Construir fuerza y resiliencia


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 5 de abril de 2010
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Building Strength and Resilience

Escucha el audio original aquí (en inglés):

Descargar (cliquea en el botón derecho y selecciona “guardar enlace como”)

Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Cuando alcanzas ese punto en tu vida en que comienzas a pensar, seriamente, que quizá estás aquí con un propósito superior —un reconocimiento que ciertamente te está esperando y te ha estado esperando durante mucho tiempo—, cuando comienzas a pensar en esto, debes considerar el tema de la fuerza.

Las personas asumen que están listas para cosas para las que no están preparadas. Suponen que si se les da la oportunidad, si se las anima, podrían llevar a cabo un conjunto de tareas más importante en su vida. Pero la verdad es que no tienen la fuerza necesaria, y aún no tienen la capacidad; así que, aunque puedan surgir grandes oportunidades para ellas, no serán capaces de verlas ni de recibirlas. Parecerán demasiado exigentes e inconvenientes, demasiado perjudiciales para sus actividades actuales, demasiado complejas y confusas, o simplemente demasiado difíciles.

Pero ¿qué es una gran oportunidad, sino una oportunidad de hacer algo de mayor magnitud en tu vida? Y esto ciertamente requerirá más de ti de lo que requieren tus actividades actuales. Requerirá mayor fuerza, mayor coraje, mayor confianza en ti mismo, mayor honestidad. Requerirá muchas cosas de ti.

Por tanto, te preparas para tu propósito superior antes de saber cuál es. Te preparas en parte al desarrollar las cualidades que necesitarás tener, las destrezas y habilidades que necesitarás para emprender una actividad mayor en la vida. De lo contrario, no podrás estar a la altura de la ocasión cuando se produzca ese maravilloso momento de reconocimiento, en el que comprendes que una oportunidad mayor ha aparecido ante ti.

Muchas personas no perciben que han perdido grandes puntos de inflexión en sus vidas hasta ahora, en especial si son mayores, simplemente porque no pudieron responder. No pudieron enfrentar un desafío. No pudieron cambiar su trayectoria. No pudieron liberarse de compromisos y obligaciones. Ellas no tenían la fuerza. Por tanto, la fuerza es muy importante.

Si te dijéramos que tienes que ser capaz de escalar esa montaña de allí, y fuera una montaña muy alta que requiere destreza, no te enviaríamos simplemente a comenzar a escalar sus flancos. Por el contrario, esto daría comienzo a todo un proceso de preparación. No sabes lo que es escalar una montaña como esta. No sabes lo que requiere. No tienes la sabiduría para comprender sus peligros y las oportunidades que tendrás por el camino. Todas estas cosas debes aprenderlas con antelación, antes de emprender algo realmente grande.

Tu propósito superior es como escalar una montaña, y de igual modo, debes prepararte para la escalada. Debes prepararte construyendo fuerza, capacidad de adaptación y consistencia. No solo debes ser capaz de aumentar el esfuerzo, sino que también debes poder mantener ese esfuerzo a lo largo del tiempo. Y en el caso de considerar tu propósito superior en la vida, se trata de mucho tiempo. Es el resto de tu vida.

Entonces, la edificación de la fuerza comienza ahora, y en algunos sentidos has estado haciéndolo todo el tiempo: construyendo consistencia, construyendo a ser posible honestidad, generando coraje para asumir riesgos, generando coraje para comunicarte con las personas y resolver dificultades y dilemas, desarrollando la habilidad para sostener responsabilidades y aprender a ser una persona responsable. Todo esto está edificando la base para lo que pueda venir más tarde, y lo que llegará más tarde si te preparas conscientemente para ello.

Aquí tus esperanzas y sueños deben basarse en un cimiento sólido. Debes desarrollar la capacidad para una verdad mayor, así como la fortaleza y la resistencia para portar una verdad mayor en el mundo y seguir lo que la verdad te indicará, incluso si es difícil, incluso si no es deseable. Hasta la oportunidad más maravillosa tendrá aspectos indeseables, y requerirá un esfuerzo tremendo para sostenerse en el tiempo, lograrse y cumplirse. No importa cuáles sean tus circunstancias actuales, tienes la oportunidad de desarrollar fuerza y capacidad de adaptación, de mantener y sostener tus responsabilidades y de incrementar tus responsabilidades.

