Escapando del pasado


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 30 de mayo de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Escaping the Past

Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

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Volumen 4 > Las Grandes Olas de cambio > Capítulo 3

La humanidad está preparándose para vivir en un futuro muy diferente, un futuro diferente al pasado en muchos sentidos. El cambio acelerado que experimentas a tu alrededor e incluso dentro de ti mismo da testimonio de esto. Pero no es simplemente que estén cambiando tus circunstancias inmediatas o que estés quizá teniendo nuevos tipos de experiencias dentro de ti. El mundo entero está cambiando. Porque las Grandes Olas de cambio están sobre el mundo y la humanidad se enfrenta ahora al Contacto y la intervención de razas inteligentes del universo, de la Comunidad Mayor de vida en la que vuestro mundo existe.

Para poder reconocer esto y responder a ello en consecuencia, tienes que ser capaz de pensar con claridad. Tienes que ser capaz de ver claramente, con gran objetividad. Tienes que aplicar el sentido común a tus decisiones. Pero esto parece muy difícil para las personas y siempre ha sido difícil para ellas, debido a que sus pensamientos reflejan el pasado. Sus suposiciones reflejan el pasado. Ellas asumen y creen que el futuro será como el pasado.

Esto está tan arraigado que incluso las personas piensan que la vida es una serie de ciclos como los del pasado —ciclos económicos, ciclos de vida—, como si el pasado estuviera simplemente reafirmándose, recreándose una y otra vez como la perpetua continuidad de las estaciones, o como la salida y la puesta del sol. Esta orientación hacia el pasado impide a las personas ver con claridad. Les impide aplicar el sentido común a un nuevo conjunto de preguntas, y les impide reconocer que sus vidas están cambiando y que ahora tienen que tomar decisiones que son, quizá, diferentes a cualquier otra que hayan tenido que tomar antes.

Muchas personas quieren escapar del pasado debido a sus fracasos y sus desilusiones. Estas cosas pueden perseguirlas y a menudo lo hacen. Pero escapar del pasado tiene aquí una importancia mucho mayor. Su importancia se relaciona con tu capacidad de ver y saber la verdad en este momento y de responder a las circunstancias cambiantes de tu vida.

Si no ves estas cosas y no respondes de una manera apropiada, el cambio tendrá un impacto devastador sobre ti. Te sobrepasará. No lo habrás visto venir. No habrás reconocido las consecuencias. No habrás visto la importancia de tomar una decisión en su momento, cuando tuviste la oportunidad de hacerlo. Tanto el éxito como el fracaso en la vida dependen en gran parte de la capacidad de ver, saber y obrar apropiadamente, incluso frente a decisiones a las que no estás acostumbrado, incluso frente a circunstancias a las que no estás adaptado o no te son habituales.

Dios ha puesto dentro de ti una mayor inteligencia para ayudarte a tomar estas decisiones, para ayudarte a ver y reconocer un conjunto de circunstancias a las que debes responder. Dios te ha dado ojos para ver y oídos para escuchar. Pero debido a que la mente está tan arraigada en el pasado y en los supuestos del pasado, esta visión y esta escucha se ven en gran medida obstaculizadas y en muchos casos anuladas.

El pasado del que has de escapar no es simplemente tu propio sentido de fracaso, pérdida y decepción de tiempos anteriores. Es en realidad la influencia del pasado en tu capacidad de mirar hacia el futuro, de ver lo que se avecina en el horizonte de tu vida, de reconocer las Grandes Olas de cambio en el momento oportuno, de manera que puedas ser capaz de responder a ellas, te prepares para ellas y puedas tener el tiempo para cambiar adecuadamente las circunstancias o las situaciones de tu vida.

