Enfrentando la pandemia y las Grandes Olas de cambio


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 7 de noviembre de 2021
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Facing the Pandemic and the Great Waves of Change

Escucha el audio original aquí (en inglés):

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

En este momento de la historia, la humanidad se enfrenta a una gran pandemia, una pandemia mundial, una pandemia que vino de la naturaleza, una pandemia que es altamente peligrosa, transmisible y muy efectiva a la hora de moverse por el mundo con todos los viajes e interacciones que tienen las naciones y poblaciones humanas y sus compromisos mutuos.

Esta es una gran prueba para la familia humana. ¿Puede responder? ¿Se educará al respecto? ¿O simplemente esperará que sea solo una fase pasajera, una nube que pasa sobre su vida, vida a la que buscan regresar como si nada grave hubiera sucedido realmente?

Pero, por desgracia, la pandemia es un gran elemento de cambio para la familia humana, ya que durará años, y la destrucción que provocará será tan grande y será una experiencia tal que cambiará la vida y afectará a las personas, literalmente, en todas partes: sus economías, sus estructuras sociales, cómo se relacionan con otras personas, las relaciones entre naciones, etcétera.

La pandemia es un gran igualador. No discrimina a quién quiere afectar, ya que irá donde sea que exista la oportunidad, seas rico o pobre.

Incluso con la medicina moderna, la pandemia plantea una gran dificultad, ya que muchas personas no recibirán este medicamento, pensando que es una invasión en sus vidas, o que es cuestionable y sospechoso, o que proviene de un gobierno en el que no confían. Pero será útil y eficaz. Sin embargo, se requerirá mucho más que esto.

Incluso en este momento, incluso después de que ya haya causado un daño inmenso a la familia humana y a las naciones de todo el mundo, incluso ahora, las personas son escépticas y ambivalentes. Realmente, no están respondiendo de manera apropiada. Piensan que esto es solo un gran dilema, una gran molestia, que pasará pronto y que todas volverán a dormir, o a intentar sobrevivir, o a lo que sea que estuvieran haciendo antes, ya sea significativo o no.

Pero esta es una Gran Ola de cambio, una Gran Ola sobre el mundo. Porque la humanidad ha perturbado tanto la naturaleza que ha destapado elementos en ella con los que nunca debería tener contacto directo, penetrando y explotando los recursos ocultos del mundo, sus cavernas subterráneas y todas las enfermedades que ahora permanecen latentes en las grandes regiones árticas y que podrían ser liberadas en este siglo y en los siglos venideros, exponiendo a una humanidad que no tiene resistencia ante ellas.

Por tanto, debes afrontar estas cosas. Deja de fingir. Deja de contarte historias sobre de dónde vino, cómo se resolverá y cuán pronto terminará, y de que no necesitas preocuparte por esto, porque estás sano, o eres joven o algo así. Deja de engañarte a ti mismo. Te enfrentas a un gran adversario, un adversario que ahora está literalmente en todas partes. En cualquier lugar donde la gente funcione e interactúe, allí estará y encontrará todas las vías de transmisión.

No puedes culpar a Dios. Esto tiene que ver con vuestra relación con la naturaleza: una relación que habéis expoliado, que no habéis tomado en serio; una relación que habéis olvidado o con la que no os habéis sentido conectados; una relación que conlleva grandes beneficios, pero también grandes responsabilidades; una relación que requiere gran moderación, precaución y sabiduría, las cuales en gran medida han faltado en la explotación del mundo por la humanidad.

Esto tiene consecuencias. No es la Voluntad de Dios. Es simplemente el resultado de vivir en vuestro entorno natural. Hay fuerzas allí con las que no sabéis cómo lidiar, quizás invisibles, algo en lo que nunca pensarías, algo en lo que los pueblos antiguos nunca pudieron pensar. No es misterioso. No proviene de otro planeta o de alguna otra dimensión de la realidad. Es parte del tejido físico de la vida en la que vives, viviendo en Separación en este mundo único.