Esto, por supuesto, significa moverse en dirección contraria a la que muchas personas se están moviendo hoy. Ellas quieren escapar de las responsabilidades. Quieren evitarlas. Pero ¿qué es tener un propósito superior en la vida sino asumir un conjunto mucho mayor de responsabilidades? Ahora tienes que vivir una vida más grande con mayores acciones, mayor coraje, mayor fortaleza y mayor honestidad.

Aquí te separas de otras personas que intentan obtener el mayor beneficio posible con la mínima inversión, y emprendes un camino diferente. No estarás totalmente solo en esto, pero tendrás que dejar atrás a muchas personas, porque no han llegado al punto de reconocer que deben prepararse para algo más grande en sus vidas.

Podrías decir, con cierta precisión, que todo lo que has estado haciendo en la vida hasta ahora es una preparación para tu propósito superior: desarrollar el carácter, adquirir habilidades, reconocer la importancia de ser honesto contigo mismo, aprender a comunicarte eficazmente con otras personas y a trabajar con ellas, contrarrestando tus propias tendencias peligrosas o injustificadas. Todas estas cosas pueden establecerse a lo largo de la vida misma.

Cuando llegues al punto de comprender que tienes un propósito superior y que debes prepararte para él, podrás mirar atrás en tu vida y ver cómo ciertas habilidades esenciales fueron necesarias para alcanzar este punto más elevado. Y apreciarás los largos períodos de tiempo en los que tuviste que mantener y sostener tus actividades, incluso si no representaban tus mayores aspiraciones. Apreciarás las simples contribuciones de las personas a lo largo del camino, incluso de aquellas que te exigieron grandes cosas y establecieron un alto estándar para ti. Incluso las personas con las que fue difícil lidiar te ayudaron a construir una base.

Este reconocimiento te dará una comprensión muy diferente de tu pasado y un mayor aprecio por todos los que han participado en tu vida, porque todos te han mostrado lo que debes hacer o lo que no debes hacer. Mediante sus recomendaciones y demostraciones, te mostraron todo lo que debes saber para finalmente ser honesto contigo mismo y comprender que estás aquí con un propósito superior.

En tu preparación para tu mayor propósito llevarás a cabo actividades de estudio, aprenderás el Camino del Conocimiento y construirás los Cuatro Pilares de tu vida, y esto continuará durante bastante tiempo. Te sentirás impaciente, pensando: “Bueno, ¿dónde está la parte emocionante de esto? ¿Dónde está la gloria? ¿Dónde está la inspiración? ¿Dónde está el gran logro? Solo estoy viviendo esta vida mundana y realizando todas estas actividades”.

Sin duda tendrás momentos así, porque no estás acostumbrado a construir una base real. Querías hacer el mínimo esfuerzo para conseguir la máxima recompensa. Y ahora estás descubriendo que el esfuerzo requerido es mucho mayor que el que has hecho antes, y más misterioso, porque no puedes definir el resultado. De hecho, puede que ni siquiera estés seguro de lo que sucederá después.

La Presencia Angélica necesita saber que tienes el coraje y la resistencia para hacer lo que sea necesario. Antes de que te revelen algo realmente importante, quieren ver si puedes sostener el esfuerzo, si puedes ser lo suficientemente responsable, si puedes corregir tus tendencias perjudiciales, si puedes ser consistente y si puedes ser fuerte.

Esto es muy importante, porque es una gran tragedia cuando se le da algo significativo a una persona, o a un grupo de personas, y ellas no pueden sostenerlo, y entonces fracasa. Es un fracaso para ellas, individualmente. Es un fracaso en sus relaciones. Y es un fracaso para aquellos que les han dado esta mayor oportunidad en la vida.

Las personas que se dan a sí mismas metas, misiones y definiciones gloriosas, solo están hablando consigo mismas. No saben lo que están haciendo. Viven en la fantasía, y si se les da algo real, crearán una fantasía a partir de eso. Lo harán más grande de lo que realmente es en ese momento. Lo embellecerán con sus deseos y sus ambiciones. Lo colorearán con sus percepciones y sus creencias. Lo convertirán en otra cosa, hasta que sea irreconocible. Por eso, a los ambiciosos nunca se les dan cosas importantes que hacer, hasta que puedan demostrar una mayor lealtad —una mayor lealtad al Conocimiento.

La fuerza de la que hablamos no es la de realizar simplemente un gran esfuerzo durante un breve intervalo, o la de correr diez millas o terminar un proyecto a tiempo, o la de realizar un gran esfuerzo momentáneo, incluso sirviendo a otro. La fuerza de la que hablamos es la fuerza para hacer un largo viaje, para atravesar largos períodos en los que no estás seguro de lo que estás haciendo, para poder enfrentar tu propia duda y la duda que tienes en la sabiduría de tus acciones. Es la fuerza para portar una mayor responsabilidad en la vida durante un largo período de tiempo.

