Señales del mundo


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 7 de noviembre de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Signs from the World (no disponible online)

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.


Muchas personas en la actualidad están sintiendo ansiedad respecto al futuro. Están sintiendo ansiedad sobre el curso que la humanidad está tomando y sobre las grandes dificultades que están surgiendo dentro de las naciones y más allá de ellas. Quizá sus miedos están asociados a cosas o tendencias específicas. Sea como sea que evalúen sus sentimientos, estos les están dando una señal y una indicación de que el mundo está entrando en un conjunto de circunstancias y desafíos más difíciles y prolongados. A pesar de las creencias y suposiciones de la gente, sus sentimientos, si estos pueden ser anticipados y considerados realmente, les darán estás señales.

Quizá la gente dirá: “Bueno, tengo mucha esperanza en que todo saldrá bien.” Quizá dirá: “Bueno, atenderemos estos desafíos con nueva tecnología.” Quizá dirá: “Hemos pasado por tiempos difíciles antes, y ahora resistiremos y saldremos adelante con éxito.” Pero todas estas son evaluaciones de una experiencia primaria que no debería descartarse en ningún caso. Si la gente escuchara a sus experiencias más que a sus ideas, tendría una percepción más genuina de lo que está llegando en el horizonte. Y tendría un percepción más genuina de cómo está realmente respondiendo.

La gente no quiere sufrir, y por ello se dice a sí misma cosas para aliviarse de la ansiedad y la preocupación. Esto es comprensible, por supuesto, pero a menudo traiciona una experiencia más profunda y una verdadera señal que uno está recibiendo en su interior. Porque el mundo te está dando señales, y la inteligencia más profunda dentro de ti, llamada Conocimiento, también te está dando señales. Te están dando pistas, indicaciones y advertencias. El Conocimiento dentro de ti continuará intentando conseguir tu atención. Y una vez la haya conseguido, el Conocimiento podrá comenzar a guiarte de una manera constructiva en tu preparación para las circunstancias cambiantes del mundo.

Las personas se apoyan en sus creencias y suposiciones hasta tal punto que a menudo se pierden las señales, se pierden las pistas, y casi todo el mundo a su alrededor está perdiéndose las señales y las pistas, porque no quieren preocuparse. No quieren sentirse indefensos, impotentes o desesperados respecto a las cosas que están viendo y sintiendo. Y por eso tratan de ignorarlo por completo o de perderse en alguna otra actividad para estar constantemente distraídos.

Esta es una de las razones por las que las personas mantienen un nivel constante de distracción: porque no quieren estar con su propia experiencia. No quieren sentir lo que sienten. No quieren sentir el vacío de sus vidas o el dolor de sus transigencias. Quieren estar ocupadas en todo momento. Cuando eran bebés, sus padres les dieron constantemente cosas con las que distraerse, cosas con las que jugar, cosas que hacer, para que no lloraran ni estuvieran incómodos. Y ahora, siendo ya personas adultas, intentan darse a sí mismas distracciones, cosas que hacer, cosas con las que jugar, para no tener que sentir lo que realmente sienten.

No todos tus sentimientos son señales, y sin duda no todos tus sentimientos demuestran la verdad, pero tu experiencia más profunda emerge a través de tus sentimientos y emociones. Tus sentimientos y emociones son el medio; no el único medio, pero sí un medio primario por el que el Conocimiento, esta inteligencia más profunda dentro de ti, se comunica contigo.

Las personas tienen muchos mecanismos de defensa, no solo contra el mundo exterior y las amenazas de su entorno, sino contra su propia experiencia. No quieren sentir incomodidad, incertidumbre o ansiedad, y por tanto han establecido una serie de defensas para poder estar ocupados y sentirse mejor acerca de sí mismos y su situación. Pero estas defensas acaban negando experiencias que están teniendo que son de importancia crítica. Parte de este mecanismo de defensa es desarrollar toda una red de fantasías en las que recrearte, en un intento de crear un conjunto de sueños feliz o interesante con el que reemplazar cómo te estás sintiendo realmente en el momento.

La verdad es que muchas personas no se están sintiendo muy bien en el momento. No se están sintiendo muy bien con sus circunstancias. No se están sintiendo muy bien con los compromisos que han hecho. No se están sintiendo muy bien con sus propias experiencias y actividades. No se están sintiendo muy bien con las perspectivas para el futuro. Y no se están sintiendo muy bien con lo que ven y sienten sobre su futuro.

