El Origen del Mensajero


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 1 de agosto de 2012
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: The Origin of the Messenger

Escucha el audio original aquí (en inglés):

Descargar (cliquea en el botón derecho y selecciona “guardar enlace como”)

Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.






Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Las personas no tienen idea de lo que significa ser un Mensajero o de cómo los Mensajeros son seleccionados o preparados. Quieren venerar héroes o negarlos por completo.

Quieren creer que el Mensajero es el Mensaje, pero el Mensaje siempre es más grande que el Mensajero. Ellas basarán toda su visión y su acercamiento en su postura respecto al Mensajero, pero el Mensaje es siempre más importante.

Ellas no pueden vivir con el Mensaje, así que se obsesionan con el Mensajero, pero no le comprenden. No tienen idea de dónde proviene, de cómo es seleccionado entre todos los demás. Muchas personas piensan que no puede haber un solo Mensajero. Piensan que debe haber muchos Mensajeros, o que ellas mismas deberían ser Mensajeros.

En un mundo de Separación, alguien que represente una unión mayor será malinterpretado y malentendido. Esto no puede evitarse.

La Hueste Angélica, la Asamblea Angélica, selecciona al Mensajero para cada mundo particular donde se requiere un Mensajero, y solo se le selecciona en tiempos de gran cambio, dificultad y oportunidad para una raza, para un mundo dado. Puntos de inflexión de esta magnitud solo ocurren muy raras veces.

A pesar de los grandes eventos que ocurren en vuestro mundo en cualquier momento dado, los Mensajeros vendrán muy raras veces. Mientras tanto, vendrán profetas trayendo avisos y estableciendo estándares de comportamiento. Habrá visionarios. Habrá reformadores. Habrá defensores.

Pero el Mensajero trae toda una nueva realidad. Este individuo no es solo alguien que advierte sobre los grandes peligros del futuro o de los tiempos presentes o que provee estándares más altos, una visión mayor de paz, cooperación y ecuanimidad entre la familia humana, porque hay muchos que pueden hacer esto. Pero solo un Mensajero de Dios puede traer toda una nueva realidad y cambiar con el tiempo la percepción y la conciencia a un gran número de personas, incluso afectando las actitudes de la raza humana en su totalidad.

Un profeta no puede hacer esto, porque los profetas hablan de lo que está ocurriendo ahora o en el futuro cercano. Sus profecías no son para todos los tiempos ni para toda la gente. Son específicas para ciertas personas, lugares y eventos.

Aquellos que enseñan estándares más altos deben reforzar un estándar que ya ha sido dado muchas veces antes por otros que recibieron la llamada a realizar tan valioso servicio.

Pero un Mensajero trae toda una nueva realidad. No lleva la carga de atender las necesidades del día o de resolver cada problema o crisis del momento. Trae algo para cambiar todo el enfoque y el futuro de la humanidad.

Los Mensajeros son condenados, crucificados y destruidos porque las personas no consiguen lo que quieren de ellos. No consiguen riqueza, ni una mayor seguridad, ni ventajas o favores especiales —dotes de Dios.

El Mensajero señala al presente y al futuro y trae una nueva realidad al mundo. Las personas necesitadas y ambiciosas no consiguen de esto lo que quieren en el momento, de manera que se alejan del Mensajero. Estas personas niegan al Mensajero. Lo condenan. Ellas están buscando a alguien que les beneficie ahora mismo, de la manera que ellas prescriban y quieran. Ellas no tienen idea de lo que están viendo. No tienen idea de lo que están juzgando. No tienen idea de cuáles son realmente sus mayores necesidades, la necesidad de su alma.

Esto es un dilema para todos los individuos del mundo, ricos o pobres, de cualquier nación, cultura o afiliación religiosa. Ellos aún no son conscientes de la gran necesidad del alma. Aquellos pocos que sí lo son, están buscando dentro de sus tradiciones o más allá de sus tradiciones. Están tratando de encontrar esta conexión en su interior, esta conexión con Dios, con su futuro, con su destino y con su propósito para estar en el mundo. Todos los demás son como ganado pastando en el campo, contentos con tener alimento para el día y más placeres para mañana, así como de estar protegidos, ya sea legitima o ilegítimamente, de los peligros del mundo.

Dios habla a aquellos que tienen y a los que no tienen. Habla a aquellos que rigen y a los que son regidos. Habla a aquellos que son honestos y a los que son deshonestos. Habla a los que son ricos y a los que son muy pobres.

