Coraje y la voluntad de prepararse


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 9 de abril de 2011
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Courage and the Will to Prepare

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

La mente es débil. Las creencias son desafiadas fácilmente. Las emociones se hacen brotar fácilmente. Ante situaciones difíciles, uno puede desalentarse y ser desanimado fácilmente. Es por eso que la gente huye de la verdad, no porque lo que estén encarando sea falso, sino porque no tienen la fuerza para permanecer con ello.

Sus planes, sus objetivos, sus preferencias, sus involucraciones, sus previas inversiones… todo puede ser desafiado fácilmente en el nuevo mundo —un mundo de cambio medioambiental y agitación económica, política y social; un mundo difícil donde la humanidad tendrá que enfrentar el daño que ha causado al mundo y a su capacidad de sostener a la humanidad. Este un desafío inmenso, y hay muy pocas personas, incluso entre los expertos, que puedan afrontarlo realmente.

Las personas huyen de esto completamente, o bien esperan que no sea cierto. Se aseguran a sí mismas que todo irá bien o que la humanidad puede lidiar con cualquier cosa. Con esto, lo que quieren decir es que algún otro puede lidiar con ello en su nombre.

Las personas no pueden encarar la realidad, porque son débiles y les gobiernan sus pensamientos, sus sentimientos, sus creencias y la aprobación de otros. Por tanto, se siguen las unas a las otras ciegamente, participan en largas conversaciones carentes de significado y se complacen en fantasías, aficiones e intereses sin profundizar nunca dentro de sí mismas o del otro.

Tú puedes ver lo que es real, porque Dios te dio esta capacidad. Puedes discernir, en términos generales, lo que está llegando en el horizonte, porque Dios te ha dado esta capacidad. Puedes distinguir entre tu experiencia más profunda y tus esperanzas, deseos y miedos, porque Dios te ha dado esta capacidad. Son estas capacidades que están conectadas con la mente más profunda dentro de ti, la mente que Nosotros llamamos Conocimiento.

El Conocimiento no tiene miedo del mundo. El Conocimiento es permanente; es para siempre. Estaba contigo antes de que vinieras aquí y estará contigo cuando te hayas marchado. El mundo no lo amenaza. Pero está aquí en una misión. Y para que esta misión se cumpla, debes preparar el resto de ti —tu mente y tu cuerpo— para un mayor servicio y participación en el mundo.

Esto requiere que enfrentes la realidad, tanto dentro de ti como a tu alrededor, fuera en el mundo. Esto, por supuesto, requiere una mayor honestidad, más allá de lo que piensas en este momento, una honesta evaluación de tu experiencia más profunda y de lo que el Conocimiento realmente te dice que está pasando en el mundo a tu alrededor.

Las personas miran las situaciones difíciles y esperan lo mejor, asegurándose a sí mismas que alguien, de algún modo, lidiará con ello, como si ellas mismas tan solo fueran espectadores en la vida.

Pero el hombre y la mujer del Conocimiento miran y ven lo que está viniendo, y ven si la gente tiene el coraje y la voluntad de prepararse. Aquí encaras la vida objetivamente, con claridad y gran sobriedad, pero también con mayor fuerza y compasión.

A medida que aprendes a tomar los Pasos al Conocimiento, la mente más profunda dentro de ti, comienzas a adquirir un sentido de permanencia y de fuerza, certidumbre y determinación. Ves que esto falta en otros, y que por eso ellos viven unas vidas tan insatisfactorias, persiguiendo placeres, sueños y fantasías, huyendo de todo lo que les asusta o desafía sus ideas y nociones.

Pero la llamada es para ti. El mundo es un campo de pruebas para ti. A pesar de lo que otras personas hagan o no hagan, digan o no digan, la llamada es para ti. Debes entender esto, de lo contrario pasarás tu responsabilidad a otros.

“Bien,” dices, “¿qué va a hacer la gente? ¿Cómo puedo compartir esto con la gente? ¿Y cómo va a cambiar la gente?” Esto es intentar pasar la responsabilidad a algún otro.

Si piensas en el público en general, sin ninguna duda te desanimarás. Pero no es ahí donde tu enfoque necesita estar.

