La redención


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 8 de julio de 2013
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: The Redemption

Escucha el audio original aquí (en inglés):

Descargar (cliquea en el botón derecho y selecciona “guardar enlace como”)

Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Solo Dios conoce el camino a Dios. Solo Dios sabe lo que la redención significa, qué requiere y cómo debe lograrse. Las personas, por supuesto, tienen nociones muy fijas sobre esto basadas en las Revelaciones anteriores, que han sido muy alteradas por el hombre a lo largo del tiempo. Pero nadie en la Tierra puede comprender esto completamente, porque es demasiado complejo. Trata de realidades de las que no eres consciente. Trata de la realidad de la Creación, de la que no eres consciente. Trata de tu origen y tu destino, de los cuales no eres consciente. Trata de aquellos que te enviaron al mundo y que te recibirán cuando lo dejes, de los cuales no eres consciente.

Para la humanidad no es posible comprender esto por completo, ni para ninguna raza en el universo de hecho, porque todas ellas están viviendo en Separación. Pero pueden clarificarse ciertas cosas y el camino puede hacerse evidente allí donde se ha encubierto o confundido en el pasado.

Eso es lo que te daremos hoy. No es un entendimiento completo, porque no puedes tener eso. Tu mente no es lo bastante grande —es decir, tu mente personal—. Pero el Conocimiento más profundo que Dios ha puesto dentro de ti puede resonar con esto de manera natural, sin esfuerzo, porque todavía forma parte de la Creación incluso si tú estás errante en el universo físico.

¿Qué es la redención? En el contexto de tu vida, redención significa retornar a tu Yo natural, retornar a tu conciencia más profunda, retornar a tu conexión con Dios y a lo que Dios te ha enviado a hacer al mundo. Es restablecer fundamentalmente tu conexión con el Conocimiento más profundo que Dios ha puesto dentro de ti para guiarte, protegerte y conducirte a una vida mayor, una vida mayor que aún no has descubierto.

Cuando pienses en esto, descubrirás lo absolutamente esencial que es para tu felicidad, para tu realización y para el significado y la calidad de tu vida y de todo lo que haces aquí. Porque sin un mayor destino y propósito en el mundo estás a la deriva. Como una mota en el océano, estás a la deriva. Incluso si tienes riqueza y esplendor y pareces estar marginalmente en control de tu vida, aun así estás a la deriva internamente. Eres un extraño ante ti mismo. No sabes de dónde has venido ni a dónde estás yendo. No sabes lo que realmente has de hacer aquí, a pesar de todos tus planes y objetivos.

Es realmente una situación terrible si la observas con honestidad y objetividad. Debido a que las personas no miran esto con honestidad y objetividad, constantemente están huyendo de sí mismas —estando ocupadas, preocupadas, distraídas, persiguiendo sueños, persiguiendo romances, persiguiendo riquezas, y si tienen acaso alguna riqueza, yendo de compras interminablemente por la vida, llenando su vida con incluso más cosas que les estorban y les atoran.

Estamos hablando de algo que es esencial a toda persona, con independencia de su religión, de su estatus social, de su nación o su cultura, de su historia o incluso de cómo puede verse a sí misma. La verdad elemental de su existencia es la misma.

Viviendo en Separación, piensas que cada persona tiene un camino único. Todas las personas son únicas. Incluso tienen una relación única con Dios. Pero por supuesto, nadie sabe realmente lo que esto significa. Aunque podría ser reconfortante en el momento, aunque podría ahuyentar la inseguridad y proporcionarte una sensación de control, es algo inherentemente falso e ilusorio.

Estamos hablando de aquello que es central a tu vida y a todo lo que haces —central al significado de tus relaciones y a si estas son auténticas y significantes o no, central al significado de tu mente como vehículo de comunicación en el mundo y al significado de tu cuerpo como vehículo de comunicación en el mundo.

De hecho, cuando te acercas al Conocimiento y al poder de redención que vive dentro de ti, todo adquiere un nuevo significado. Todo comienza a tener sentido. La confusión en la que has vivido, la confusión que incluso defiendes mediante tus ideas y creencias, comienza lentamente a disiparse, como una niebla levantándose del paisaje, revelando todo lo que antes estaba oculto.

Solo Dios conoce el camino, y Dios ha puesto el poder del Conocimiento dentro de ti. De hecho, este poder del Conocimiento ha estado contigo desde el principio, pues representa la parte de ti que nunca ha dejado a Dios, que todavía está conectada a la Creación. Es la única parte de ti que carece de miedo. Es la única parte de ti que no puede ser corrompida ni seducida. Es la única parte de ti que es verdaderamente confiable en este sentido.