Aquí las personas son más perceptivas de lo que reconocen. Aquí sus sentimientos hablan más claramente que sus reacciones a sus sentimientos o sus mecanismos de defensa. Aquí la búsqueda de felicidad se vuelve muy engañosa, porque uno solo quiere reconocer aquellos sentimientos y experiencias que apoyan su búsqueda de felicidad, mientras niega o censura todas sus otras experiencias. Esto conduce a una especie de autoevitación y baja autoestima, porque si no puedes reconocer y admitir tu propia experiencia, entonces realmente te estás negando a ti mismo. Estás evitando tu propia experiencia. Si la gente permaneciera con su experiencia, ello les llevaría eventualmente a buscar resolución y cambiar sus circunstancias en la medida que puedan. Les haría más honestos consigo mismos y con otras personas, mejorando así su relación consigo mismos y con otras personas.

El hecho de que las personas tengan tantas dificultades a la hora de estar con su experiencia y aprender cómo comunicar su experiencia constructivamente, representa una debilidad fundamental en la familia humana, una debilidad que genera inmenso sufrimiento y disociación, una debilidad que erosiona tus relaciones con los demás. Porque si no puedes ser honesto contigo mismo, ¿cómo puedes ser honesto con otros? Si no puedes respetar tu propia experiencia, ¿cómo puedes tener algún respeto por la de otros?

Admitir tu propia incomodidad aquí tiene mucho valor, porque supone abrir la puerta dentro de ti para que una experiencia más profunda pueda emerger. Incluso si tu experiencia es desagradable o molesta, incluso si te está produciendo un sentimiento de ansiedad acerca de ti mismo y del futuro, te está preparando. Esto forma parte de lo que la naturaleza ha provisto para que sobrevivas a las circunstancias cambiantes y anticipes catástrofes críticas.

Cuando llegan grandes tormentas en el mundo, los animales se aquietan y buscan refugio, pero la gente presta poca atención, atrapada en sus búsquedas, en sus actividades o en sus fantasías. En este sentido, los animales están actuando mucho más inteligentemente que la gente.

Este es un problema crítico, como ves, porque la vasta mayoría de los errores que las personas cometen, los cometen porque no están prestando atención. Y la razón por la que no están prestando atención es que no están presentes a su propia experiencia, y no están presentes a lo que está ocurriendo a su alrededor.

Gran parte del problema aquí es el condicionamiento social. Todo el entrenamiento, el énfasis, la corrección y el castigo que se ha aplicado en ti para que te comportes de cierta manera y muestres solo ciertos sentimientos y no otros, es un problema generalizado que afecta a casi todo el mundo. Aquí tu comportamiento está constreñido, gobernado por las expectativas de otros, y si violas estos límites te enfrentas al ridículo, al repudio, al rechazo o, en algunos casos, a un severo castigo.

La única parte de ti aquí que está realmente libre de esos constreñimientos masivos es la presencia del Conocimiento en tu interior, porque este existe más allá del alcance del condicionamiento social y más allá del alcance de la seducción y la manipulación, y es por eso que representa la parte más libre y natural de ti.

Es por eso que cuando comienzas a tomar los Pasos al Conocimiento y a construir una conexión con esta inteligencia más profunda dentro de ti —que Dios ha puesto dentro de ti—, comienzas a desenredar y deshacer los constreñimientos que te detienen y limitan tu experiencia y tu expresión. Aquí el Conocimiento te enseñará cómo expresar tus sentimientos constructivamente, de tal manera que los demás no sean dañados, de maneras que ofrezcan la posibilidad más alta de ser aceptados por los demás.

Las personas no se dan cuenta de cuánto están gobernadas por su condicionamiento social, ni de cómo, en su comportamiento y experiencia momento a momento, ellas tienen muy, muy poca conciencia de lo que realmente sienten y saben sobre las cosas a su alrededor. Esto conduce a mucho comportamiento compulsivo —comportamiento social— en el que las personas se imitan unas a otras para ser aceptadas. Es por eso que la gente, dentro de su propio grupo o conjunto de asociaciones, hablan, actúan y tienen un aspecto tan parecido. Aquí su verdadera naturaleza puede ser completamente diferente, pero ellas asumen cierto tipo de postura y comportamiento para conseguir la aceptación social dentro del grupo con el que se identifican.