El Mensajero trae un Mensaje para todos ellos. Él no es un reformista. No es solo un defensor. No es solo un visionario. No es solo un profeta avisando de las consecuencias de los peligros actuales en el mundo. Él trae una realidad para todos los que puedan recibirle en humildad y honestidad. Y su presencia en el mundo pondrá en contraste todo lo que es engañoso, manipulador, egoísta, opresivo, enojado y falto de perdón.

Pero el Mensajero no es perfecto, porque ninguno de los grandes Mensajeros ha sido perfecto. Y el Mensajero no es un dios, porque ninguno de los grandes Mensajeros ha sido un dios.

Su origen está más allá del mundo. Él fue seleccionado y preparado por la Presencia Angélica para entrar al mundo en cierto lugar y en cierto momento.

Su destino fue educarse en lo básico sobre la humanidad y la condición humana, y estar suficientemente aislado del mundo para que esta gran promesa y esta llamada pudieran ocurrir más tarde en su vida, cuando alcanzara cierto punto de madurez.

Su vida fue planificada, como ves, de forma distinta a todos a su alrededor. Su vida fue realmente planificada y observada. Esta es la realidad de todos los Mensajeros. Y es la realidad del Mensajero que está hoy en el mundo trayendo una Nueva Revelación de Dios.

Porque Dios ha hablado otra vez para preparar a la humanidad frente a los peligros de vivir en un mundo en disminución y declive y frente a los peligros ocultos del contacto con fuerzas invasoras del universo que están aquí para aprovecharse de la debilidad, la ambición y la desunión humanas.

El Mensajero recibió el Mensaje más allá del mundo, no de manera intelectual, sino siéndole imbuido a un nivel más profundo de su mente, más allá del dominio y el alcance del intelecto. ¿Quién puede entender esto? ¿Quién en este mundo de hoy puede entenderlo, aparte de unos pocos?

Él sería un hombre humilde. Educado, pero no altamente. Sería influenciado por el mundo, pero no muy influenciado. Sería un observador de otros, pero no le cautivarían. Él tendría que mantenerse disponible, abierto y receptivo a través de todos los años formativos de su vida.

Esto es muy difícil de lograr sin la supervisión Divina. Retenido de entregarse a grandes carreras profesionales, retenido de comprometerse en relaciones hasta que conociera a su verdadera pareja, retenido de intereses y aficiones, retenido de convertirse en un defensor o reformador —retenido por años y años, incumpliendo los estándares de la sociedad, incumpliendo las expectativas de la sociedad, defraudando las expectativas de su familia, esperando, preparándose para el momento de la Iniciación.

Para el actual Mensajero de Dios esto sucedió a los treinta y tres años. Tuvo que esperar durante mucho tiempo. El Mensaje estaba en su interior, pero más allá de su conciencia. Él lo llevaba como una carga secreta, ya que la carga debe ser secreta para no ser falseada. No podía revelarse prematuramente. No podía ser abusada, malinterpretada y mal adjudicada. Debía esperar a la Iniciación, a los Grandes Rayos de la Iniciación, que le golpearían tan contundentemente que harían añicos su vida, empujándole en una dirección completamente nueva.

La gente piensa que los grandes Mensajeros son todos muy santos, muy puros y que no cometen ningún error en sus vidas. Esto es una tontería. Por supuesto, todos ellos han cometido errores en sus vidas. Algunos han sufrido mucho a causa de esto.

Lo que les hacía ser Mensajeros fue el poder del Mensaje imbuido en ellos y su capacidad para resistir las seducciones, las tragedias y las presiones del mundo hasta que llegara el momento en que su Iniciación pudiera comenzar. Y esto no hubiera pasado sin la supervisión Divina y el manejo cuidadoso de sus vidas. La gente piensa que esta supervisión está disponible para todos, pero no es así.

En todos los casos, los Mensajeros no supieron quiénes eran, qué portaban o lo que ello significaría en el futuro hasta el momento de la Iniciación y el proceso de Iniciación que seguiría y que los llevaría a través de muchos umbrales en el futuro. El tiempo y el lugar siempre fueron importantes en esto, y el grado de apoyo que recibieron de ciertos individuos fue crucial.

Este individuo es verdaderamente único en el mundo y siempre lo ha sido. Y a pesar de sus orígenes ordinarios y humildes en la mayoría de los casos, terminan siendo las personas más importantes en el mundo.

Ellos son enviados por la Presencia Angélica. Están imbuidos del Mensaje, el cual es mayor que ellos, mayor que su comprensión, mayor que cualquier cosa que pudieran concebir por sí mismos. El Mensaje tiene dentro el Poder de Dios. Tiene el poder de la Iniciación.