El Conocimiento dentro de ti te avisará con mucha antelación del peligro y la dificultad. Pero si no puedes escuchar lo que te está diciendo o no tomas en serio sus mensajes —desestimándolos como simples oscuridades o miedos que debes superar— entonces no te beneficiarás de la gran voz que Dios ha puesto en tu interior. Y a pesar de ser inteligente, no actuarás de una manera inteligente. Pues la verdadera inteligencia es la capacidad y el deseo de aprender y adaptarte. Esto es la verdadera inteligencia. No es simplemente solucionar problemas complejos, construir máquinas complejas o ser listo e ingenioso. Porque si no puedes ver y no puedes saber, ¿qué ventaja te dan éstos aspectos de tu mente? Si no puedes responder de manera inteligente a la vida, entonces ¿cuál es el valor de tu inteligencia?

Dios sabe lo que se avecina en el horizonte y es por eso que hay un Nuevo Mensaje en el mundo. Pero si no lo puedes ver, si no puedes responder a él, si no puedes generar el esfuerzo para hacer esas cosas que te dice que hagas, entonces este Nuevo Mensaje parecerá perderse en ti, y no podrás beneficiarte de la gran dotación del Conocimiento que se te ha dado.

Muchas personas hablan de posibilidades sobre el futuro. El futuro podría ser esto; el futuro podría ser aquello. Esto podría suceder; aquello podría suceder. La Tierra podría calentarse; la Tierra podría enfriarse. Hay un sinfín de especulaciones, pero no visión, Conocimiento o reconocimiento. La gente puede gastar mucho tiempo en la especulación y el debate sobre las posibilidades de esto o las posibilidades de aquello. Pero toda especulación se basa en el pasado —en suposiciones pasadas, en orientaciones, creencias y experiencias pasadas, en la historia de sus vidas y en la historia de la humanidad—. Pero si no hay reconocimiento, si no hay verdadera percepción, entonces todo ese tiempo, energía, debate y especulación no valdrán para nada. No te habrán beneficiado en absoluto.

En el debate, te apoyarás en los supuestos a los que estás más acostumbrado. Buscarás reforzar lo que ya crees que es verdad. Tratarás de defender tu posición, de hacer valer tu punto de vista y de fortificar tus creencias para reforzar el pasado. Este gasto tremendamente inútil de tu energía, tu tiempo y tus recursos es en realidad solo un intento de reafirmar lo que ya piensas que es verdad y de vencer cualquier objeción al respecto. Esto es una especie de retroalimentación y a la vez algo contraproducente.

La verdad en la vida es que no sabes lo que va a ocurrir a continuación a menos que el Conocimiento te dé una visión o una pista. Las personas basan sus vidas en un conjunto de supuestos no cuestionados acerca de la continuidad de las cosas que ellas reconocen y a las que están acostumbradas. Pero la vida puede darte una nueva experiencia y puede privarte de tus capacidades en un instante. Las cosas pueden cambiar dramáticamente para ti en un instante: un gran accidente, una gran pérdida, una gran enfermedad; una serie trágica de acontecimientos en tu comunidad; guerras, pestes, sequías, hambrunas o inundaciones. La lista sigue y sigue, y sin embargo las personas no son cautelosas. No están mirando. No están prestando atención. No están leyendo las señales del mundo que les están diciendo que tienen encima un gran cambio.

Antes de que haya una gran enfermedad, hay señales. Antes de que haya una gran sequía, hay señales. Antes de que haya un fracaso en tus actividades, hay señales. Antes de que una relación fracase, hay señales. Antes de cualquier gran error, hay señales. ¿Pero quién está prestando atención? ¿Quién está mirando? ¿Quién tiene la claridad mental para ver esas señales e interpretar en el momento para qué son realmente y qué revelan realmente?

Si no estás leyendo las señales del mundo, entonces no te estás comportando de una manera inteligente. No estás utilizando tu inteligencia, la inteligencia superior que Dios te ha dado —no tu condicionamiento social, no tu apaciguamiento de las expectativas que otras personas tienen en ti, no tu esfuerzo constante para alcanzar el éxito material o para obtener la aprobación de los demás, sino la gran inteligencia que el Creador de toda vida te ha dado para ver, saber y actuar con compromiso y certeza.