Esto es comprensible, pero realmente es desafortunado, porque estas personas no funcionarán inteligentemente, no pensarán por sí mismas, y la vasta mayoría de su verdadera experiencia será negada y evitada. Ellas estarán en la playa y de espaldas al océano cuando las grandes olas lleguen. Estarán en el sitio equivocado en el momento equivocado, inconscientes de lo que está llegando. Si los animales han buscado todos un terreno más alto y se han alejado de la orilla, ¿por qué los seres humanos están allí parados? Los seres humanos, que tienen tal mayor inteligencia y conciencia sensorial… ¿Por qué están allí parados?

¿Por qué hay gente viviendo a veinte millas de un pueblo, cuando los suministros de petróleo del mundo están disminuyendo? ¿Por qué la gente se implica en cosas que no tienen futuro, que no sobrevivirán a las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo? ¿Por qué la gente no está prestando atención a las circunstancias cambiantes de sus vidas, esperando y creyendo que todo mejorará o que algún otro arreglará las cosas en su nombre?

Claramente, esto no es inteligente, y aun así puedes ver que esto es fruto del condicionamiento y la adaptación social. Es el problema de la negación humana. Es el problema de no honrar y observar tu propia experiencia para ver lo que te está diciendo, para ver las señales que te está dando. Es evitar las señales del mundo para no sentirte incómodo o ansioso.

El mundo te está dando señales. Te está diciendo lo que viene, pero debes mirar verdaderamente, y debes mirar incluso si otros no están mirando. Debes prestar atención y seguir lo que estás mirando para aprender más acerca de ello, porque no puedes ver la verdad en solo un momento.

Hay Grandes Olas de cambio llegando al mundo: deterioro medioambiental, clima cambiante y tiempo meteorológico violento, recursos en disminución, creciente inestabilidad política y económica y riesgo creciente de competición, conflicto y guerra entre grupos y naciones sobre quién tendrá acceso a los recursos restantes del mundo.

Estos son los grandes cambios que están llegando a vuestro mundo, cambios que afectarán a todos, incluso en las naciones ricas —a todos—. ¿Por qué no ibas a prestar atención a estos cambios cuando tienen tanta importancia para tu vida y tu futuro y para la vida y el futuro de tus hijos y seres queridos? Esto requiere verdadero coraje, porque tendrás que enfrentar problemas para los que no tienes respuestas. Tendrás que aceptar que realmente no tienes respuestas, y que tus ideas y tus soluciones son o bien imaginarias o bien insuficientes para enfrentar las Grandes Olas de cambio que están llegando.

Puede que niegues o disputes o intentes minimizar estos cambios en tu estimación, pero tus sentimientos te dirán una historia diferente. Tú puedes decirte a ti mismo cualquier cosa. Puedes buscar expertos que digan lo que quieres oír para mitigar tus sentimientos de preocupación, pero tus sentimientos te dirán una historia diferente.

Las señales del mundo y las señales del Conocimiento dentro de ti te dirán lo que está viniendo y te indicarán lo que debes considerar ahora en términos de preparación.

Aquellos que se preparen para el futuro podrán evitar en gran medida sus peligros y dilemas. Aquellos que no se preparen serán extremadamente vulnerables, y tendrán pocas opciones cuando ocurran en sus vidas los grandes impactos. Pero prepararte significa que debes estar dispuesto a pensar con independencia, a pensar más allá de tu inseguridad, a pensar con determinación y coraje y con toda la objetividad que puedas. No puedes tomar decisiones sensatas si estás en pánico. No puedes tomar decisiones sensatas si te domina el miedo. Quizá, tras un periodo de shock, asombro y consternación, te asentarás finalmente en una perspectiva más estable y objetiva.

Aquí acudirás al Conocimiento dentro de ti y al Conocimiento dentro de otros para preguntar: “¿Qué debo hacer?” Aquí estás dispuesto a actuar porque debes actuar. La evitación, la negación y la especulación solo pueden debilitarte ahora. Solo te dejan más vulnerable. Niegan tu reconocimiento de que debes prepararte, y niegan el hecho de que tienes la fuerza para prepararte.