Ningún Mensajero podría idear esto. Ningún Mensajero podría concebirlo o construirlo. No es una enseñanza basada en un planteamiento ecléctico o una versión revisada de las tradiciones existentes. Los maestros espirituales en todas las tradiciones de mundo hacen esto, pero el Mensajero trae algo mayor.

El Mensajero no es magnífico. El Mensajero no inspira tan abrumadoramente que todos a su alrededor reconocen de inmediato la importancia y la excepcionalidad de su persona.

Esto nunca ha sido así para los Mensajeros de Dios. Ellos fueron tratados muy mal. Fueron ignorados, negados o tratados brutalmente, apenas reconocidos por aquellos a su alrededor. Solo unos pocos tuvieron este reconocimiento, y ellos jugarían un papel importante en el desarrollo del Mensajero, en el comienzo de su ministerio y en sus éxitos posteriores.

Ahora, por primera vez, el poder de la Revelación se da en todo el mundo de una vez; no a una tribu o a una región específica, no solo a un lugar importante del mundo, porque el mundo está ahora conectado y por tanto el Mensajero hablará al mundo entero, e igualmente el mundo entero podría ponerse en su contra. La oportunidad es inmensa, pero también lo son los peligros.

Como siempre, las figuras religiosas se verán amenazadas cuando su voz comience a escucharse, cuando el impacto sobre la gente crezca, cuando su Mensaje comience a tener arraigo. Y aunque él no está aquí para atacar gobiernos, derrocar brutales dictaduras o ser un revolucionario de ninguna manera, aunque trae paz, cooperación y ecuanimidad, será tratado como un enemigo por aquellos que claman ser religiosos, por aquellos que claman ser los representantes de Dios y de su Voluntad, por los seguidores de los Mensajeros anteriores.

Muchos le considerarán un enemigo y una amenaza. Esto demuestra lo lejos que se encuentran estas personas del origen de sus propias tradiciones y lo débil que es en ellas el Conocimiento, la mente mayor que Dios ha dado a todos.

Reconocer al Mensajero será más fácil para la gente ordinaria. Será más fácil para las personas que tienen pocas nociones preconcebidas y no están invertidas en sus posiciones en la sociedad.

Puedes que lo niegues. Puede que lo rechaces. Pero él tiene el Mensaje y está llevándolo adelante, en la manera más pura posible.

Ahora puedes incluso escuchar la Voz de la Revelación, algo que nunca antes fue posible y nunca antes había pasado. Sí, Voces Angélicas han sido escuchadas hablando de cosas muy específicas y esto se ha grabado en ocasiones, pero un Nuevo Mensaje de Dios nunca se ha grabado en su forma pura.

Para reconocer al Mensajero debes tener ojos para ver y oídos para escuchar. Debes estar dispuesto a dejar a un lado tus nociones preconcebidas, tus quejas contra la religión y tus creencias firmes sobre Dios, la religión y la espiritualidad para poder tener una experiencia real.

El Mensajero no condenará las religiones del mundo, pero proveerá en contraste la esencia misma de sus Enseñanzas, que ha sido perdida, olvidada o negada.

Él traerá al mundo una nueva realidad que requerirá que todas las religiones reevalúen sus ideas y sus creencias primarias y fundamentales. Aunque no hay violencia en él, volcará mesas con su proclamación, con su presencia en el mundo y con la propia Revelación.

Las personas se obsesionarán con lo que él piensa que es o lo que dice ser o pudiera ser, porque temen la Revelación. No pueden tratar con el Mensaje, y por tanto se preocuparán por el Mensajero. Se quejarán. Lo acusarán de cosas. Pensarán que para que el Mensaje fuese cierto el Mensajero tendría que cumplir sus criterios, y se quejarán como si supieran cuáles son los criterios para el Mensajero. Esto es algo insensato y arrogante, pero mucha gente tiene este punto de vista y basa sus ideas en él.

Oh, él debe darle a la gente lo que esta desea, de lo contrario la gente no lo querrá. Todos los Mensajeros han enfrentado este fundamental e inevitable dilema.

Él no está aquí para darte lo que quieres. Puede que ni siquiera te dé lo que piensas que necesitas en este momento, pero te está dando el camino a tu propia revelación personal, a tu restauración y tu redención. Y te lo trae en los términos más claros posibles.

