Dios amoroso nunca podría crear o aprobar.

Entonces tienes esas paradojas y esos conflictos y esa confusión. Todo nace de estar disociado de tu naturaleza más profunda y de la corriente más profunda de tu vida. Aquí la imaginación reemplaza al reconocimiento y a la comprensión. Aquí la ideología y las creencias rígidas reemplazan la certeza del Conocimiento en tu interior. Aquí tu consciencia de la Presencia Divina se vuelve una especie de batalla judicial en lugar del poder de la gracia y la redención.

Dios sabe que la existencia física es difícil y problemática y que, dentro de ella, las personas estarán asustadas, aterrorizadas y serán conducidas por las circunstancias de la vida. Es por esto que Dios ha puesto el Conocimiento en tu interior y dentro de todos los seres sintientes —como una fuente de guía; como una fuente de corrección, protección e inspiración—. El problema de la separación fue curado instantáneamente porque el Conocimiento fue puesto dentro de aquellos que buscaron escapar de su estado celestial para crear un tipo diferente de realidad para ellos mismos.

Puedes imaginar cualquier cosa que quieras y cualquier cosa que no quieras, pero el Conocimiento sigue viviendo dentro de ti. Opera dentro del reino de tus cinco sentidos y más allá del reino de tus cinco sentidos. Opera más allá de los límites de tu intelecto. Es por esto que parece ser misterioso. Representa tu realidad no física, y es por esto que desconcierta tu lógica y tus sistemas de pensamiento. La imaginación le da forma a tus pensamientos e impulsos, pero el Conocimiento está más allá de la forma. Y aun así el Conocimiento te guía en las cuestiones más prácticas. Dios sabe qué está bien y que no está bien para ti.

Así que el Conocimiento es el antídoto al mal. Es la corrección al pecado, y es enteramente natural dentro de ti, siendo la esencia de tu verdadero Ser, el Ser que Dios ha creado, no el ser que es un producto de tu cultura y tu ambiente mundano.

Antes de cometer un error, hay señales, y habrá contención en tu interior. Antes de cometer un error grave o costoso, sentirás esta contención. Grandes oportunidades vendrán a tu vida, relaciones importantes, y el Conocimiento te motivará hacia ellas. Pero si no puedes sentir esta contención y esta motivación, entonces perderás el Poder y la Gracia de Dios temporalmente.

Sin ellos, solo tendrás tu confusión, tus ideas y las ideas de otros para guiarte. Esta es la fuente de todo error. Esto produce errores costosos e incluso fatales. Esto es lo que te lleva por un oscuro camino de errores, culpa y autorepudio.

Pero el Conocimiento sigue en tu interior, siempre contigo. Dios nos acompaña en el camino. El poder de la redención sigue estando en tu interior. No importa lo que hayas hecho, o pienses que has hecho, lo que tengas en contra tuyo y de otros, el Conocimiento está allí para proveer la corrección. Provee el camino de salida de tu dilema. Restaura tu verdadera relación contigo mismo; te da la fundación y el criterio para establecer verdaderas relaciones con otros; y te pone en el camino para encontrar y realizar tu mayor misión y propósito para estar en el mundo.

Dios ya te ha dado la respuesta. Pero debes reenfocar tu mente, y reorientarte a ti mismo para experimentar la respuesta que vive y funciona en tu interior. Esto incluye tomar los Pasos al Conocimiento, reconectando tu mente personal con la Mente más profunda del Conocimiento en tu interior.

Como ves, en lugar de castigar a los malvados y enviarlos al Infierno, Dios asiste a los malvados, a los pecadores y a los que están perdidos y los prepara para el Cielo restaurándoles su consciencia del Conocimiento, y con ella su consciencia más profunda.

Las personas a menudo asocian la consciencia con la culpa, pero en realidad la consciencia es el Conocimiento y el poder dentro de ti que te llevará a restaurar tu vida, a borrar tus errores y a restablecer tu integridad y tu verdadera relación contigo mismo y con otros. Es el poder de la redención en tu interior. No importa cuánto te alejes, no importa cuánto diverjas de tu naturaleza más profunda y propósito en el mundo, el Conocimiento está allí para traerte de vuelta.

¿Qué hay del castigo? Bueno, cuando te divorcias del Conocimiento, ya te estás castigando a ti mismo. Dando tu vida a cosas sin sentido, sentirás que tu vida no tiene sentido. Dando tu vida a cosas insignificantes, sentirás que tu vida es insignificante. Guiado por los deseos, la ambición y el miedo, pensarás que tu vida se compone de esas cosas. Ella será débil, falible, y no tendrás respeto por ti mismo o por otros. Y lo que valorarás en otras personas serán aquellas cosas que te han seducido: poder, prestigio, fuerza, obediencia, etcétera.