Dios te ha dado una inteligencia más profunda para guiarte, protegerte y darte la fuerza para vencer tus debilidades, para vencer tu condicionamiento social, para vencer tu necesidad de aprobación y consenso con los demás. Esto es muy importante, porque puede que seas la única persona que conoces que está realmente respondiendo a lo que está ocurriendo en el mundo de una manera sensata y práctica.

Aquí no puede gobernarte la voluntad y el consenso de tus amigos y tu familia. Debes pensar como individuo. Debes usar el poder del Conocimiento. Debes hacer frente al mundo y a tus propias ansiedades. Debes ir más allá del miedo y los sentimientos de indefensión y preguntarte: “¿Qué debo hacer?” Si no actúas, entonces tus sentimientos de indefensión y desesperanza aumentarán, y perderás el impulso que necesitarás tener. Estar consciente y no actuar conduce a otro tipo de crisis. Aquí las personas saben que deben bajarse del barco que naufraga, pero no lo hacen. Se quedan inmovilizadas, incapaces de actuar, ante un peligro tremendo e inmediato.

Si eres consciente del cambio y la necesidad de prepararte pero retrasas esta preparación, entonces tus opciones se vuelven más limitadas y costosas. Tú no quieres esperar a cuando todo el mundo tome conciencia, porque entonces habrá pánico y habrá muy poco disponible para ayudarte. Antes de poder ayudar a otros, debes asegurar tu posición. Antes de poder ayudar a los que están en necesidad, debes estar fuerte y seguro en tu posición. No puedes conseguir seguridad total, porque eso no es posible en el mundo, pero debes tener una posición más fuerte. Si vives a veinte millas de un pueblo y hay carencias de combustible, te quedarás varado. Si las condiciones continúan, acabarás siendo un refugiado.

Quizá en las naciones ricas es impensable que esto pueda pasar, pero eso es porque la gente piensa que el futuro será como el pasado. Se debe a su condicionamiento social y sus creencias y suposiciones, pero no es lo que sus sentimientos más profundos les están diciendo.

Mira hacia el horizonte de tu vida y ve lo que está llegando. Y pregúntate: “¿Qué es lo que realmente veo llegando en el horizonte?” Esta es una pregunta diferente a “¿Qué quiero ver? ¿Qué espero ver? ¿Qué pienso que quiero ver? ¿Qué creo que va a ocurrir?” Esto no es una cuestión de esperanza, suposiciones y creencias, sino de ver.

Cuando las Grandes Olas llegan, ¿por qué la gente está parada en la playa? ¿Por qué están actuando como si no pasara nada, cuando todos los animales están buscando un terreno más alto? ¡Los estúpidos animales! ¿Por qué son más inteligentes que las personas? ¿Qué está llegando en el horizonte? ¿Qué es lo que realmente ves y sientes? Olvida lo que quieres ver. Eso es necio y engañoso —lo que tú quieres—. ¿Qué es lo que realmente ves? ¿Y qué debes hacer para responder a ello?

Observa tu situación, dónde vives, cómo vives, cómo te desplazas, la naturaleza de tu trabajo, tus circunstancias y tus obligaciones con los demás —todo tendrá que ser reevaluado ante las Grandes Olas de cambio—. Si lo haces con antelación, entonces puedes hacer los ajustes necesarios y crear una posición mucho más fuerte y resiliente para ti y tu familia.

Si te haces consciente de un gran cambio y no haces nada, tu ansiedad aumentará y lo mismo pasará con tu sentimiento de impotencia. Te quedarás fijo en el sitio, esperando que alguien se ocupe de estos problemas, esperando un milagro de Dios, porque si la conciencia no lleva a la acción, lleva a un sentimiento de impotencia y depresión. Si las personas que esperan la llegada de las grandes olas paradas en playa piensan para sí mismas: “¿Debería tal vez subir a un terreno más alto?” y aun así no se mueven, entonces están perdidas.

El Conocimiento dentro de ti te está diciendo a dónde ir, qué hacer, a qué entregarte, a qué no entregarte, dónde avanzar y dónde retenerte. Lo está haciendo diariamente, pero la mayoría de las personas están demasiado ocupadas y obsesionadas consigo mismas y tienen demasiada resistencia a su propia experiencia para poder escuchar y seguir esta guía interna natural que el Creador de toda vida les ha dado. Esta es la gran otorgación dentro de ti. Pero no sirve de nada si estás defendiéndote de ella, si estás continuamente distraído y preocupado con otras cosas.