Mira a tu alrededor y verás quién está respondiendo y quién no, quién está siendo responsable y quién no, quién está tomando precauciones y quién no; cuán pocas personas hoy en día están realmente educadas sobre lo que están enfrentando.

Esto ha sucedido en el mundo en grandes formas en la historia de la humanidad. Es más devastador que las guerras mundiales, más trascendental que cualquier cosa que le haya sucedido al planeta en la época de la humanidad. Y, sin embargo, las personas permanecen ignorantes al respecto. No estudian el pasado, por lo que no están preparadas para el futuro, ni siquiera para el momento presente.

Debes volverte fuerte para enfrentar esto. Te harás fuerte enfrentándolo. Esto lleva consigo una gran incertidumbre. No va a terminar pronto, así que: ¿qué vas a hacer? ¿Qué tipo de cambio traerás a tu vida y a tu comportamiento? ¿Qué tipo de ideas y creencias tendrás que abandonar? ¿Cómo cambiará tu forma de pensar y tu enfoque de la vida?

No puedes huir de esto. No puedes esconderte en algún lugar hasta que pase. No puedes encerrarte en una habitación y esperar que no te alcance.

Nosotros te decimos estas cosas hoy porque están llegando Olas de Cambio más grandes al mundo. Vives en un mundo cada vez más caluroso. La humanidad ha cambiado el clima del mundo y la química de la atmósfera.

Gradualmente, momento a momento, es posible que no te des cuenta a menos que vivas en un lugar muy contaminado, pero la humanidad está cambiando la atmósfera del mundo, y las consecuencias de esto serán incluso mayores que la pandemia.

Pues regiones enteras del mundo se volverán inhabitables para los humanos. ¿Y a dónde irán sus moradores? ¿Quién los acogerá en sus países? ¿Quién responderá? Esto trae consecuencias aún mayores, mayores desafíos que los que enfrentáis hoy aquí.

Una pandemia, por grande que sea —y esta es grande—, no es más que una de las Grandes Olas de cambio. Esta puede prepararte para lo que vendrá más adelante, pero si no puedes prepararte, si no te preparas, si no te educas y no te adaptas a las circunstancias cambiantes, entonces no te irá bien en el futuro.

Dios te ha dado una mayor fuerza de Conocimiento, una Inteligencia más profunda dentro de ti, para enseñarte cómo responder, para guiarte en dónde ir y dónde no ir, en qué hacer y qué no hacer, en qué pensar y qué no pensar. Así es como Dios te salvará, como ves.

Dios no interviene en el mundo en el último momento para salvar a todos. Eso es una tontería. El milagro de la asistencia y la Gracia de Dios vive dentro de ti en este momento, esperando a ser descubierto. Pero cuán pocas personas en el mundo saben de esto actualmente. En realidad, esto no se enfatiza en las religiones del mundo, aunque existe allí como parte de la enseñanza.

Las personas se siguen unas a otras como ovejas. Solo hacen lo que es más fácil. No quieren lidiar con cosas como: su salud, sus relaciones, su trabajo, la calidad de su vida, lo que están haciendo para sí mismas y por otras personas. Demasiada complacencia, demasiada negación.

Y luego están las personas más pobres del mundo, que literalmente no pueden hacer nada de mayor magnitud dadas sus circunstancias; esforzándose cada día solo para sobrevivir a través de grandes dificultades y privaciones.

Para conocer la verdad, primero debes afrontar la verdad, la verdad de tus circunstancias, personalmente: tu vida, tu salud, tu bienestar; tu estabilidad y todos los factores que la apoyan o la socavan; la calidad de tus relaciones, porque nadie en tu vida es neutral. Todos están ejerciendo una influencia sobre ti, para bien o para mal. No puedes esperar a que sucedan las cosas, porque cuando sucedan, sufrirás. Y estarás impotente para responder.