Las señales están ahí. Las Grandes Olas están llegando al mundo, convergiendo sobre la humanidad —la degradación del medioambiente, un clima que cambia, la pérdida de los recursos, el agotamiento del mundo, el declive del mundo y la presencia de una intervención de razas de más allá del mundo que están aquí para aprovecharse de una humanidad débil y dividida.

Hay muchas señales. El mundo te está diciendo lo que viene. Te está advirtiendo. Está tratando de llamar tu atención. Pero tu atención está siempre en otras cosas —en tus problemas internos, en tus conflictos internos, en tus recuerdos, en tus esperanzas, en tus sueños, en tus miedos, en tus constantes actividades y en tu constante estimulación.

La humanidad ha alcanzado en este tiempo un gran umbral, un punto de inflexión en el que está empezando a suceder un cambio a una escala que nunca antes se había visto en el mundo. No puedes evitarlo. No puedes correr a esconderte en algún lugar, hacer las maletas y mudarte al campo, o trasladarte a otro país. Dondequiera que vayas, dondequiera que estés, las Grandes Olas estarán allí, y los impactos crecerán con el tiempo, y en muchos lugares serán catastróficos.

El mundo te está diciendo esto. El Conocimiento dentro de ti te está diciendo esto, porque es la verdad. No depende de la perspectiva, la actitud o las creencias de una persona. Estas no cambian las grandes circunstancias que se avecinan. Ser amoroso o temeroso tan solo te ayudará o te impedirá reconocer la verdad de tu situación. No es una cuestión de perspectiva. No te engañes pensando eso. No trates de pasar por alto el poder de reconocimiento que Dios ha puesto dentro de ti, que te protegerá, te guiará y, finalmente, te pondrá en posición de hacer un gran servicio a otros.

Aunque tu mente, tu intelecto, no sabe lo que ocurrirá después, el Conocimiento dentro de ti está respondiendo a las señales del mundo y de la sabiduría de Dios. Por tanto, es fundamental para tu preparación que construyas una relación con el Conocimiento, emprendiendo los pasos al Conocimiento y ganando acceso a la sabiduría y al poder que Dios ha puesto dentro de ti, que ahora, más que nunca antes, será esencial para tu supervivencia y tu éxito.

Proyectar en el futuro expectativas basadas en el pasado es realmente solo una forma de soñar y fantasear. No es inteligente. Pensar que vas a tener más de lo que tus padres tuvieron, que el mundo te dará cualquier cosa que quieras o que la vida se plegará a tus preferencias y a tus objetivos es ser necio y autodestructivo.

Ahora, en este gran umbral, tendrás que leer las señales con mucho cuidado y mucha objetividad, tanto lo que el mundo te está diciendo como lo que el Conocimiento en tu interior te está indicando, con el fin de comenzar a navegar una serie cambiante de circunstancias, una serie cambiante de situaciones —a navegar las turbulentas aguas que vendrán.

Aquí debes dejar de soñar, de especular y de fantasear para tomarte el tiempo para aquietarte, escuchar, mirar y permitir que tu comprensión tome forma lentamente. Aquí no hay respuestas rápidas ni soluciones inmediatas. Las personas quieren y esperan esas cosas porque no tienen la fuerza para afrontar la incertidumbre. No tienen la habilidad ni la madurez para enfrentar una serie de circunstancias que no pueden entender en un primer momento. Así que ellas quieren o demandan soluciones, respuestas o cosas que sean simples, cosas que no les exijan ningún esfuerzo o participación, pues quieren seguir soñando, continuar con su vida de fantasía de modo que el mundo no les afecte ni les demande nada.

Si comprendes qué es la verdadera inteligencia, verás lo extraordinariamente estúpido que es esto y cómo conducirá a las personas a su propia destrucción. Verás cómo esto impide recibir la sabiduría y la gracia de Dios. Porque Dios no va a venir a cambiar todas las circunstancias y a darte lo que deseas. Lo que deseas es lo que te está engañando, lo que te obsesiona y lo que está dominando tu atención —conseguir lo que deseas, tener lo que deseas, soñar con lo que deseas, tratar de manipularte a ti mismo y a los demás para conseguir lo que deseas—. Más allá de satisfacer las necesidades básicas de la vida, esta búsqueda se vuelve cada vez más engañosa. Te roba tu inteligencia, tu sabiduría y tu habilidad.