Este es un mundo sin Conocimiento. Este es el lugar donde los separados han venido a vivir y a tratar de realizarse a sí mismos. Pero no puedes encontrar realización de esta manera. Pues sin el Conocimiento, no hay realización. Hay placer temporal. Quizás haya momentos para estar despreocupado, pero la vida aquí es pesada y difícil. Es estresante. Constantemente teniendo que resolver problemas y adaptarse a circunstancias cambiantes, la vida aquí es difícil. Si estas siendo honesto contigo mismo, verás esto y tendrás que confesarlo. Y te comprometerás a ti mismo para obtener lo que quieres, complacer a otros, ganar favores, construir riqueza, capturar belleza y evitar el dolor.

Es una situación desesperada. Puedes pensar en un millón de planes y esquemas diferentes que hagan funcionar tu existencia para tu ventaja, pero no hay esperanza aquí. El deseo por la realización personal no funcionará porque la separación no funciona, y tú no puedes hacerla funcionar, y cuanto más lo intentes, más te decepcionarás y más te entregarás a tus ambiciones y a las ambiciones de otros.

Las personas a tu alrededor están demostrando dramáticamente, de incontables formas, todos los resultados de vivir sin Conocimiento. ¿Cómo puedes condenarlos por esto, cuando te están mostrando el valor del Conocimiento en tu interior, y la desesperación de tratar de realizarte a ti mismo sin él? Con el entendimiento correcto, no habrá condena. En Dios, no hay condena. Solo hay corrección.

No es como si eres un creyente y consigues ir al Cielo. Esto no funciona así en absoluto. Debes dar tu vida al poder y la presencia del Conocimiento, ser guiado por tu consciencia más profunda, ya sea que te adhieras a una religión o no.

No son los creyentes quienes van al Cielo. Son aquellos quienes han sido preparados para el Cielo por el Poder y la Gracia del Conocimiento dentro de sí mismos. Pues esto es lo que Dios les ha dado para guiarlos y prepararlos y para realizarlos en el mundo, un mundo donde la realización no puede lograrse de ninguna otra manera.

El pecado y el error son los subproductos naturales de vivir en un estado de Separación, de alienación de uno mismo y de otros. Esto es de esperar; esas son las consecuencias. Y ya sea que estos errores sean socialmente aceptados o no, ya sean generalmente experimentados y expresados por otros o no, es fundamentalmente el mismo problema. Es solo una cuestión de hasta qué punto se está involucrado en la servidumbre a la ignorancia y a la Separación. Pero aún sigue estando el poder redentor del Conocimiento.

La sociedad debe aislar a aquellos que son peligrosos y destructivos, pero no pienses que existe condenación eterna.  Solo hay Separación de Dios. Y esto produce una especie de nivel de sufrimiento e incomodidad continuos que ninguna cantidad de placer, escape o evitación puedan aliviar.

Entonces ya estás viviendo en una especie de Infierno. Cuando te des cuenta de esto, y te des cuenta de que no puedes escapar de este Infierno buscando más placer, o ganando más seguridad, o ganando más poder y dominio sobre otros, entonces te darás cuenta de que debes ceder las riendas a un mayor poder en tu interior.

Aquí el intelecto puede comenzar a asumir su lugar correcto como vehículo de expresión y creatividad del poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti. Aquí comienzas a ejercer el poder de la corrección hacia ti mismo y hacia otros. Y mirarás al mundo con perdón pues te das cuenta que, sin el Conocimiento, las personas solo pueden vivir en la confusión y ser propensas al error y a todas las seducciones de aquellas fuerzas de disonancia en la vida que prueban estar minando el bienestar y la integridad de las personas en todos lados.

Has venido al mundo para escapar de tu estado celestial, pero has venido aquí con un propósito mayor porque Dios ha venido contigo. Dios está en el asiento trasero. Tú estás conduciendo el automóvil. Piensas que estas solo en este auto, pero Dios está en el asiento trasero. Dios te está susurrando al oído —donde girar, dónde ir, qué hacer, que evitar, con quien estar, con quien no estar. Y a medida que tu mente comienza a calmarse, escucharás esta voz; sentirás estos impulsos. Este es Dios hablándote.

Pareces estar solo y aislado, separado de otros, pero Dios ha venido contigo porque no puedes verdaderamente separarte de Dios. Incluso si has cometido los peores crímenes en esta vida, sigues sin poder estar separado de Dios, y Dios te reclamará eventualmente. Pero cuanto más tardes, más sufrirás, y más tiempo estarás en tu propio Infierno personal. Puedes crear un mayor Infierno para ti mismo, pero el salvavidas a Dios está ahí.

