El significado de la Navidad


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 23 de diciembre de 1994
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: The Meaning of Christmas

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.


La Navidad representa la emergencia del Conocimiento en el individuo. Esto es ejemplificado en la vida de Jesús, en quien un Poder Mayor surgió en su interior —incluso más allá de su propia comprensión— y tomó su vida, uniéndole con los Invisibles, que le guiaron y condujeron a la expresión de su gran e importante ministerio.

Su demostración, por tanto, aunque muy mal comprendida y usada indebidamente, permanece hoy como un símbolo de la emergencia del Conocimiento en el individuo. Aunque Jesús ha sido idealizado, aunque se ha presentado su vida como única e inigualable por cualquier otra vida, aunque se le ha puesto en un pedestal por encima y más allá de cualquier otra persona, en verdad su vida representa la emergencia del Conocimiento dentro del individuo.

Esta emergencia es posible para ti. Ella representa tu mayor destino y tu mayor propósito en la vida. Esto no quiere decir que tu manifestación vaya a ser equivalente a la de Jesús, porque él fue una persona extraordinaria y su manifestación fue única. Sin embargo, tu manifestación también será única, aunque ciertamente no será tan visible como la suya. Y tal como él fue parte de un Orden Mayor, la expresión del Conocimiento dentro de ti te unirá también con un Orden Mayor.

Así pues, no has de comparar tu vida con la suya, sino aprender sobre el significado del Conocimiento —el mayor poder espiritual dentro de ti— y cómo este se relaciona con la vida que te rodea y con las Fuerzas Espirituales mayores que trabajan en el mundo —que estaban trabajando en el mundo en el tiempo de Jesús y que trabajan en el mundo hoy.

Jesús está ahora entre los Invisibles, quienes le guiaron, le aconsejaron y le reconfortaron en su tiempo como una persona en la Tierra. Ahora él es parte de su mayor asociación. Ahora es tu tiempo en la Tierra. Tu demostración será diferente de la suya, porque vives en una época diferente, en una clase diferente de mundo. Aunque muchos de los problemas humanos que entonces eran evidentes siguen siendo evidentes, la humanidad se enfrenta ahora a la realidad de la Comunidad Mayor y a la necesidad y la dificultad de llegar a ser una única comunidad a escala mundial.

Jesús no tuvo que hacer frente a estos problemas en su tiempo, y por tanto su ministerio fue diferente, atendiendo las necesidades y el desarrollo evolutivo de su tiempo. Pero ahora tú debes atender las necesidades y el desarrollo evolutivo de tu tiempo.

No puedes hacer esto basándote en la fuerza de tus ideas. No puedes hacerlo siendo una persona obstinada. No puedes hacerlo rebelándote contra la sociedad o atacando a sus instituciones. Solo puedes hacerlo con el Conocimiento, y solo puedes hacerlo con el poder de los Invisibles, que vendrán a ayudarte cuando el Conocimiento comience a emerger dentro de ti.

Solo el Conocimiento tiene la fuerza para mover otras mentes. Solo el Conocimiento tiene la potencia para crear un impacto duradero. Solo el Conocimiento puede fomentar el bien y las buenas intenciones. Solo el Conocimiento puede contrarrestar el miedo y la hostilidad. Solo el Conocimiento puede bendecir al mundo.

Tu promesa, entonces, es llegar a ser un hombre o una mujer del Conocimiento —un vehículo para el Conocimiento, una persona a través de la cual el Conocimiento puede hablar, actuar y moverse; un portador de la Gracia, pero también una persona de acción que puede efectuar cambios, pero con un espíritu superior; alguien que puede decir la verdad, pero con una autoridad mayor; alguien que puede revelar errores, pero con una mayor compasión—. Solo el Conocimiento dentro de ti puede hacer esto, ya que es la fuente de esas grandes expresiones.

Esta es ahora tu Navidad. No es simplemente una fiesta conmemorativa. No es simplemente un recuerdo de Jesús. No es simplemente un recuerdo de la familia y los amigos. No es simplemente un momento para entregar regalos y ser generoso durante unos pocos días del año. A pesar de que puede incluir todas estas cosas, el significado de la Navidad es mayor. Deja que sea mayor para ti. Deja que sea un tiempo, entonces, en el que recuerdes que tienes un propósito mayor en el mundo y que has sido enviado al mundo para reclamar este propósito —para aceptarlo, experimentarlo y seguirlo de manera que puedas contribuirlo.

Deja que sea un tiempo en el que recuerdes que tu vida es más que ser simplemente una persona en el mundo que tiene necesidades básicas. Es esta parte mayor de ti —esta mayor llamada y este mayor propósito— lo que da sentido a todos los aspectos menores de ti y los une armoniosamente, cumpliendo sus roles. Sin este propósito mayor estarías fragmentado, y los aspectos de tu mente y tu personalidad no hallarían una base para la integración o la unidad. Sin este propósito mayor lucharás con la supervivencia y la realización, pero sin satisfacción —percibiendo, sintiendo y sabiendo que, a medida que pasa el tiempo, tu mayor propósito y tu mayor llamada quedan insatisfechos y sin respuesta.