Necesitas prepararte para las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo. Necesitas prepararte para la emergencia de la humanidad a una Comunidad Mayor de vida en el universo. Necesitas prepararte para los grandes eventos de tu vida, no solo para los asuntos del día a día.

Necesitas prepararte para construir los Cuatro Pilares de tu vida: el Pilar de tus Relaciones, el Pilar de tu Trabajo y Aprovisionamiento, el Pilar de tu Salud y el Pilar de tu Desarrollo Espiritual. Como las cuatro patas de una mesa, esto es lo que te sostiene y determina cuán grande es la vida que puedes realmente vivir y cuánta responsabilidad y sabiduría puedes realmente portar.

Para comenzar a recibir la Nueva Revelación, debes tener el coraje y la voluntad de prepararte. Esto no es una ideología; no es un sistema de creencias; no es simplemente una plétora de ideas que te gustan o te disgustan, que apruebas o desapruebas. Pensar así es pensar tontamente y no reconocer el poder y el significado de la Revelación y lo que esta te pide.

Esto tiene mucho que ver con la honestidad y con lo que te dices a ti mismo. Aquí las personas no se dan cuenta de cuánto de sus vidas está construido sobre la deshonestidad y las falsedades que se dicen a sí mismas. No son realmente honestas consigo mismas, y, por tanto, eso es lo que comunican a todos y al mundo a su alrededor. Ellas piensan que están siendo honestas, porque están expresando lo que piensan y sienten. Pero realmente están perpetrando falsedades.

La gente construye relaciones sobre falsedades y suposiciones falsas. Ocurre continuamente. La gente construye vidas y carreras profesionales y se implica profundamente en cosas que realmente nunca tuvieron promesa, y que no representan su mayor llamada para estar aquí. Esto ocurre continuamente, por todo tu alrededor.

Una gran implicación en el romance, la gran implicación en los negocios —las grandes inversiones que las personas hacen en cosas que en realidad tienen muy poco que ver con quiénes son, con por qué están aquí y con lo que realmente son capaces de dar y comprender.

La mente es débil. Tus ideas y creencias pueden ser muy firmes, puede que las defiendas ciegamente, pero la mente aun así es débil. Estar fijo en tus creencias representa una debilidad. Significa que no solo eres insensato, sino encima arrogante.

Tú no sabes quién eres, no sabes por qué estás en el mundo, no sabes quién te envió ni tampoco qué has venido a hacer aquí realmente. Toda la pretensión, todas las admoniciones, todas las declaraciones que las personas hacen, no pueden ocultar el hecho de que son profundamente ignorantes de quienes son, de por qué están aquí y de qué están haciendo realmente.

Las personas crean vidas muy demandantes y asumen enormes responsabilidades antes de tener alguna noción de estas cosas mayores, y luego sienten que deben atender estas responsabilidades, lo cual exige un tremendo esfuerzo, por supuesto, mucho sufrimiento y lucha. Pero ellas nunca tienen que pensar sobre las cuestiones mayores, porque están demasiado ocupadas atendiendo sus responsabilidades.

Pero sus responsabilidades no son realmente auténticas. Se construyeron sin un conocimiento y una comprensión de su naturaleza más profunda, de su llamada más profunda y de su responsabilidad más profunda ante la Fuente de su vida.

Es por eso que las personas están tan serias, tan insatisfechas, tan confundidas y tan en conflicto. Sí, tienen grandes responsabilidades y están siendo muy responsables, y la sociedad admira eso. Pero de algún modo han pasado por alto su llamada en la vida, y ahora son esclavas de sus responsabilidades y expectativas, así como de las expectativas de otros.

Y por tanto, pierden todo el asombro. Pierden la espontaneidad. Pierden la creatividad. Están vacías por dentro, caminando por la vida, atendiendo sus responsabilidades, estableciendo quizá una posición en la sociedad, tal vez hasta liderando una nación. Pero por dentro están vacías, huecas, ausentes.