El pasado aquí siempre te empujará hacia atrás, llevándote de vuelta a una vida de fantasía y especulación, de discusión y debate, a una vida en la que solo quieres mirar ciertas cosas y no otras, a una vida en la que no quieres reconocer la verdad de tu situación o ver la evidencia de que un gran cambio está llegando en el horizonte.

Esto es trágico. Es trágico no solo por el resultado, sino porque pierdes tu capacidad de ganar la gran sabiduría y poder que Dios te ha dado, y su servicio al mundo a través de ti. Aquí no solo tu vida sucumbe a las Grandes Olas de cambio, sino que también pierdes la posibilidad de ofrecer una gran contribución a la vida.

Aquí los sueños de éxito y de logro, de felicidad y de satisfacción, te han alejado de estar realmente involucrado en la vida, una involucración que te traerá verdadera satisfacción, verdadera capacidad y la posibilidad de cumplir tu mayor propósito para venir al mundo. Has renunciado a algo grande a cambio de algo muy pequeño e insignificante. Has elegido un poco de placer perdiendo una gran satisfacción.

Dios no va a venir a arreglar todo a todo el mundo, pero Dios ha puesto el Conocimiento dentro de todos. Solo el Conocimiento puede llevarte a actuar con valentía, a actuar sabiamente y de tal manera que puedas beneficiarte de una serie cambiante de circunstancias y puedas servir a otros, lo cual te proporcionará una gran satisfacción.

Contempla la historia y ella te enseñará estas lecciones. En este sentido, el pasado es un gran maestro. Contempla a las personas viviendo en los albores de tiempos de gran cambio, al principio de tiempos de gran cambio, y ve las consecuencias para aquellos que fueron conscientes e hicieron preparativos, y las consecuencias para aquellos que no los hicieron. Aquí la historia puede ser una gran maestra, una gran maestra de sabiduría.

Ahora estás viviendo en el umbral de un gran cambio en el mundo. Si no respondes a esto y no puedes cumplir lo que el Conocimiento te indica que hagas, entonces estos tiempos serán terribles e inquietantes, y no estarás en condiciones de escapar de las dificultades, de beneficiarte de las oportunidades o de servir a otros.

Es por eso que debes tomar en serio tu vida. Debes contemplar tu vida. Deja de jugar. Deja de fantasear e involúcrate en la vida. Presta atención a lo que el mundo te está diciendo, pero no llegues a conclusiones inmediatas. No busques respuestas sencillas. No exijas soluciones. Porque las Grandes Olas de cambio que vienen al mundo y la emergencia de la humanidad a la Comunidad Mayor son problemas con los que tendrás que vivir. Son situaciones duraderas con las que tendrás que aprender a tratar paso a paso. Tendrás que vivir con ellas y dejar que las soluciones vengan a ti y a otros gradualmente, porque nadie tiene una respuesta para estas cosas. Nadie tiene una solución para las Grandes Olas de cambio. Hay muchas personas que ven soluciones a aspectos de las Grandes Olas, pero nadie tiene una respuesta o una solución global.

Nadie tiene una respuesta a cómo prepararse para la Comunidad Mayor, porque ¿cómo podrían saber, inconscientes de cómo es la vida más allá de las fronteras de este mundo, inconscientes de las complejidades de las involucraciones entre las naciones en el universo en su propia vecindad e inconscientes de lo que gobierna la vida y el comercio en esta región del espacio sobre la que tendréis que educaros? Solo una Nueva Revelación puede darte perspicacia en esto. Pero incluso así, tienes que crecer y avanzar, porque el verdadero aprendizaje es un proceso paso a paso. No sucede de repente. Solo aquellos que son perezosos, indolentes y débiles piensan que están ganando una gran comprensión en el momento. Esto nunca sucede así. Aprendes por etapas, porque creces por etapas. Los grandes problemas y desafíos no pueden resolverse rápidamente.