Esto es para ti la Navidad. Esto no sucede solo una vez al año, pero es un recordatorio de que más allá de todas tus necesidades personales y tus dificultades inmediatas, tienes una mayor misión. Y al igual que en la vida de Jesús, tienes que llegar a encontrarla. Debes sentirla y dejar que emerja. Debes reconocer que no puedes realizarla en solitario, porque no es solo para ti.

Tú vagaras por el desierto, experimentarás las tentaciones del mundo y sentirás el conflicto entre esta parte mayor que emerge de ti y tus deseos, tus preferencias y tus temores personales. Porque, como Jesús, debes permitir que este poder mayor y este propósito mayor eclipsen tu vida, envuelvan tu vida y reorganicen y reorienten tu vida. Esto es la Navidad.

Cristo no es un individuo, sino un representante de una Espiritualidad Mayor. Pensar que Cristo es un individuo, pensar que es simplemente alguien que ha sido ungido y distinguido en contraste con todos los demás, es perder el verdadero significado y propósito de la contribución del Conocimiento y de la expresión de la Divinidad en el mundo.

Jesús tuvo una vida única. No se te pide duplicar esa vida. Pero eres llamado a experimentar el mismo proceso de revelación, realización, acción y contribución que él experimentó en su momento y a su manera. Y tu manifestación no será tan visible, ya que en casi todos los casos los Sabios deben permanecer ocultos, y su contribución debe darse sin fanfarria y sin llamar mucho la atención. La vida de Jesús se ha inflado y deificado, pero sigue sin entenderse.

La gente quiere hacer el bien y ser buena. Creen que si pueden entregarse a Dios, a un Dios en algún lugar por encima y más allá de ellos, entonces encontrarán su camino y se sentirán aliviados del azote de su propia mente y las exigencias de la sociedad que les rodea. Pero realmente no se trata de caer de rodillas ante un poder exterior, sino de aceptar el regalo del Creador en tu interior y ese mismo regalo dentro de otros. Es unir este regalo a tu propia mente y a las mentes de los demás lo que produce la demostración de la Divinidad.

El camino hacia Dios es el camino hacia el reencuentro con la vida y la relación con los demás y con uno mismo. No es una vía de escape. No es una fantasía. No es una forma extrema de la autoindulgencia. Es reunirse con la vida. Tú no puedes reunirte con la vida de repente. Debes hacerlo paso a paso, un aspecto tras otro, persona a persona.

El Conocimiento es la base de tu capacidad para relacionarte con cualquier persona o cosa. Sin el Conocimiento, las personas están en una relación solo para obtener una ventaja. Ellas utilizan a los demás y usan la vida para obtener una ventaja o para proporcionarse protección. Hacen trueques con sus afectos. Negocian con sus sentimientos. Esto es una forma de comercio en lugar de una forma de unión. Se pagan precios. Se prestan servicios. ¿Puede ser este el verdadero significado de la relación?

La Misa de Cristo es una celebración de la relación Divina. Cristo es la persona unida con la Divinidad. Cristo es la persona unida a los Invisibles, que son las Fuerzas Angélicas de la Divinidad. Este es el significado de la Misa de Cristo (Mass of Christ), es decir, de la Navidad (Christmas). No es la glorificación de un individuo. Es el reconocimiento de la relación real: de la relación del individuo con el Conocimiento dentro de sí mismo, de su relación y vínculo intrínseco con los Invisibles, de su deber con la humanidad y su afinidad con la vida. Se trata de la celebración de la relación. Este es el significado de la Cristiandad. Esta es la Misa de Cristo.

Tu camino, entonces, es el camino de regreso a la relación —no al romance, sino a la relación—. Tienes una relación real con los Invisibles. Tienes una relación fundamental con el Conocimiento y una responsabilidad ante el Conocimiento. Tienes una relación real con tu Familia Espiritual, que te ha enviado al mundo para que seas un contribuidor. Tienes una verdadera relación con el mundo natural, que es el escenario de la vida al que has venido a participar y contribuir. Tienes una relación real con tu mente, que es el vehículo para tu contribución y comunicación. Tienes una relación real con tu cuerpo físico, que es el vehículo para tu mente y para poder participar en el mundo y llegar a la gente mientras estás aquí.

Con el Conocimiento, estas relaciones se revelan y se restablecen en tu conciencia. Con el Conocimiento, ellas encuentran su armonía dentro de ti, contigo mismo y con el mundo. El Conocimiento, por tanto, es la base fundamental. Es la esencia de tu vida y de tu ser. Es el regalo del Creador para ti. Contiene tu contribución al mundo y tu reconocimiento de aquellas personas clave que necesitarás para encontrar tu contribución y ofrecerla.