Ciertamente, en este momento no hay muchas personas que tengan esta fuerza, porque nunca la han desarrollado en las otras actividades de sus vidas. Nunca han tenido que cuidar a otras personas. Quizá nunca hayan tenido que proveer para otras personas, especialmente si son ricas y prósperas. Nunca han tenido que sostener su trabajo durante un período de tiempo más largo para lograr un objetivo importante. Se rindieron cuando las cosas se pusieron difíciles. Capitularon ante las persuasiones de sus amigos. No pudieron llegar hasta el final. No es porque les faltara talento inherente. No es porque fueran malas o estuvieran equivocadas. Es simplemente porque nunca habían desarrollado la habilidad y la capacidad para hacer cosas mayores.

Por eso, cuando Dios llama a alguien a algo mayor que simplemente manejar sus asuntos con un grado razonable de éxito, existe un período de prueba y error. Existe un largo período de preparación antes de que se te revele el verdadero propósito de tus esfuerzos.

Incluso el propio Mensajero tuvo que demostrar su capacidad de seguir adelante durante muchos años, sin saber realmente el resultado, sin comprender con claridad hacia qué se dirigían sus esfuerzos y la gran responsabilidad que tendría que aceptar y mantener.

Pero las personas son impacientes. Quieren las respuestas ahora. Quieren escuchar el resultado y luego decidir si emprenden el viaje. Pero en la vida debes emprender el viaje para encontrar el resultado. Si es un viaje verdadero —y no simplemente un romance, no simplemente algún tipo de fantasía—, esta es la verdad de la situación. Debes tener esa fuerza, ese coraje, esa fe, porque aquí la fe realmente significa algo.

Un propósito mayor no es de tu creación. No lo inventas basándote en tus deseos ni en tu propio discernimiento. No sucede según tus términos. No se revela según tus deseos o demandas. Eso es lo que lo hace más grande.

Entonces, como ves, tendrás que prepararte no solo para portar este mayor propósito, sino incluso para discernir que tienes un propósito superior. Primero haces esto construyendo los Cuatro Pilares de tu vida: el Pilar de las Relaciones, el Pilar del Trabajo, el Pilar de la Salud y el Pilar del Desarrollo Espiritual. Todos estos Pilares deben ser suficientemente fuertes para sostener una mayor llamada en la vida. Si aún no son así de fuertes, entonces no se te puede dar esa llamada sin causarte un daño grave y sin crear la posibilidad de fracaso para aquellos que velan por tu vida.

Entonces, como ves, se trata de algo muy delicado. No es para el ocioso. No es para los ambiciosos. No es para el buscador de curiosidades. Debes tener la más seria intención. Y debes estar comprometido a largo plazo, como ves. Así que el desarrollo de estas habilidades y cualidades es lo que realmente representa el trabajo al principio.

Muchas personas afirman que están listas, que son fuertes; oh, han hecho todas esas cosas en su vida… Pero cuando se enfrentan a algo de esta magnitud desaparecen pronto. No tienen confianza en sí mismas. No tienen confianza en los Poderes Mayores. Están motivadas por la ambición, y cuando se hace evidente que su mayor propósito no va a servir a su ambición, se desvanecen rápidamente.

Debes construir los Cuatro Pilares de tu vida, comenzando ahora mismo. Y luego aprendes el Camino del Conocimiento y das los Pasos al Conocimiento, lo cual puedes hacer ahora mismo. Y luego comienzas una evaluación profunda de tu vida y tus circunstancias, particularmente de tus relaciones con las personas, con los lugares y con las actividades de tu vida, para ver qué es realmente cierto y debe ser sostenido y qué no tiene esta fuerza, esta certeza y este propósito.

Esto, por supuesto, requiere objetividad y coraje considerables. Incluso desarrollar la capacidad de ser objetivo es un gran desafío para muchas personas. Así que aquí existen requisitos. Los requisitos previos incluyen las cosas que hemos mencionado: honestidad contigo mismo, responsabilidad, coherencia, sentido del deber, discernimiento, salud mental y física, capacidades y destrezas para el trabajo real, y honestidad en tus relaciones; todo esto es muy importante para vivir una buena vida en el mundo, pero además es esencial para llevar a cabo un propósito superior y ser capaz de sostenerlo y cumplirlo correctamente, tal como debe cumplirse.