Ahora él habla a un mundo alfabetizado, de manera que la Enseñanza no está arropada y oculta en términos pastorales, anécdotas o cuentos que requieran de comentario humano para que la gente comprenda su significado.

La Revelación se da pura y simple, pero es tan profunda que la gente tendrá que permanecer con ella de una forma nueva, porque no es un asunto intelectual. Es un asunto del corazón y del alma.

La Asamblea Angélica entiende las dificultades de traer al mundo algo tan poderoso y tan puro, la crisis que creará en las personas respecto a si pueden recibirlo y aceptarlo y el reto que les dará de reformar sus vidas y establecer su conexión con el Conocimiento, la inteligencia mayor que Dios les ha dado y que espera a ser descubierta.

Es por esta razón que la Revelación ha provisto los Pasos al Conocimiento al principio de la Revelación, de manera que el camino se estableciera y no se creara después por gente imaginativa, y que la claridad y el propósito se establecieran nítidamente en vez de ser restablecidos luego por aquellos que no conocieron al Mensajero.

El riesgo de corrupción es muy grande. El riesgo de malinterpretación es muy grande. El riesgo de malentendido es muy grande. Es por eso que la Revelación es repetitiva, repitiendo una y otra vez su propósito, su objetivo, su camino y los obstáculos y problemas que la gente tendrá que enfrentar para comenzar a ganar una verdadera relación con su naturaleza más profunda y tener la ocasión de descubrir su propósito mayor en el mundo, así como todo el perdón y la reconsideración que esto requerirá, teniendo en cuenta cómo la gente se ve a sí misma y cómo ve el mundo en la actualidad.

Él Mensajero no trae paz. Trae un reto. Trae oportunidad. Trae restauración. Trae trabajo. Trae relaciones verdaderas. Trae la Voluntad y el Propósito Divinos al mundo.

Él trae la Revelación que puede salvar a la humanidad del colapso dentro del mundo y del riesgo de sometimiento desde más allá del mundo. Trae cosas tan grandes que la gente nunca antes las pensó siquiera.

Él habla de las necesidades del futuro así como de las del presente. Habla de las necesidades de la gente de dentro de un siglo, que encarará un mundo alterado de manera catastrófica. Habla a aquellos que tendrán que enfrentar la Comunidad Mayor de vida en el futuro y e incluso a aquellos que están experimentando el contacto en este momento.

Él trae la solución a miles de preguntas y problemas, más allá de lo que la gente sabe hoy: qué asegurará y creará libertad y soberanía para los humanos en el universo, donde la libertad es rara, donde, salvo una invasión [directa], se hará de todo para aprovecharse de una humanidad débil y desprevenida.

La gente no sabe nada de esto. La gente no sabe nada de los peligros reales que hoy enfrenta el mundo. Está viviendo en su propio pequeño sueño, preocupada con sus necesidades y problemas. No tiene idea de lo que va a amenazar a la civilización humana tanto desde dentro como desde fuera. Pero la Revelación trae esta conciencia.

Porque solo Dios puede revelar cómo es la vida en el universo, y esto es parte de la Revelación. Solo Dios puede revelar lo que se aproxima en el horizonte para la humanidad, y esto se revela en la Revelación. Solo Dios puede hablar a las necesidades más profundas del corazón y del alma, y esto es el centro de la Revelación. La Revelación habla de todas estas cosas: desde las necesidades del mundo entero, tanto ahora como en el futuro, a tus necesidades fundamentales como individuo en este momento, porque como ves todas ellas están conectadas.

El Mensajero habla de vivir una vida mayor en servicio a un mundo necesitado. Sin duda, esta necesidad está creciendo con cada día que pasa y seguirá creciendo más allá de lo que la gente estima en la actualidad.

Él saca a la gente de su miserable intento de autosatisfacerse, de sus tragedias, de sus dilemas, de su cautividad, llamándola a salir de la opresión política y religiosa para encontrar la voz que Dios ha puesto en su interior para que la encuentren y la sigan.

Por esto, él será negado y condenado por aquellos que han invertido en otras cosas, por aquellos cuyos puntos de vista se ven amenazados, por aquellos cuya posición en la vida es cuestionada; por aquellos cuyos valores, éticas y creencias firmes se ven puestos en duda por su proclamación y por la naturaleza de la propia Revelación.

La Presencia Angélica sabe que si él logra alcanzar a suficiente gente en su lapso de tiempo en el mundo entonces la Revelación arraigará en el mundo. Pero muchas cosas han retrasado al Mensajero. Gente que estaba destinada a responder no lo ha hecho. Ha habido reveses financieros y una grave enfermedad, así como el gran reto de penetrar la ignorancia y las preocupaciones de la humanidad.