Aquello que es débil dentro de ti, que es tu mente personal y todos los compromisos que has hecho —tu miedo, tu condena de otros, tu enfado, tu resentimiento, tu falta de perdón—, no representa sino la superficie de tu mente, contaminada por estar en el mundo y por todas tus propias decisiones descarriadas y las persuasiones de otros.

Dios ha puesto un poder dentro de ti que está más allá de todo esto, un poder para guiarte en todas las cosas, para conducirte hacia delante cuando es necesario y retenerte cuando es necesario. Qué claro y simple es esto, y aun así qué confuso es para tu intelecto, porque este solo comprende la realidad en términos de Separación. No puede concebir tu Hogar Celestial. No puede concebir la Creación, donde uno es muchos y muchos son uno. No puede concebir nada más allá de lo que los sentidos han reportado en este mundo. Por tanto, es incapaz de entender el Conocimiento.

Pero eso no es necesario. De hecho es imposible. Dios te redimirá a medida que aprendas a descubrir el poder y la presencia que vive dentro de ti y comiences a seguirlo, permitiendo que reforme tu vida de acuerdo a tu verdadero propósito y tu naturaleza más profunda. Con esto comienzas a sentir que tienes un verdadero diseño para estar en el mundo. Y con el descubrimiento de tu diseño, comienzas a recordar la realidad de tu Diseñador.

Si puedes aceptar que tu vida existe más allá del ámbito de tu intelecto —más allá de tus ideas, de tus creencias, de tus planes, de tus objetivos y de todos los aspectos superficiales de tu personalidad— entonces comenzarás a encontrar una mayor fuerza, una mayor permanencia y con ella una creciente libertad respecto al miedo y la ansiedad. Porque te anclas en una parte más profunda de ti que no tiene miedo y sabe lo que debe hacer.

Esto no sucede todo de una vez. Tomas los Pasos al Conocimiento. Aprendes a reajustar tus ideas. Aprendes a templar tus pasiones. Aprendes a ver las cosas con ojos despejados, a abrir tus oídos de modo que puedas escuchar dentro de ti, a aclarar tu visión de modo que puedas ver a los demás sin juicios, condena o comparación. Tu mente se refresca. Se renueva. Y la oscuridad de tu pasado y todas las sombras que te persiguen y te han perseguido comienzan a disiparse según tomas estos Pasos al Conocimiento.

Dios es muy inteligente. Dios no tiene que resolver tu dilema. Dios simplemente te llama y tu dilema se desmorona. Dios no tiene que resolver todos tus intrincados problemas y la complejidad de tus ideas, porque Dios te llama y algo mayor dentro de ti responde.

Pero para seguir esta respuesta debes tener un grado adecuado de autoconfianza y autoapreciación, cualidades que desafortunadamente muchas personas parecen no tener. Ellas se han degradado mucho viviendo en la Separación. Degradadas por sus compromisos, sus indulgencias y las persuasiones de otros, ellas no tienen verdadera autoestima, incluso hasta el punto de estar disgustadas consigo mismas.

Por tanto aquí es más difícil, porque debes darte a ti mismo el crédito que requieres hasta para comenzar. Porque ahora debes confiar en algo que no se basa en tus ideas o en tus experiencias pasadas, algo intrínseco a ti, algo que Dios ha puesto ahí como un faro —llamándote, llamándote, conteniéndote, evitando que destruyas tu vida o que te salgas tanto del camino en esta vida que nada pueda traerte de vuelta.

Puede que seas una mota en el océano, pero Dios conoce tu corazón y tu mente y te habla desde dentro a un nivel que raramente has experimentado. Esto es la redención en acción, paso a paso, poco a poco, día tras día. Emocionalmente vas arriba y abajo, yendo desde el gozo al miedo, la ansiedad, la duda en ti mismo y el agotamiento. Pero como pasa con los cielos que son oscurecidos por las nubes que hay debajo, existe una mayor Presencia allí que siempre está contigo. Es tu conexión con Dios. Naturalmente, Dios es mucho más grande que esto. Nunca puedes llamarte a ti mismo Dios, pero estás conectado a Dios, solo a este nivel. Aquí el intelecto solo puede seguir y servir, siendo un sirviente de un maestro mayor, porque el Conocimiento es el maestro. En este sentido, no hay maestros viviendo en el mundo. Libérate de tales nociones. No puedes conseguir la maestría. Puedes volverte hábil, pero el maestro es siempre mayor que tu mente. El maestro es la parte de ti que está conectada a Dios.