Para ellas el Conocimiento es algo tan distante que para encontrarlo tendrían que volver sobre sus pasos. Para encontrarlo tendrían que explorar profundamente bajo la superficie de su mente. Pero están tan comprometidas en el exterior que no se atreven a arriesgarse a cuestionar sus prioridades y responsabilidades. Por tanto, no quieren saber, y no quieren saber nada que pueda desafiar o amenazar sus planes, sus objetivos o sus actividades. Por tanto, viven ciegamente y no utilizan la mayor inteligencia que Dios les ha dado para guiarlas, protegerlas y prepararlas para una vida mayor.

Así pues, están disociadas de sí mismas y disociadas de Dios. Están disociadas de la verdad. Para estas personas, la verdad solo es una cuestión de perspectiva y de ideas, las cuales pueden ser fácilmente cuestionadas o rechazadas. Tienen demasiado miedo para afrontar la verdad que no puede rechazarse y que no depende en absoluto de la perspectiva, sino tan solo de la honestidad.

Debes darte cuenta de que tu llamada es una llamada a prepararte, porque no estás listo para una vida mayor. No estás listo para entender y seguir al Conocimiento dentro de ti. Ni siquiera sabes todavía lo que es. Todavía es una voz débil, lejana e intermitente dentro de ti. No te has acercado al Conocimiento lo suficiente para entender su mayor poder y eficacia.

Ves que es mil veces más poderoso que tu intelecto. Pensarás que es una herramienta del intelecto, una herramienta para ayudarte a conseguir lo que quieres y evitar las dificultades.

Este malentendido está presente al principio en casi todo el mundo. Piensan que Dios es su sirviente, que Dios va a darles lo que quieren, que Dios va a ayudarles en todos sus problemas, que Dios va a permitirles realizar sus sueños y objetivos, pensando que eso viene de Dios.

Lleva mucho tiempo desaprender estas cosas y tener la honestidad y el coraje para cuestionarlas, rodearlas y observarlas objetivamente, para ver si son realmente ciertas, si hay en ellas alguna verdad en absoluto, y para liberarse del condicionamiento social que hace de ti un esclavo de la aprobación y las expectativas de los demás.

Por esta razón, el primer propósito de Dios es descargarte, porque estás cargado con lo innecesario. Estás luchando con cosas que nunca podrán ser y que tienen escasa promesa. Eres un esclavo de tu cultura, de tu familia, de tu religión, de ideas y creencias que no están basadas en el Conocimiento. Y lo que sí está basado en el Conocimiento no puedes discernirlo fácilmente.

Es como una aguja en un pajar, como dice la gente. Bien, tienes remover un montón de paja para encontrar esa aguja. Es de eso de lo que trata principalmente tu preparación: de quitar lo que es falso, lo que no es real, aquello que deseas y te ata, y que realmente no necesitas. No es necesario y, por tanto, supone una distracción y una obsesión para ti.

Las personas se enamoran de otras personas basándose en imágenes y en la personalidad, en seducciones, enamorándose de personas que nunca podrían realizar el mayor viaje con ellas, ni siquiera en un millón de años. Y aun así, oh, son tan devotas que entregan su vida. Están obsesionadas, obsesionadas con la personalidad. Están obsesionadas y llaman a eso amor, como si el amor fuese una especie de droga a la que se han vuelto adictos, y luego tuviesen que pasar por el síndrome de abstinencia, que es inmensamente difícil. Existe la adicción a sustancias y existe la adicción a la personalidad. Esto no es amor. Es obsesión.

El Conocimiento te guiará a la gente, a los individuos, que realmente tienen una promesa para tu vida, que realmente tienen la posibilidad de establecer contigo unas relaciones importantes y significativas. Decimos posibilidad porque también ellos tienen que prepararse, pues nadie está realmente preparado para las realidades mayores de la vida. Eso es como pedir a un niño que esté listo para salir fuera a trabajar en el mundo como sus padres. No están preparados para eso.

De igual manera, tú no estás preparado para vivir una vida de mayor propósito. Y por tanto, la preparación se vuelve el énfasis, tu honestidad se vuelve el énfasis, tu paciencia y tu determinación se vuelven el énfasis. Porque solo el Conocimiento puede llevarte al Conocimiento. Todas tus otras razones —la riqueza, el placer, la paz, el amor, el romance, todas estas cosas— tendrán que dejarse a un lado conforme avances. No puedes llevarlas contigo en tu ascenso a la montaña. Son por mucho demasiado pesadas e innecesarias.