Ciertas figuras e instituciones religiosas tratan de forzar a las personas a creer en Dios y a ser obedientes a sus doctrinas y a su ideología con la amenaza de castigo y condena eterna. Y ellos claman que esto viene de Dios, de la palabra de Dios: “Aquí está en el libro”. Ellos apuntan al libro.

Pero ellos no entienden a Dios; no entienden el Poder y la Presencia de Dios. Piensan que es una cuestión de creencia y obediencia, pero la creencia es débil; es de la mente. Y la obediencia es servil y no demuestra verdadero respeto a menos que sea natural y provenga del corazón. No puedes ser forzado a hacer lo correcto, pues tu corazón no estará allí. Y esto solo generará resistencia y resentimiento y un malentendido y mal uso de las grandes Revelaciones que Dios ha enviado al mundo. En cierto sentido, todo se corrompe aquí. Las Grandes Revelaciones de Dios se corrompen porque las personas las usan para su propia ventaja, para realizar sus propias ideas y tendencias.

La religión está diseñada para ser un camino a seguir, un camino de redención y renovación. Está diseñada para traer a las personas al Conocimiento, para honrar el Poder y la Presencia del Conocimiento dentro del individuo. Pero la religión se vuelve una herramienta del intelecto. Aquí es donde el fundamentalismo y la estricta observación de la ley surgen, clamando ser la ley de Dios. Dios no tiene leyes. Dios solo tiene guía. Dios te ha dado el Conocimiento, para que no necesites ser gobernado por un poder extraño y distante.

El señor del universo no está preocupado con tus asuntos diarios y no controla los eventos de tu vida diaria. Pero te ha dado el Conocimiento, la luz guiadora dentro de ti. Y tienes Grandes Maestros más allá del rango visible que están allí para asistirte, para guiarte y cuya presencia en tu vida se volverá cada vez más manifiesta a medida que aprendas a seguir al poder y la presencia del Conocimiento en tu interior.

Dios ha creado el antídoto perfecto para el mal y la corrección perfecta para el error. Dios no espera tu perfección aquí, solo un mayor servicio al bienestar de otros y al bienestar y la preservación del mundo.

Cuando comiences a ver esto, estarás muy agradecido. Estarás tan agradecido de tener este poder guiador en tu interior. Y estarás muy agradecido de que no haya una espada de castigo colgando sobre tu cabeza, y de que haya una forma de salir de tu dificultad, no importa que tan profunda y compleja pueda parecer.

La Nueva Revelación de Dios trae claridad aquí, claridad de propósito y claridad de significado. Enseña la realidad de tu naturaleza espiritual al nivel del Conocimiento. Va más allá de simples pautas y amonestaciones para proveer inspiración y dirección para ti. Honra tu diseño único y tu propósito y misión únicos en la vida.

La Nueva Revelación de Dios es pura. No ha sido corrompida por gobiernos. No ha sido aprovechada por individuos ambiciosos. No se ha juntado con otras cosas. Permanece incorrupta, sin mezcla, pura y esencial. Pero no puedes entenderla completamente con tu intelecto. Tendrás que experimentarla.

Tendrás que experimentar el poder y la presencia del Conocimiento en tu interior y reconocer que tienes una realidad mayor más allá del reino del cuerpo físico, y que esta realidad está contigo en este momento y en cada momento. Tendrás que entender que debajo de la superficie de tu mente hay una Mente más profunda, una corriente más profunda de vida y sabiduría. Tendrás que aprender a aquietar tu mente para sentir el poder y la presencia del Conocimiento en tu interior, y Dios ha provisto la preparación para esto.

Nunca pienses que las Revelaciones de Dios ya se han dado, pues Dios no ha terminado de hablar al mundo. Dios sabe que la humanidad está entrando a un tiempo de gran dificultad, donde tendrá que enfrentar las Grandes Olas de Cambio que están llegando al mundo y la realidad de la vida y la competición desde el universo a su alrededor. Dios no ha terminado de hablar al mundo, y una gran clarificación está siendo dada y una preparación para un nuevo conjunto de eventos y circunstancias, de las cuales la humanidad no es consciente ni está preparada.

Es tiempo de que la humanidad aprenda qué significa la espiritualidad dentro de una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo. En lugar de tener un énfasis aislado y tribal, debe ahora volverse más universal y completa. Es tiempo de que la humanidad aprenda sobre su vida y su destino dentro de esta Comunidad Mayor, y de que tenga una mayor comprensión de la naturaleza real de la espiritualidad humana, y del poder de la redención y renovación que vive dentro de cada persona en este momento, esperando a ser descubierto.