Aquí la guerra y la violencia dejan de ser un énfasis para ti. Aquí el perdón y la reconciliación reemplazan al odio y la venganza. Porque el Conocimiento dentro de ti está en armonía con el Conocimiento dentro de otros, incluso dentro de tus enemigos, incluso dentro de aquellos que te han hecho daño o han cometido crímenes contra tu gente o tu nación.

No hay hostilidad en el Conocimiento. Las cosas que son dolorosas dentro de ti y por todo tu alrededor son el fruto de vivir en Separación. Dios sabía que estas cosas surgirían. Dios sabe que, viviendo en Separación, el mal sería una fuerza y un poder en tu vida y que existiría en el mundo, porque es el resultado de vivir en Separación, una Separación que tú e incontables otros elegisteis mucho antes de esta vida y existencia.

Dios no va a castigarte por esto, porque tenías la libertad de vivir en Separación y ejerciste esa libertad. Ahora, con esta libertad, debes encontrar el retorno. Porque la vida sin Conocimiento, propósito, significado y verdadera relación es miserable y confusa y no tiene esperanza. Si tienes la honestidad contigo mismo para reconocer esto, comenzarás a ver y reconocer el gran regalo que el Señor del universo te está proveyendo ahora mediante una Nueva Revelación para la humanidad. El regalo del Conocimiento fue parte de todas las Revelaciones previas, pero esto ha sido perdido y oscurecido debido a la adopción y el abuso humanos.

Puede que reces a Dios. Puede que creas en Dios. Puede que te arrodilles ante Dios. Puede que pienses que Dios está guiando cada pequeña cosa en tu vida. Pero Dios ha puesto en marcha las fuerzas del mundo al principio de los tiempos. Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti ahora para guiarte. Si no honras esto, entonces tus oraciones y tu postración ante Dios no tendrán significado, porque no estarás siguiendo lo que Dios te ha dado para que lo sigas, lo cual es misterioso y debes descubrirlo mediante la honestidad contigo mismo y una profunda reconsideración dentro de ti.

Todo esto llevará tiempo, por supuesto, pero para Dios el tiempo no es nada. Sin embargo, para ti el tiempo lo es todo —tu tiempo, este tiempo, el tiempo que te queda sobre la Tierra, el tiempo que has desperdiciado y perdido, el tiempo que tienes en este momento, el tiempo ante ti ahora. ¿Qué harás con este tiempo? ¿Vivirás en los recuerdos del pasado? ¿Continuarás persiguiendo ilusiones? ¿Intentarás hacer algo con tu vida para obtener la aprobación de otros o satisfacerte e intentar aliviarte del sufrimiento que existe en tu interior, el sufrimiento de la Separación?

Puedes pensar que eres feliz, que tu vida está bien. Pero si te sientas en quietud, si puedes sentarte en quietud y estar presente ante ti mismo, verás que esto es solo una excusa, algo que te dices a ti mismo. Hay momentos felices. Hay encuentros placenteros. Hay lugares hermosos y cosas que disfrutar. Pero estamos hablando de algo mucho más profundo, mucho más penetrante. Es la base sobre la que te encuentras.

Dios sabe que tu única base en este mundo, en esta vida, en el propio universo físico, es la base del Conocimiento. Todo lo demás es débil y está sujeto al cambio y la destrucción, y es por eso que vives en constante miedo y aprensión. Si no te estás engañando verás que esto es así y buscarás encontrar alivio.

Dios sabe que no todos pueden seguir la misma religión. Dios sabe que no todos pueden seguir al mismo gran Maestro o Mensajero. Dios sabe que no todos van a estar de acuerdo sobre los principios de la religión, o incluso sobre las ideas y las creencias sobre Dios. Por tanto, eso no tiene esperanza. El mundo nunca puede unirse y ser íntegro y completo a ese nivel. Esto debe ocurrir en un aspecto del individuo que es mucho más hondo y profundo.

Las personas rezan a Dios por muchas cosas. Quieren alivio de sus dificultades. Quieren éxito para sí mismas y para aquellos que les importan. Puede que incluso recen por el bienestar de otros que no conocen o por la paz en la Tierra. Esto puede ser muy auténtico y puede representar una verdadera respuesta. Pero todavía debes encontrar aquello dentro de ti que contiene tu redención.