La naturaleza te ha equipado para enfrentar la incertidumbre, la catástrofe, los eventos peligrosos, pero mucha gente ha perdido esta capacidad natural. Ellos construyen sus vidas en los sitios más vulnerables, bajo las circunstancias más vulnerables. Mucha gente es forzada a hacerlo, por supuesto, debido a la pobreza y la opresión política, pero eso es un asunto diferente. La tragedia aquí está en las naciones ricas, donde la gente tiene elección, donde la gente puede determinar lo que hará en un grado mucho más alto.

Observa cómo vive la gente y dónde vive. Ellos hacen caso omiso a los poderes de la naturaleza. No están prestando atención a las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo. No están mirando, escuchando y prestando atención. Y si ven problemas potenciales, piensan que no son problema suyo, que la sociedad y la civilización resolverán todos los problemas, y por tanto no son problema suyo.

Aquí las personas ven a veces cosas que necesitan ver, pero no responden de manera apropiada. Responden neciamente. Ellas construyen sus casas en la playa. Viven a veinte millas de un pueblo. Construyen una carrera laboral que no tiene futuro ni fundación. Y cuando llegan las dificultades, lo cual ocurrirá, se dirán a sí mismas: “No las vi venir.”

No las vieron venir. Estaban viniendo, y las señales estaban ahí, pero ellas no vieron las señales. No prestaron atención a las señales. No se dirigieron a un terreno más alto cuando tenían tiempo para hacerlo, y ahora están paradas en la playa mientras las Grandes Olas llegan. Ellas se hundirán con el barco porque no respondieron a las señales. Y no pudieron superar sus propios sentimientos y experiencia de indefensión y confusión.

Ellas serán vencidas por el miedo, se quedarán inmovilizadas, y a menos que alguien les saque de su sueño, de su estado de parálisis, se hundirán sin más con el barco. No deberías pensar que este era su destino, o que Dios les estaba llamando a regresar, o que era su momento para dejar el mundo. Estas son todas excusas tontas para encubrir los errores que la gente comete.

El Conocimiento dentro de ti quiere mantenerte vivo para que tengas la oportunidad de cumplir tu destino en el mundo. Hará todo lo que pueda para captar tu atención y guiarte. Si saltas delante de un camión en marcha, no es porque el Conocimiento te llevó allí. Si cruzas la calle hablando por teléfono y te atropella un automóvil, es porque no estás prestando atención.

No estás siendo cauteloso. El mundo es un lugar arriesgado, y debes ser cauteloso. Cuando sales por la puerta de tu casa o del edificio en el que estás, debes ser cauteloso. Observa. Sé precavido, tal como las criaturas de la naturaleza son precavidas en la medida que les permite su consciencia. Esto no es estar en el miedo; es simplemente ser objetivo y observador.

Si tu economía va a fallar, verás las señales. Si estás prestando atención, las verás. Si respondes apropiadamente, te prepararás para estos eventos. Dios te está advirtiendo. El mundo te está advirtiendo. Te está diciendo lo que viene, no específicamente, no con fechas. No tiene nada que ver con fechas. Es el movimiento de la vida. Son las circunstancias cambiantes de tu vida. Ignóralas bajo tu responsabilidad. Niégalas bajo tu responsabilidad.

Debes estar siempre atento. Esto forma parte de estar consciente; forma parte de estar vivo. Este mundo no es vuestro estado celestial. Aquí debes ser cuidadoso —no temeroso, no dominado por la inquietud, sino atento y observante—. Si las personas hicieran esto, se eliminarían la mayoría de los errores. Y si respondieran apropiadamente a lo que están viendo y permanecieran con su experiencia para considerar lo que realmente significa y lo que podría requerir de ellas, entonces estarían en una posición mucho mejor que la que tienen hoy. Si ellas consultaran al Conocimiento en sus decisiones sobre con quién estar y qué hacer, el mundo tendría un aspecto diferente y se sentiría diferente en comparación a como se siente hoy.