La humanidad tiene mucho que aprender. Con su riqueza —una riqueza que relativamente pocas personas en el mundo tienen en realidad—, se ha vuelto perezosa. Se ha vuelto insensible al mundo, a la naturaleza: a la naturaleza que le rodea e incluso a la naturaleza más profunda dentro de cada persona, que es la realidad del Conocimiento que Dios ha puesto ahí.

Que no existan fantasías sobre esto. Que no haya ninguna negación al respecto. No creas que te irá bien en estas circunstancias si no te preparas para ellas, consciente y decididamente, no solo para un momento aquí y allá, sino de manera sostenible.

Vas a vivir en un mundo más difícil y peligroso. No puedes estar tonteando ante esto si deseas sobrevivir y tener bienestar de algún significado y valor real.

Esta es la realidad en la que vives. No puedes hacer que desaparezca. Son las circunstancias de lo que se ha creado antes, porque la humanidad ha destruido gran parte de la riqueza y la estabilidad de la naturaleza que la rodea. Ahora debes enfrentar las consecuencias del pasado, como tus hijos y tú enfrentaréis las consecuencias del presente a medida que avanzáis en la vida.

Es un regalo lo que hoy te estamos contando aquí. No es lo que quieres escuchar, pero es lo que te salvará. No es lo que prefieres, pero lo que prefieres solo te hará débil e indiferente y pondrá en riesgo tu bienestar y protección para el futuro.

Las personas pueden ser muy determinadas sobre las cosas que quieren, pero uno también tiene que afrontar las cosas que no quiere. Esa es la realidad. Tienes que volver a comprometerte con la realidad, no como quieres que sea, esperas que sea o insistes en que sea, sino como realmente es.

Aquí no hay conspiraciones. Solo existe la interfaz real con la vida, lo que realmente está sucediendo. Esa es la realidad con la que debes comprometerte. Parte de esa realidad será esperanzadora y parte no lo será. Parte será tranquilizadora y parte será bastante desconcertante. Tienes que afrontarla toda.

No exijas que otras personas la enfrenten. No esperes que otras personas la enfrenten. Tú tienes que afrontarla primero. Si no lo haces, la vida será dura para ti y te sentirás impotente a su paso y a sus manifestaciones.

Esta es una gran llamada a despertar para las personas. No puedes estar soñando ahora con la felicidad y todas las cosas maravillosas que vas a ser, hacer y tener. Tienes que responder al panorama cambiante.

Cuando tu entorno cambia, todo cambia. Cuando tu clima cambia, todo cambia. Cuando tus recursos se agotan, todo cambia.

Aquellos que puedan ver esto y enfrentarlo encontrarán formas de prepararse de una manera constructiva, no simplemente para fortalecerse a sí mismos, sino para ponerse en una posición en la que puedan ser lo suficientemente estables para servir a otros. Ese es el objetivo aquí. No puedes esconderte en algún lugar y construir una fortaleza a tu alrededor, porque no habrá protección para eso en el futuro.

No estoy hablando a tus deseos personales o a tu personalidad. Estoy hablando a una parte más profunda de ti, que puede responder y responderá si lo permites. Por eso has venido.

Nunca encontrarás tu verdadero propósito en la vida persiguiendo la felicidad y las fantasías. Enfrentar los desafíos reales para los que fuiste diseñado y destinado es lo que realmente te restaurará, y te dará una vida de propósito y significado y una mayor dirección.

Puedes discutir. Puedes debatir. Puedes creer cualquier cosa. Pero lo único que importa es que puedas enfrentar y comprometerte con la realidad y seas allí una fuerza de servicio y contribución.

Las necesidades en el futuro serán tan predominantes que ni siquiera puedes imaginarlo. Ahora estáis librando una batalla con la naturaleza. Es una batalla que la naturaleza no pretendía que ocurriera. Es una batalla que habéis establecido y puesto en marcha vosotros y todos los que vinieron antes, pensando que el mundo era un pozo sin fin, una cornucopia de beneficios y riquezas.