Por tanto, el estudiante se encuentra en un proceso de deshacer cosas que ya ha puesto en movimiento, así como de liberarse de las expectativas, los objetivos, los planes y los deseos que son falsos. Aquí no te vuelves un asceta; simplemente ganas honestidad —honestidad básica, simple y profunda—. No es un estilo de vida. No estás renunciando a todos los placeres; no estás retirándote del mundo; no estás viviendo una vida de extrema abstinencia. Estás solo ganando honestidad, hasta el punto de que ya no te mientes a ti mismo ni tampoco a otras personas, y eres capaz de ver tu tendencia a hacerlo y corregirla y manejarla objetivamente en tu propia experiencia.

Prepararse requiere coraje. Debes encarar cosas que no has encarado antes. Debes considerar cosas que no has considerado antes. Debes cuestionar tus creencias y tus suposiciones, así como las creencias y suposiciones de tu cultura, tu familia e incluso de tu religión, si es necesario.

Encuentras este coraje porque está surgiendo desde un lugar más profundo dentro de ti, bajo la superficie de tu mente —bajo la superficie turbulenta, confusa y caótica de tu mente, desde un lugar más profundo donde existe certidumbre, sabiduría y Conocimiento.

Las personas están tan asustadas, tan manejadas y son tan compulsivas, que no pueden estar quietas ni cinco segundos. Cierran sus ojos para comenzar a meditar y su mente es como un animal salvaje, yendo a todas partes, como si fueran todos los canales de la televisión al mismo tiempo —yendo aquí y allá y a todas partes.

Debes dar un paso atrás y no identificarte con esto. Es solo la mente, intentado procesar todas sus impresiones, su información y su resolución de problemas, tanto de manera razonable y lógica como de maneras fantásticas, como si estuvieras en un sueño.

El coraje surge de reconocer y sentir una necesidad más profunda dentro de ti. Es realmente responder al Conocimiento, quizá muy débil e intermitentemente al principio. El Conocimiento te está llamando a responder.

Así es como Dios te habla. No se apartan las nubes mientras habla una gran voz, sonando como un trueno en las montañas, diciendo tu nombre. No, incluso para los santos y los grandes Mensajeros, el proceso es el mismo. Todo lo demás son solo historias para inducir la creencia y la sumisión.

Tú sientes la necesidad más profunda de responder. Sientes la necesidad de entender a dónde debes ir en la vida. No quieres que tu vida acabe como la de toda la gente que estás viendo a tu alrededor. No quieres volverte un esclavo de tu mente y tu cultura. No quieres tener relaciones vacías. No quieres tener que trabajar como un esclavo para producir riqueza.

Por tanto, has de mirar realmente tu vida. ¿Qué es lo que tienes disponible? ¿Qué te limita en el exterior? Y luego, aún más importante: ¿qué te limita en el interior —que no son sino tus creencias, tus suposiciones, tus deseos y tus miedos, todas esas cosas que son vaporosas y tienen poca sustancia en realidad?

La luna todavía sale, el sol todavía brilla, las estaciones pasan, la hierba crece, los pájaros vuelan, los peces nadan. Por tanto, ¿qué diferencia suponen tus pensamientos, excepto en su capacidad de nublar o clarificar tu percepción?

No es una cuestión de crear tu propia realidad, porque la gente usa eso para construir lo que ellos piensan que es una mejor fantasía, para reemplazar la fantasía miserable en la que están viviendo ahora. Pero las fantasías son miserables si intentas vivirlas, porque no concuerdan con la realidad del Conocimiento dentro de ti.

Y cuanto más inviertes en ellas, más peligrosa se vuelve tu vida y más miedo tienes del mundo. Temes el cambio, temes la pérdida, temes la honestidad.

Dios te pide que seas honesto. A partir de ahí, puedes empezar a discernir un mayor camino para ti, una mayor llamada en tu vida, una mayor asociación más allá del reino visible y una nueva base para participar con otros de maneras que son maravillosas y productivas.