No puedes encontrarla mediante las escrituras. No puedes encontrarla mediante los grandes textos o los lugares sagrados. Porque todo lo que estas cosas pueden hacer es llevarte de vuelta a ese aspecto esencial que vive dentro de ti, que todavía está conectado a Dios, que contiene el poder de redención y el viaje que debes emprender hacia la redención en tu vida, sea donde sea que estés en la vida. Ya estés en el comienzo de tu vida, en el medio o hacia el final, es lo mismo.

El Cielo solo conoce lo que Dios ha creado en ti. Lo que tú has hecho de ti mismo es otra cosa. Pero lo que el Cielo ha creado en ti es la parte esencial de ti. Es quien eras antes de venir al mundo. Es quien serás cuando lo dejes y retornes a aquellos que velan sobre ti. Aquí tus creencias no son importantes. Solo se valoran en términos de si te llevaron al Conocimiento o no.

En un universo de billones y billones de razas y más, Dios ha establecido el poder de redención. Comenzó al principio de los tiempos, al principio de la Separación, porque nunca puedes dejar la Creación por completo. Nunca puedes dejar a Dios por completo. Nunca puedes dejar tu Fuente por completo. Incluso si has llevado una vida degradada y patética —hasta una vida violenta—, aun así no puedes dejar aquello que es tu centro y tu Fuente. Por tanto, es todo una cuestión de tiempo cuándo retornarás a aquello que te llama, que te está esperando incluso en este momento.

Pero la religión ha confundido esto terriblemente —la creencia y el entendimiento religiosos, así como la conjetura, la adopción y la corrupción humanas—. Por tanto, ahora la corriente está muy turbia y confusa y las aguas no son puras. Por eso Dios ha traído de nuevo al mundo las puras aguas de la Revelación, después de mucho tiempo, en una época en la que la humanidad se encuentra en el precipicio de un mundo que está degradándose y cambia radicalmente, una época en la que la humanidad se encuentra en el umbral de interactuar con la vida en el universo, dentro de una Comunidad Mayor de vida de la que no sabe nada en absoluto.

Es en este gran tiempo de Revelación cuando la realidad de la redención debe clarificarse y purificarse y la propia Revelación debe darse en una forma pura durante la vida del Mensajero, que ha sido asignado desde la Asamblea Angélica para traerla aquí. Es en este tiempo que estas cosas deben quedar claras.

Porque la religión ha colapsado ahora en el enfrentamiento y el conflicto, tanto internamente como entre sus grandes tradiciones. La humanidad está entrando en un mundo de recursos en declive y creciente población. ¿Cómo encontrarás reconciliación y cooperación en dicho mundo? Solo Dios sabe el momento en el que la Revelación debe darse, lo que debe decir, lo que debe dar y lo que debe corregir.

Esto está ante ti ahora: la mayor Revelación jamás dada a este mundo, dada ahora a un mundo de comercio y comunicaciones globales y creciente conciencia global. Ya no sois más un conjunto de tribus aisladas y primitivas. Ahora debéis asumir la responsabilidad sobre el bienestar del mundo y el bienestar de la civilización humana.

¿Qué os dará la fuerza, la claridad y la sabiduría para hacer esto? A pesar de todos los problemas, las disputas y los desacuerdos que existen por todas partes, ¿qué os dará el poder para hacer esto? Solo Dios lo sabe. Solo Dios puede dar la respuesta. Y Dios ha dado la respuesta. Tú la llevas dentro de ti como una llama, más allá del dominio de tu intelecto, más allá del dominio de tus ideas y preocupaciones. Eres como un profundo océano, pero solo vives en la superficie, inconsciente de lo que existe más abajo.

El poder del Conocimiento opera dentro de cada persona, dentro de sus circunstancias, dándole la fuerza para tomar las claras decisiones que debe tomar para poner su vida en orden, retornar a la integridad y la fuerza que habita en su interior, alejarse de las influencias y relaciones insanas y recuperar su fuerza, independientemente de sus circunstancias.

El Conocimiento opera dentro de cada persona de maneras diferentes, pero siempre con el mismo propósito y objetivo, como ves. Es por eso que no existe conflicto entre el Conocimiento en uno mismo y el Conocimiento en otros. Por tanto, es el gran pacificador. Es el poder que dará a la humanidad la fuerza para restaurar el mundo y establecer un futuro distinto del pasado. Es la fuerza más poderosa en el universo, más poderosa que las grandes sociedades tecnológicas, que son tan trágicas en su represión de sus gentes y poblaciones.