Pero, ay, habéis abusado de las tierras, contaminado el aire y las aguas y agotado los suelos. Se necesitará una inmensa colaboración humana y un esfuerzo sostenido en el tiempo para poder rectificar estas cosas. Y no es algo que tendrá que hacer algún otro. Tú jugarás un papel en todo esto, como ves, según tus habilidades y tu inclinación natural.

Ahora la Tierra se está volviendo más difícil. Ahora el clima está cambiando y los desastres están sucediendo con una frecuencia, potencia y destructividad crecientes. Ahora la pandemia ya está alcanzando los confines de la sociedad humana en los lugares más remotos. No la detendrás huyendo ni escondiéndote.

Se puede enfrentar, pero las personas tendrán que participar realmente y reconocer que es un esfuerzo a largo plazo, no algo que solo estén dispuestas a hacer durante unas pocas semanas o meses. Es un gran esfuerzo. Y esto puede unir a las personas, fortalecerlas y permitirles superar sus diferencias, su idealismo y sus persuasiones e ideologías, que chocan y producen un sinfín de conflictos y disonancias en el mundo.

La pandemia es tu entrenamiento ahora. Primero, protégete, ya sea mediante la vacunación o por algún otro medio si este es eficaz; pero debes protegerte, ya que esta enfermedad puede matarte o incapacitarte de por vida. Y puede repetirse pues, incluso con la vacunación, si no se mantiene, se puede repetir. Así de grande es este problema.

No tienes que estar simplemente de acuerdo. Solo contempla este tema. Considéralo. Reflexiona. Mira dónde eres débil y dónde eres fuerte. Mira dónde es probable que te rindas y cómo te has rendido antes. Y luego, recuerda las veces que hiciste cosas fuertes, exigentes y difíciles. Vas a vivir en un mundo más difícil ahora. No puedes ser débil, frágil y tonto ante esto.

La Voluntad de Dios es que la humanidad se prepare, y esta pandemia será parte de la preparación. Está enfrentando grandes peligros aquí en la Tierra y grandes peligros de más allá del planeta, por parte de razas que buscarán usar este mundo para sus propios propósitos mientras la humanidad declina y lucha con sus propias dificultades.

Esto ha sido previsto por algunas personas. Es parte de los grandes tiempos para los que has venido. Y has venido aquí con un propósito enviado desde el Cielo, para hacer una diferencia en este mundo que tú preferirías evitar o negar.

Esta es tu vida mayor, no simplemente ser débil, superficial e incompetente. Algunas personas elegirán ese camino y ya lo han elegido. Que esa no sea tu decisión, porque el resultado para ellas ciertamente no será favorable.

La naturaleza es despiadada con quienes no están preparados. Y ahora estáis lidiando con la naturaleza. Dios está mirando para ver lo que haréis, porque Dios ya ha puesto el Conocimiento dentro de cada persona, esperando a ser descubierto. Si la persona no lo utiliza, no es consciente de él y no lo sigue, entonces tendrá que enfrentar las consecuencias: la dificultad de vivir en la vida física, la gran tragedia de vivir en Separación de su Fuente en una realidad física temporal que está llena de peligros, cambios e incertidumbres.

Antes de poder ayudar a otros, debes estabilizar tu vida, prepararla para vivir en un mundo financieramente inestable, un mundo inestable en lo práctico. Debes fortalecer tu salud, tu determinación y asociarte solo con personas que puedan apoyar esto dentro de ti. Sirve a los más débiles, sí, pero estos no deben ser tus compañeros.

Es una gran Sabiduría lo que te presentamos hoy aquí. Si lo descuidas, estás en desacuerdo, lo evitas o lo resistes, bueno, solo estás cerrando la puerta a tus mayores posibilidades en la vida. Porque la grandeza no es simplemente tener grandes ideas y nociones fantásticas, sino el producto de atender eventos reales, brindando un gran servicio bajo presión. Esto es lo que forja a grandes hombres y mujeres en todos los campos de actividad.