La voluntad de prepararse y el coraje: coraje es asumir cosas difíciles sin ningún tipo de certeza en el resultado. No es seguir el camino fácil, donde todo está dispuesto para ti: vas y trabajas en el negocio de tu padre, de modo que nunca has de pensar sobre lo que has venido a hacer aquí realmente. Tienes hijos antes de estar preparado, de modo que ellos determinarán las responsabilidades de tu vida. Te casas antes de tener alguna idea de lo que estás haciendo y de la dirección que necesitas tomar. Por tanto, tu matrimonio determina tu vida. Terminas pareciéndote a todos los demás.

El mundo es como es en función de cuánta gente está respondiendo a su mayor llamada y propósito en su vida. Si el porcentaje es minúsculo, entonces el mundo está siempre en un estado de penalidades y conflicto, al borde del conflicto, a punto de derrumbarse.

Las personas se vuelven como esclavas, como rebaños de animales, llevadas a la guerra, llevadas a un consumo innecesario, llevadas a persuasiones políticas, llevadas a creencias religiosas donde ellas no tienen un verdadero sentido de quiénes son y qué están haciendo.

La gente vive en la superficie de la mente, que es como la superficie del océano: turbulenta, barrida por los vientos del mundo, un día en calma y al siguiente agitada, incluso violenta. Si mirases la superficie desde la cubierta de un barco, el océano no parecería tener un orden discernible. No podrías discernir sus mayores movimientos. No podrías discernir que, bajo la superficie, las aguas se están moviendo como una cinta transportadora por todo el globo.

No entenderías la vida que habita en ese océano. No entenderías lo organizado, aunque complejo, que es realmente el sistema de los océanos y el clima de la Tierra. Solo verías turbulencias y tratarías de adaptarte a ellas, como aquellos que navegan en un barco. Ellos con el tiempo han aprendido a entender las corrientes y los patrones del viento, de modo que tienen un mayor entendimiento —porque tenían la necesidad y el coraje de prepararse para ello.

Los vientos del mundo están barriendo tu mente de un lado a otro, atrayéndote, alterándote, abrumándote, deleitándote, intrigándote, aterrorizándote. ¿Cómo podrías encontrarte a ti mismo aquí? ¿Cómo podrías discernir aquí la mayor dirección de tu vida?

Debes retirarte de estas cosas, en gran medida, para tener alguna posibilidad de acercarte al Conocimiento en tu interior. Por tanto, sentirás la inclinación natural a retirarte de las actividades sociales, de los medios de comunicación y de muchas cosas durante un periodo de tiempo, de modo que puedas tener la oportunidad de discernir tu experiencia más profunda.

El Señor del universo ha provisto los Pasos al Conocimiento. Esta es una preparación poderosa que no podrías proveerte por ti mismo. Tú la sigues y, a medida que lo haces, aquello que es cierto se fortalece, y aquello que es falso se debilita. A medida que la sigues, te vuelves más prudente con tu vida y tus decisiones, más cuidadoso con tu tiempo y tus relaciones con otros y más discerniente del mundo a tu alrededor.

Conforme la mente se aquieta, comienzas a percibir cosas que antes no veías; escuchas cosas que antes no escuchabas. Comienzas a responder cada vez más al Conocimiento dentro de ti y al Conocimiento dentro de otros, y ves cómo puedes distinguir entre el Conocimiento y todo lo demás.

La Presencia Angélica observa para ver quién puede responder a la llamada y ver si tiene la voluntad de prepararse y el coraje para tomar los Pasos al Conocimiento —para ascender a esta montaña, una montaña que no puede discernir y no entiende—. Observa para ver quién puede emprender un verdadero viaje en la vida, un viaje poderoso y sustancial. Observa para ver quién puede responder al Conocimiento y quién puede prepararse.

La preparación se vuelve entonces el campo de pruebas. Si no puedes prepararte, entonces no importa que tengas un gran destino de hacer algo muy significante en el mundo. La preparación requiere más desaprendizaje que aprendizaje —requiere liberarse, atravesar periodos de profunda confusión e incertidumbre conforme dejas tus viejas ideas y te aproximas a un mayor entendimiento.