Esto es lo que la vida siempre ha enseñado, y es lo que debes aprender ahora para ganar verdadera fuerza y capacidad frente a las Grandes Olas de cambio. Tendrás que dar pasos, sin estar siempre seguro de que sean los pasos correctos, sin estar siempre seguro de los resultados que producirán y sin tener control sobre el proceso. Tendrás que estar más atento y ser más fuerte y cuidadoso en lo que haces, en lo que dices y en aquello a lo que te entregas. Pero este es el precio de la sabiduría. Este es el precio de tener fuerza y ​​capacidad, porque no puedes estar tonteando por ahí frente a las Grandes Olas de cambio.

Reconoce las lecciones de la historia, pero mira hacia delante. Despeja tu mente. Deja a un lado tus suposiciones. Deja a un lado tus creencias y preferencias para poder ver y saber y poder responder a las señales del mundo y a las señales del Conocimiento en tu interior.

Al principio, estas señales parecerán sutiles y tal vez confusas, pero con el tiempo llegarán a ser extremadamente claras y potentes. Te asombrarás de haber podido ignorarlas o pasarlas por alto antes. Esto te dará la fuerza y la confianza de que el Conocimiento te hablará en el futuro, y si estás en condiciones de seguirlo con fuerza y compromiso, sin presunciones, serás capaz de navegar lo que a otros les parecerá incomprensible y abrumador. Serás capaz de ver el regalo donde otros solo ven la pérdida. Serás capaz de reconocer lo que tú mismo debes hacer y llegar a ser, mientras que otros caen y son sobrepasados.

A medida que avances verás, cada vez con mayor claridad, cómo el pasado te ha engañado, cómo ha diluido tu conciencia, cómo te ha mantenido vago y obsesionado contigo mismo, y cómo te ha mantenido encerrado en una experiencia de ti mismo como ser débil e incompetente. Aquí tendrás que ser humilde, porque la situación será más grande que tú y no tendrás respuestas fáciles en las que confiar.

Esto es así porque estas son las Grandes Olas de cambio, inmensas y de larga duración. Son el fruto del mal uso del mundo por parte de la humanidad, el fruto de su avaricia, de sus conflictos, de su excesivo uso de los recursos del mundo y de su ignorancia sobre la vida en la Comunidad Mayor.

No hay escape de las consecuencias, porque la vida está moviéndose y debes moverte con ella. Las circunstancias cambiarán de manera creciente. Debes ser capaz de ver lo que esto te indicará que hagas, y debes fortalecerte en el Conocimiento para poder discernir el momento adecuado para actuar y la acción correcta que tomar.

A tu alrededor habrá creciente discordia, ira, frustración, caos y confusión. Las personas estarán alteradas. Estarán enfurecidas. Estarán viviendo en la ansiedad, y estarán teniendo grandes dificultades. Aquí solo podrás recurrir a otras personas que estén respondiendo con el Conocimiento y al Conocimiento dentro de ti, porque a tu alrededor todos los demás estarán entrando en pánico o estarán tratando de engañarse a sí mismos cada vez más ante los grandes cambios.

El ambiente mental será cada vez más discordante. Las personas estarán despertando de sus sueños de realización personal con gran dificultad y un tremendo miedo. Las personas se comportarán de manera autodestructiva. La necedad, la confusión, la hostilidad y el conflicto crecerán a tu alrededor. ¿Cómo podrás mantener tu enfoque, tu claridad, tu conciencia de ti mismo y tu relación con el Conocimiento en este entorno cada vez más difícil? Esta es una pregunta importante. Y solo puede contestarse construyendo una base en el Conocimiento, aprendiendo sobre las Grandes Olas de cambio y considerando todas las cosas que haces y si ellas podrán mantenerse en el futuro.