Si quieres estar seguro y protegido, te esconderás en algún lugar y el mundo se oscurecerá. Y te aterrorizará cada vez más, con muy poco alivio.

Naciste con el Conocimiento dentro de ti. Es tu conexión con Dios. Construye tu conexión con Dios. Pero, para hacerlo, necesitas algo de Dios que te ayude, porque no sabes qué es el Conocimiento. Crees que son tus ideas, tus emociones o tus sentimientos. Puedes pensar que son tus firmes y fijas creencias. Pero ese no es el Conocimiento del que hablamos hoy aquí.

Necesitarás seguir los Pasos al Conocimiento, los cuales Dios ha proporcionado ahora al mundo, frente a la gran pandemia y las Grandes Olas de cambio que ahora se están levantando en el horizonte, algunas de las cuales puedes ver y otras que no puedes ver aún. Todas ellas están consolidándose allí.

No busques sentirte cómodo y feliz en todas las situaciones, porque tienes un gran trabajo que hacer, un gran fortalecimiento que lograr y un gran cambio que producir en tu pensamiento, tus actitudes y tu comportamiento.

No todos harán esto, por supuesto, pero no todos sobrevivirán a las Grandes Olas de cambio. No todos se involucrarán con el Conocimiento, pero no todos tendrán la fuerza y el coraje para navegar en los tiempos difíciles que se avecinan.

No lo recuerdas, pero antes de venir a este mundo acordaste que había ciertas cosas que intentarías lograr en circunstancias muy difíciles. Ese es tu camino por delante. Eso es lo que te dará fuerza, coraje, respeto por ti mismo y aceptación de ti mismo. Cualquier otra cosa te quitará estas cosas, sin duda.

Como puedes ver a tu alrededor, las personas luchan por lograr fantasías, placeres o comodidades, y cuán infelices, perdidas y distraídas están realmente.

Dios quiere que tengas éxito, pero para triunfar tienes que ser valiente y decidido. No puedes crear eso tú mismo. Necesitas una gran asistencia, que la Fuente de toda la vida te ha proporcionado ahora a través de una Nueva Revelación para el mundo, porque nada más te salvará realmente.

Creer en Jesús no te salvará. Intentar purificarte y no tener apegos no te salvará, porque no has venido al mundo para eso. Seguir solo los dictados de la religión no te salvará, ya que estos se dieron en la antigüedad y realmente no pueden responder a tu vida actual ni a tu vida en el futuro.

Dios lo sabe, por supuesto, pero las personas están confusas. Es a través de esta confusión que debes pasar ahora, sin volverte una víctima o un adepto de ella. Es como las nubes y la niebla que te impiden ver a dónde debes ir y qué debes hacer, nublando tu mente, llenando tu vida, dominando quizás tus asociaciones con otros.

Este es el gran camino a seguir. No conduce a una vida agradable, sino a una vida desafiante. No conduce a una felicidad infinita, sino a una gran determinación, un gran servicio y mayores recompensas. No es lo que necesariamente quieres, pero es lo que sabes, porque Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti, y esa parte de ti sabe de lo que hablamos aquí hoy, y resonará con esto completamente si eres capaz de experimentar este Conocimiento dentro de ti.

Independientemente de lo difícil, peligroso e incierto que pueda parecer el mundo, la Bendición está dentro de ti. Dios ya te ha dado el regalo. Si aprendes a descubrirlo, te alineas con él y lo sigues, verás exactamente lo que esto significa. Antes de eso, tendrás que creer. Tendrás que tener fe en ello. Tendrás que permitir que se te demuestre a través de circunstancias reales y desafíos reales.

La Bendición te acompaña todos los días, porque una parte de ti todavía está conectada a tu Fuente. No es la parte de ti que tiene una etiqueta con tu nombre y se identifica como miembro de la sociedad aquí, sino el elemento más profundo de ti que es permanente y que está en el mundo con un propósito mayor, que debe ser descubierto y emprendido hoy.