Aquí estás trabajando para lograr algo más grande, y dejas abierta su definición para poder experimentarlo a medida que avances.

Si se les dijera el verdadero resultado de su propósito, la mayoría de las personas se sentirían tremendamente incapaces, porque no están preparadas. Y tal vez correrían en la otra dirección, pensando: “Bueno, ¡esto no es lo que quiero hacer con mi vida!”. Pensarían eso porque no conocen sus verdaderos deseos. No son lo suficientemente honestas consigo mismas como para conocer el anhelo de su propio corazón. Todavía están persiguiendo sueños en los que han invertido mucho: romance, riqueza, belleza, encanto, emoción. Están persiguiendo todo esto, comprometiéndose con cosas que no tienen valor, ni permanencia, ni recompensa real al final.

No te preocupes por ellas. No son tu problema, a menos que estés alineado o casado con una de ellas. Entonces tienes un problema. Pero tu reto está ante ti. No puedes hacer un trato en esto. No puedes negociar con la verdad. Y no puedes negociar con Dios o la Presencia Angélica. Ellos sostienen el camino para ti. Puedes tomarlo o no. Puedes comenzar a prepararte para él o no. La decisión es tuya. No hay tratos que hacer. La verdad no hace concesiones a este nivel, como ves.

Vas porque sabes que debes ir, porque el Conocimiento, la Inteligencia más profunda dentro de ti, confirma que debes continuar. Y es este Conocimiento, en lugar de tu fuerza de voluntad o la fuerza y convicción de tus creencias, lo que realmente será la base que te sostendrá en los tiempos difíciles e inciertos que se avecinan.

El mundo se enfrenta a las Grandes Olas del cambio: gran cambio medioambiental, gran convulsión económica, gran conflicto y privación. Todas estas cosas pueden destruir tu enfoque y despojarte. Tú estás construyendo fuerza no solo para tu propósito superior, sino también para resistir y mantenerte durante los tiempos difíciles venideros. Dios te está dando esta sabiduría para salvar tu vida, no solo en términos de tu mayor logro en el mundo, sino también para sostener tu vida, punto. No comprendes la gravedad de lo que va a pasar en el mundo. Incluso si estás preocupado por los acontecimientos, todavía no ves el poder de estos tiempos.

Es el Conocimiento el que te llevará hacia delante, ya que tiene una fuerza y capacidad ilimitadas, que exceden con mucho lo que tú puedes lograr solo con la fuerza de voluntad o mediante la fuerza y la convicción de tus ideas. Estas son frágiles frente al gran cambio en el mundo, y no te llevarán a través de la larga preparación que tienes ante ti, y no te aportarán el valor real que necesitas para continuar cuando otros a tu alrededor se estén cayendo o se hundan en la desesperación.

Por eso, das los Pasos al Conocimiento como parte de tu preparación, ya que necesitas descubrir la fuente de tu fuerza e inspiración. Necesitas encontrar la sabiduría que Dios ha puesto dentro de ti, la cual te permitirá navegar los tiempos difíciles que se avecinan y sostenerte a través de tus propias dificultades y las dificultades de la vida a tu alrededor.

Debes ser muy resistente, fuerte y compasivo si vas a hacer un viaje más grande en la vida. Más allá de la mera supervivencia, esta es la promesa de satisfacción para ti, porque ninguna otra cosa en el mundo te satisfará. Ninguna de las recompensas que las personas adoran —en las que intentan complacerse o entregarse por completo— satisfacen la necesidad más profunda del alma. Aquí debes tener un enfoque diferente en la vida. Tus deseos y roles no pueden ser simplemente condicionados por tu sociedad ni por tu familia y sus valores, porque existe una mayor llamada para ti. Y por eso te estamos dando esta enseñanza como parte de tu preparación.

Cuando descubras que esta es la verdad sobre tu vida, habrás pasado un hito importante y entrarás a una etapa diferente de tu viaje en el mundo, una fase distinta con nuevas realizaciones y también con nuevos requerimientos.

Aunque este puede ser un tiempo de incertidumbre para ti, es un momento de gran promesa. Es un momento de gran emoción para los que velan por ti y por tu vida. Porque tu éxito no es solo para ti, sino también para ellos. Y lo es para las muchas personas que se beneficiarán de tus regalos, y que serán inspiradas por tus acciones a emprender un mayor propósito y viaje para sí mismas.

Permite que este sea tu entendimiento.