Tendrás que cambiar a pesar de que otros no estén cambiando. Tendrás que ir a la derecha a pesar de que todo el mundo esté yendo a la izquierda. Tendrás que responder a pesar de que nadie parezca responder o ni siquiera interesarse. El Conocimiento te llevará a actuar cuando haya que actuar, incluso si nadie más estuviera emprendiendo esa acción.

Aquí no puedes confiar en el consenso o el acuerdo con las personas cuya aprobación piensas que debes tener. Tienes que volverte tremendamente sobrio, autónomo y tener la mente clara. Tienes que tomar el control de tus emociones y tus reacciones suficientemente para poder mantener una conciencia de dónde estás y quién eres, sin importar lo que esté pasando a tu alrededor. Y tendrás que superar las tentaciones del miedo que te empujan a entrar en la negación, la evasión o a culpar a otros.

Esto no será fácil, pero es redentor, porque aquí es donde tu gran fuerza sale a la luz. Aquí es donde el poder del Conocimiento comienza a revelar su verdadera realidad e importancia en tu vida. Aquí es donde tus verdaderos regalos al mundo tienen la oportunidad de emerger allí donde nunca antes pudieron emerger. Aquí vivirás una vida no de comodidad y preferencia, sino de claridad e involucración significativa con otros y con el mundo. Porque las comodidades se desvanecerán. Las indulgencias se volverán imposibles. Y aun así, será un tiempo de gran compasión, un tiempo de gran servicio, un tiempo donde se iniciarán y crecerán grandes relaciones; un tiempo de redención frente a dificultades inmensas y aparentemente abrumadoras.

Para esto, necesitarás asumir una posición diferente contigo mismo, no como un esclavo de tus deseos y tus miedos, no como una persona débil y patética, sino como una persona que fue enviada al mundo para servirlo bajo las mismas circunstancias que irán creciendo a tu alrededor. Lo qué pasó antes en tu vida te parecerá cada vez más remoto, según respondas directamente a lo que la vida está poniendo en tu camino hoy, mañana y todos los días que seguirán. Lo que pensaste que eras, lo que pensaste que querías, tus preocupaciones, tus grandes conflictos contigo mismo y tus decepciones y fracasos del pasado, quedará todo más y más perdido en el pasado, lavado aguas abajo en el río de la vida. Porque cuando estás viviendo plenamente en el momento y te estás preparando para el futuro, el pasado no puede perseguirte. No puede abrumarte, porque tu vida es entregada a cosas que son más inmediatas y significativas.

Escapas del pasado participando en el presente y preparándote para el futuro. Algunos aspectos de tu pasado continuarán sirviéndote, y algunos aspectos de tu pasado continuarán molestándote, pero en general tu énfasis estará en vivir en el momento y prepararte para el futuro.

Esta involucración con la vida es vivificante y restaura la vida. Aquí el Conocimiento es más importante que tus recuerdos. Aquí la experiencia de la claridad es más importante que la aparente importancia de tus ideas o creencias. Aquí tu capacidad de ver y responder se volverá cada vez más importante para tu bienestar que tus queridas ideas del pasado. Aquí estarás dispuesto a sacrificar a quien pensabas que eras para permitirte, con el tiempo, volverte una mayor persona sirviendo a un mayor propósito. Aquí tus amigos cambiarán, tus conocidos cambiarán, tus prioridades cambiarán, tus acciones cambiarán, tu conciencia cambiará —todo para moverte a una mayor y más segura posición en la vida.

Aquí debes tener mucha compasión con los demás, porque habrá tremendo fracaso y confusión a tu alrededor. Sin embargo, si puedes llevar a cabo esta preparación, la cual es tu destino, entonces tendrás compasión con los demás, porque verás lo difícil que es realmente cambiar tu relación contigo mismo y tu relación con el mundo. Verás cuánto esfuerzo concentrado requiere esto de tu parte, un esfuerzo sostenido en el tiempo y a través de muchas situaciones. Entenderás el desafío. Verás que todo lo que es significativo en la vida es fruto del compromiso y la constante aplicación de uno mismo. Verás su valor para ti y para los demás. Y serás una fuente de fortaleza cuando la fortaleza de los demás parezca fallar.