La Nueva Revelación de Dios te da la oportunidad de ver el universo, tu mundo y a ti mismo con gran claridad. Pero será una experiencia diferente. Podría estar en gran contraste con tus creencias e ideas y con las creencias e ideas de tu cultura, tu sociedad, tu familia, etc. Porque la Redención de Dios no es lo que la gente piensa que es, pues la gente realmente no sabe.

Dios te ha dado el camino, los Pasos al Conocimiento. Dios te ha dado la fuerza y el retorno a tu fuerza. Dios te ha dado un mundo que servir, el cual te sacará de tu confusión y miseria personales y te pondrá en un camino de restauración, integridad y servicio. Es para esto que has venido, como ves, no para languidecer en un mundo en declive, sino para proveer un servicio único a la gente de este mundo. Solo el Conocimiento sabe realmente lo que es esto. No es lo que piensas.

Estamos dándote el mayor secreto en el universo, la clave. Pero debes practicar para comprender. Debes hacer el viaje para entender lo que realmente significa. No puedes sentarte en la cuneta tratando de descifrarlo. Eso es tonto y no tiene esperanza. Si rechazas esto, entonces solo estás demostrando tu ignorancia y tu necedad.

Debes venir a la Revelación para verla. Debes seguirla para entenderla. Debes experimentar el Conocimiento para saber que es real dentro de ti y no un producto de tu imaginación, algo que has construido para ti mismo.

La bendición está sobre el mundo, porque el Mensajero está aquí. La Revelación ha venido al mundo. Trae consigo poder, integridad y espíritu de servicio y contribución. Es distinta a todo lo que Dios ha presentado antes, porque Dios debe hablar ahora al mundo entero y el tiempo apremia, porque la humanidad está degradando el mundo tan severamente que ello determinará la suerte de la civilización humana. La humanidad está enfrentando una Intervención desde el universo y no está preparada. Estos son los mayores eventos en la historia humana, pero las personas no son conscientes. Están viviendo en un sueño.

Es un tiempo de máxima importancia. Es el tiempo que has escogido para estar aquí. Es el tiempo en el que tu contribución debe descubrirse honestamente. Es el tiempo de la Revelación.

Tu redención se cumple mediante tu contribución al mundo y mediante tu alineamiento con el Conocimiento, porque cuanto más te acerques al Conocimiento y más de cerca lo sigas, más se fortalecerá en tu experiencia tu involucración con la Fuente de tu vida y con toda la Creación. Aunque seguirás teniendo momentos de grandes dudas, de incertidumbre y de gran miedo y aprensión, la fuerza de tu conexión estará creciendo con cada paso que des hacia el Conocimiento.

Así es como eres redimido: reclamando y recuperando tu relación con tu Fuente, no mediante la creencia o la ideología, sino adhiriéndote al poder que Dios ha puesto dentro de ti para que lo sigas. Recuperas tu fuerza y vences tu debilidad siguiendo esto, conteniéndote cuando es necesario y lanzándote hacia delante cuando es necesario.

Es un Plan perfecto, más allá de la comprensión humana. Es un Plan puesto en marcha para todas las razas en el universo. ¿Cómo podría nadie entender un Plan de esta magnitud y este grado de inclusión? ¿Qué podría servir a las razas de seres de mundos, culturas y religiones tan diferentes —seres que parecen tan diferentes el uno del otro— y aun así ser un Plan tan perfecto que funciona en todas las situaciones?

Es como si tu personalidad y tu cuerpo fueran como trajes que te pones con los que te acabas identificando mucho. Pero cuando te los quitas sigues siendo lo mismo, como ves. De vuelta en el vestuario más allá de este mundo, bueno, ahí estás.

Pero lo que ocurre después de la vida no es importante ahora. Dios no te enviará al infierno. Lo que es importante ahora es aquello a lo que sirves, lo que sigues y lo que dirige tu vida, ahora, mañana y en los días venideros. Eso es lo que es importante. Eso es lo que te satisfará si puedes seguirlo, o bien lo que te dejará en la confusión y las sombras si no puedes.

Dios no te castigará, pero aun así puedes vivir en la miseria como lo has hecho antes. Dios te está dando una salida de la miseria —no una salida del mundo, sino una salida de la miseria—, dándote el camino para reinvolucrarte con la Fuente de tu vida y llevar a tu alma de vuelta a la unión con la parte más profunda de ti que nunca ha dejado a Dios. Esta es la redención.