Por eso, todo el que pueda responder al Mensajero debe hacerlo verdaderamente. Y el tiempo apremia, porque él es un hombre mayor y su presencia en el mundo tiene una importancia crítica para el futuro de la humanidad.

Esta vez la Presencia Angélica presentó primero el Mensaje, antes incluso de que el Mensajero se proclamase a sí mismo. De esa manera, el Mensaje se ha preservado, se ha impreso y se ha establecido. Aun si el Mensajero confrontara una calamidad mañana, el Mensaje está aquí y ahora hay suficiente gente para llevarlo adelante. Esto se ha hecho para prevenir la usurpación y la corrupción, porque el Mensaje habla claro sin gran necesidad de intervención o comentarios humanos.

Pero el Mensajero contiene más de lo que ha sido impreso o grabado. Por eso, si puedes contactar con él y escucharlo, escucharás cosas más allá de lo que ha sido grabado o impreso.

Porque él lleva el Mensaje en su interior como una llama ardiente. Quema, pero a la vez calienta el alma e ilumina el paisaje. El Fuego del Conocimiento dentro del Mensajero es distinto a cualquier otro fuego en el mundo. Es tan poderoso que incluso él mismo apenas puede sostenerlo por mucho tiempo.

Tu relación con él es importante. Aún no te has percatado de su importancia. Pero debes verlo correctamente. Debes verlo desde el alma y el corazón. Debes escucharlo, y debes comprender suficientemente la naturaleza de la Revelación para poder entender la gran oportunidad que te está ofreciendo tanto a ti como al mundo.

Porque pasarán siglos antes de que se envíe a otro Mensajero. Este es. Este es el único. Este es el verdadero Mensaje para el mundo en este tiempo y en los tiempos por venir.

Si no logras responder aquí, las consecuencias serán grandes para tu vida y para el mundo entero. No encontrarás tu destino. No encontrarás tu llamada. Estarás perdido en el mar con todos los demás, avanzando a tientas, buscando, sufriendo. El Conocimiento dentro de ti estará vivo, pero puede que nunca encuentres la manera de conectarte a él. Y tu resentimiento con el mundo crecerá a medida que el mundo decaiga, y tu dolor y tu angustia aumentarán según crezca el sufrimiento a tu alrededor, y te sentirás indefenso y desesperado respecto a la posición de la humanidad en el universo, pues no habrás encontrado todavía el poder del Conocimiento para redimirte.

Esta es la consecuencia de vivir en un tiempo de Revelación. No es solo una cuestión de escoger esto sobre aquello. No se trata de una enseñanza en oposición a otra enseñanza. Se trata de la cosa crucial que hará toda la diferencia. Y aquí el éxito o el fracaso tienen gran trascendencia para el individuo, para ti.

Es por esto que las personas piensan que la Revelación no puede ocurrir otra vez, porque realmente no quieren enfrentar el reto, la oportunidad y la reevaluación que se requiere en este momento. Es mejor vivir con Revelaciones antiguas que están ya bien establecidas, tan revestidas por el comentario humano que se hace difícil entender aquello de lo que trataban originalmente.

Las Revelaciones antiguas se han vuelto el sistema oficial. Se han vuelto instituciones. Se han vuelto la norma aceptada. Existen individuos que reconocen su verdadero valor e intentan vivirlo, pero para la mayoría de la gente esto es simplemente lo que se espera de ella en su cultura y en su nación —creer y seguir, al menos en cierto grado, pero nunca con mucha seriedad o verdadera devoción.

Así, en este ambiente comprometido, Dios ha hablado de nuevo y ha enviado un Mensajero al mundo, enviado por la Presencia y la Hueste Angélica para entregar una nueva realidad, para sacudir a la gente de su complacencia, para sacar a la gente de las sombras de su pasado, para traer claridad y resolución donde solo hay opinión y especulación, para llevar a la gente más allá de las creencias y el entendimiento intelectual hacia una mayor realidad de reconocimiento y redención.

Si puedes comprender el origen del Mensajero, comenzarás a entender tu propio origen y lo que te ha llamado a este mundo, lo cual supone una forma completamente distinta de ver tu vida —tu vida presente, pasada y futura—. Y sin duda es una forma extraordinaria de ver el mundo, porque aquí no habrá condena, solo reconocimiento, determinación y una gran compasión por la humanidad mientras esta lucha por encontrar su verdadera fuerza en un tiempo de Revelación.