Escucha tu experiencia. Si estás sintiendo constante ansiedad, una ansiedad recurrente, percepciones internas recurrentes o ideas recurrentes, entonces presta atención a esto. Aquí hay tres etapas. Está la conciencia de algo. Está el permanecer con esa conciencia para estudiarla y tratar de entender lo que significa. Y después está la acción. Está el ver la señal, el estar con la señal para ver lo que significa y lo que tiene que enseñarte, y luego está la ejecución de la acción convenida.

La acción aquí podría requerir muchos pasos; no es solo una única acción. Si te das cuenta de que vivir donde vives no será sostenible en el futuro, ello requerirá toda una serie de acciones con el tiempo, y tú realizarás esas acciones en fases. Si la vida te está diciendo que te alejes de un futuro peligro, esto podría requerir muchas acciones —todo un plan de acciones.

La vida te dará este tiempo, pero debes responder. No puedes negar o retrasar lo que debes hacer. Avanzar aquí significa que el tiempo entre ver, saber y actuar se reduce. El tiempo que se requiere entre ver que tu matrimonio ha perdido toda su vida y propósito, saber lo que esto significa y tomar medidas, se reduce. El tiempo que se requiere entre ver que debes hacer ejercicio y cuidar tu cuerpo, saber lo que esto significa y tomar medidas, se reduce.

Entonces, cuando te enfrentes a peligros inmediatos, podrás ver, saber y actuar apropiadamente. No te quedarás paralizado en la confusión. No te quedarás en animación suspendida. No te quedarás bloqueado y atado, retenido por tu condicionamiento social o por tus miedos y sentimientos de inseguridad.

Dios te ha dado el poder para hacer esto. Es el poder del Conocimiento. Es por eso que aprender el Camino del Conocimiento y tomar los Pasos al Conocimiento construye esta fuerza y conjunto de capacidades esenciales. Esto restaura tu relación contigo mismo, tu capacidad para funcionar con éxito en el mundo y tu capacidad para estar con la experiencia de otros —aprendiendo de sus éxitos y fracasos, honrando su humanidad y apoyando la emergencia del Conocimiento en su interior.

Aunque esto podría parecer ser sentido común, es realmente revolucionario, porque cambia tu relación con tu mente, con tu cuerpo, con tu cultura, con tu familia y con el mundo entero a tu alrededor. Es un gran cambio de autoridad desde tus ideas y tu condicionamiento social a una autoridad más profunda que Dios ha puesto dentro de ti, una autoridad que no puede ser engañada, una autoridad que tiene un poder y unas capacidades inmensos.

La humanidad está entrando en un tiempo de cambio creciente sin precedentes. ¿Cómo responderá? ¿Se preparará sabiamente y a tiempo? ¿Escogerá la cooperación entre sus gentes y naciones, o luchará y forcejeará sobre quién tendrá los últimos recursos del mundo?

La humanidad está creciendo en tamaño, pero está bebiendo de un pozo que mengua lentamente en el mundo. ¿Cómo se preparará para esto? ¿Puede hacerse consciente de esto? ¿Entenderá lo que significa y actuará apropiada y constructivamente?

Estas preguntas comienzan contigo y con cómo respondes a tu propia vida y tus circunstancias. Tú haces tu contribución trayendo primero sabiduría y competencia a tu propia vida. Después serás capaz de asistir a otros, porque tú mismo habrás visto el poder del Conocimiento, y habrás visto los obstáculos que estaban en tu camino y cómo estos podían ser superados.

En vez de dar vueltas sobre qué salvará a la humanidad, es mejor que te preocupes por lo que te salvará a ti y a aquellos a los que amas y de los que eres responsable. El Conocimiento te dará la conciencia y el camino a seguir. Y romperá las cadenas del condicionamiento social y las cadenas de la debilidad y la evitación dentro de ti, dándote gran fuerza y confianza en ti mismo.

Debes traer fuerza a la familia humana, no debilidad. Tu parte a jugar es encontrar esta fuerza dentro de ti, aplicarla, seguirla en tu vida y contribuirla a otros. Esto lo haces más mediante la demostración que por precepto. Y es esto lo que les mostrará a otros que ellos también tienen el poder del Conocimiento —que ellos también tienen el poder para vencer las inhibiciones que existen en su interior para prepararse y hacer frente a un futuro que será distinto del pasado.