Como la persona en el trapecio, debes soltar una barra para alcanzar la otra. Y, por tanto, esos intervalos pueden ser muy vacíos para la gente. Ya no eres quien solías ser, pero todavía no eres lo que has de ser, y como consecuencia atraviesas periodos de vacío e incertidumbre. Pero esto es natural y es parte del aprendizaje. Es una parte integral de la preparación.

Lo que te lleva a través de esto es el Conocimiento —tu fe en el Conocimiento, la evidencia del Conocimiento que estás comenzando a vivir y que has adquirido hasta ahora y la evidencia del Conocimiento en las vidas de la gente que te inspira.

Debes pasar por esta preparación. Todavía no estás donde necesitas estar dentro de ti, o incluso en tu posición en la vida, para comprender realmente y responder a una mayor llamada.

Por tanto, la llamada es a prepararte, y para prepararte debes tener un coraje más profundo. Y ese coraje más profundo surge de tu honestidad. Estás desarrollando una mayor honestidad. Y la motivación para todas estas cosas surge del Conocimiento.

El Conocimiento te llevará al Conocimiento. El Conocimiento te llevará a través de los periodos de incertidumbre. El Conocimiento es permanente. Tu experiencia de él puede variar según tu proximidad a él varia, pero el Conocimiento es constante. No está confuso. Es el maestro, tú eres el estudiante.

Pero aquí también necesitas otros maestros, estudiantes que están más avanzados que tú en el aprendizaje y la aplicación de la Nueva Revelación. Y necesitarás, si te es posible, aprender del propio Mensajero que hoy está presente en el mundo. Es una gran bendición que él esté aquí y puedas aprender de él. Porque cuando se haya ido, el Mensajero se habrá ido.

La gente tendrá que depender entonces de su [propia] comprensión, lo cual es algo muy peligroso cuando la gente no está realmente bien preparada. Es muy fácil cometer errores, y el Mensaje puede ser alterado, confundido y diluido. Otros pueden venir a asumir posiciones de poder y liderazgo sin haber sido nunca autorizados realmente por los Poderes Mayores para hacer eso.

Vivir en el tiempo de la Revelación y vivir en el tiempo del Mensajero tiene una importancia inmensa. Tú no tendrás una relación personal con él —él no tiene tiempo para tener relaciones personales con cientos y miles de personas— pero puedes aprender de él. Da gracias por estar viviendo en un tiempo en el que él está aquí contigo. Es un hombre mayor; no va a estar aquí para siempre.

Necesitas influencias poderosas tanto en el exterior como en el interior para navegar la confusión, la complejidad e incluso los engaños que existen en ti, y necesitas certidumbre para navegar un mundo cada vez más inestable y cambiante.

Necesitas el poder del Conocimiento. Necesitas también compañeros fuertes. Y necesitas los ejemplos poderosos de otros para inspirarte y ayudarte a ver si estás cometiendo un error en tu comprensión o en tu aplicación.

Algunas personas vienen a la Nueva Revelación y solo quieren ser bendecidas por ella, pensando que de ahora en adelante la bendición se ocupará de todo a su favor. Quieren estar en una beneficencia espiritual, pensando que Dios simplemente va a proveer y a proveer y a proveer, y que ellas solo tienen que aceptar los milagros que piensan van a estar llegándoles. Pero esto es deshonesto.

Estar en una relación genuina requiere verdadera participación. Requiere preparación. Requiere esfuerzo. Requiere una inversión de tiempo y energía. Implica cambio y adaptación.

No puedes simplemente casarte con alguien pensando que va a hacer lo que piensas que debería hacer y que tú no vas a hacer nada por él o por ella, que no vas a tener que cambiar para estar con él o con ella. La gente realmente se casa con esta actitud. Es asombroso. Es tan profundamente ignorante… pero por desgracia es cierto.

La llamada es a responder. Después la llamada es a prepararte. La preparación es importante. Pero incluso durante la preparación tendrás la oportunidad de contribuir a otros. Esta contribución surgirá de cualquier avance que puedas lograr en tu preparación.

Incluso tu demostración respondiendo al Conocimiento es una enseñanza poderosa para los demás. Incluso tu rechazo a hacer ciertos compromisos contigo mismo y con otros es una demostración poderosa. Aquí enseñas, automáticamente mientras aprendes, si tu aprendizaje es auténtico. De hecho, enseñas de todos modos, porque siempre estás demostrando lo que valoras y aquello en lo que crees. Por tanto, a medida que valoras algo mucho mayor y más significativo, ello se vuelve parte de tu demostración a otros.

Aquí tus relaciones cambian. Viejas relaciones pueden caer, pues no pueden hacer el viaje contigo, y nuevas relaciones aparecen en el horizonte.

Esto es parte del milagro de tu vida —del milagro del Conocimiento, del milagro del Plan de Redención y restauración de Dios operando entre bambalinas, operando más allá del dominio de la especulación, el engaño, las actividades y las creencias humanas.

Has venido al mundo para asumir una mayor responsabilidad y un mayor propósito, para dar algo específico a ciertas personas en ciertas situaciones. Tú no sabes lo que es, y por tanto debes prepararte. El Conocimiento debe prepararte, y debe revelarte dónde debes ir y qué debes hacer para lograr estas cosas.

Tú tienes que gobernar tu propia mente y mantenerla apoyándote. Tienes que ejercer tu autoridad sobre tus pensamientos y tu comportamiento. Pero no puedes determinar el propósito mayor de tu vida. Para esto debes seguir a un poder mayor, y el poder mayor está en el Conocimiento dentro de ti y en la propia Revelación.

Está en todas las grandes religiones del mundo si se le puede distinguir. Pero las grandes religiones del mundo han quedado tan cubiertas de convenciones, creencias, suposiciones y asociaciones que necesitarías un maestro con mucho talento para atravesar todo esto y alcanzar la esencia de lo que estas religiones realmente significan e indican. Todas ellas son caminos al Conocimiento. Pero esto no es realmente evidente desde la superficie.

Esta explica en parte por qué la Nueva Revelación está aquí y por qué Nosotros hemos vuelto de nuevo, ahora, para hablaros a todos vosotros además de al Mensajero. Os hablamos a través de la Revelación, y Nuestro mensaje para vosotros es muy grande, y el tiempo y los requerimientos son muy grandes, y el cambio sobre el mundo es muy grande.

Es tiempo de fortalecerse, de ganar coraje, de ser honesto y compasivo, de tener determinación. Es entonces cuando serás alguien verdaderamente vivo y no una especie de muerto viviente. Es entonces cuando serás creativo, cuando tu mente estará conectada al Conocimiento y la separación dentro de ti comenzará a terminar. Tu vida se volverá una demostración del Poder y la Presencia de Dios en el mundo, no solo por las grandes cosas que puedas hacer, sino por tus simples actividades y por tu manera de ser —por lo que haces y lo que no haces.

Dios te salva desde tu interior. Dios reclama a los separados mediante el Conocimiento. Las naciones y los mundos ganan fuerza, estabilidad y creatividad en función de cuánto Conocimiento se esté expresando y demostrando en sus propias poblaciones.

Esto es verdad aquí y en todo el universo. Esto está más allá de la comprensión humana y del dominio y el alcance del intelecto. Pero tu intelecto juega su parte. Es una herramienta crítica para la comunicación y la navegación en el mundo. Pero debe tener un mayor poder y una mayor guía, de lo contrario intentará ser Dios por sí mismo, con trágicas consecuencias.

Tú has sido llamado. Ahora debes prepararte. La preparación está dentro de ti, y está siendo provista por el Señor del universo. Ahora debes encontrar el coraje para tomar los Pasos al Conocimiento, y, con este coraje, debes encontrar la paciencia, la perseverancia, la discreción y el discernimiento, pues con el tiempo aprenderás a distinguir lo que es verdadero de lo que es falso, lo que es realmente bueno de lo que solo parece bueno.

Este el viaje. Se trata del viaje más natural y esencial en la vida, y tú tienes la bendición de aprender de él y de sus regalos para ti.