Como Jesús, debes encontrar este Poder Mayor y permitir que emerja. Este poder es mayor que tú. Era mayor que Jesús. Te sobrepasará, como le sobrepasó a él. Abrirá tu mente a los Invisibles, como abrió su mente a los Invisibles. Esto te llevará a contribuir al mundo, no solo para servir y resolver sus necesidades inmediatas, sino para prepararlo también para el futuro, tal como hizo con Jesús en su propio tiempo.

Si no estás satisfecho con los placeres y las distracciones del mundo, si no encuentras la paz en los interminables romances con personas y posesiones, si miras el mundo y sientes sus necesidades y oyes su llamada, entonces estás comenzando a responder al Conocimiento dentro de ti y en el mundo. Estás comenzando a sentir más allá de las intoxicaciones de la vida. Estás abriendo tu mente para experimentar la vida en su grandeza y en su desesperada necesidad. Te estás abriendo a la Navidad, que no es un acontecimiento singular, sino una celebración de la vida y un proceso mayor de la vida, que te mueve hacia el Conocimiento y la contribución.

Esta Navidad, recuerda que tienes una mayor responsabilidad, una responsabilidad que trasciende tus deberes y obligaciones para con los demás e incluso tu adquisición de las necesidades básicas de la vida y de las muchas cosas en la vida que no son de primera necesidad.

Porque fuiste enviado aquí con un propósito: para jugar una parte pequeña pero vital en una mayor educación y elevación de la humanidad. Fuiste enviado aquí para dar al mundo y estar en el mundo. El mundo te necesita, y si eres capaz de recuperar tu relación con el mundo experimentarás lo que este está pidiendo y cómo puedes responder.

Entonces encontrarás tu respuesta y tu regalo. Y con tu regalo, encontrarás a todos los que forman parte de ese regalo —a aquellos que te permitirán dar y también a los que recibirán tu regalo—. Y cada vez que des, será Navidad. Y cada vez que seas movido a sostener a otro o a actuar más allá de tus intereses personales o incluso de tu comprensión, será Navidad.

La Navidad es una celebración de cada momento en que la persona es movida por el Conocimiento y contribuye al Conocimiento. A pesar de que se celebra como un evento en vuestro calendario, como un momento único del año, la Navidad pretende ser una experiencia que has de tener en la vida y compartir con otros.

Entonces llegarás a conocer a Jesús, no porque puedas simpatizar con él, sino porque estás pasando el proceso que él pasó y estás comenzando a experimentar la realidad que él representó. Entonces ya no será más una figura histórica. Ya no será un ídolo para ti, alguien a quien adorar. Ya no estará más allá de tu alcance. En cambio, él se convertirá en tu amigo, tu compañero, tu hermano mayor. Su demostración, su vida, su sufrimiento y su logro tendrán todos un gran significado para ti, porque estarás empezando a experimentarlos por ti mismo. Sabrás que él no ha de ser idolatrado, sino abrazado.

Verás que las religiones que se han establecido en su nombre deben recibir la Gracia que iluminó su vida y que transformó su actividad. Tú estarás cerca de él, y él estará cerca de ti, porque él está con todos los que están experimentando la emergencia del Conocimiento en su interior. Él está con todos los que están pasando por la recuperación de su verdadera espiritualidad. Él está con todos los que están respondiendo a una mayor llamada y a un mayor propósito en la vida.

No pienses que emprenderás esto solo. Aunque puede que al principio tengas que cambiar tus actividades con las personas para poder ser libre de seguir un curso y un camino diferentes, tu curso y tu camino diferentes te llevarán a un nuevo tipo de relación con los demás, consagrando tus relaciones y dándoles un mayor sentido y valor, más allá de la discordancia de vuestros necesidades e intereses personales divergentes.

La Gracia estará contigo, porque la Gracia estará en ti, y la Gracia estará con tus relaciones, porque la Gracia será la base para su establecimiento y su actividad. Cada momento en que experimentes esto, no importa cuán infrecuentes sean esos momentos, será una vivencia de la Navidad.

Por eso, en esta época del año, cuando Nosotros recordamos la vida de Jesús Cade Renar —así es conocido en la Comunidad Mayor y así lo llaman los Invisibles—, permite que su vida y esta época del año te recuerden que también tú tienes un viaje hacia el Conocimiento. También tú tienes un mayor propósito y una mayor responsabilidad que encontrar, aceptar y recibir.

Permite que esta época del año te recuerde que los Invisibles están contigo y que te están llamando a responder. Y cuando respondas, se acercarán cada vez más a ti, porque los necesitarás cada vez más. Y serás capaz de entenderlos ahora con una nueva mente y una nueva experiencia.

Permite, entonces, que esta época del año sea un recordatorio, así como una celebración. Deja que te apunte hacia el futuro y no solo al pasado. Porque has venido a dar al mundo: a ayudar a satisfacer sus necesidades actuales y a prepararlo para su futuro, de modo que la humanidad pueda ser capaz de prepararse para su encuentro con la Comunidad Mayor y todas las diferentes razas en ella, y también para que la humanidad pueda llegar a ser una gran comunidad, encuentre su base, se una para poder preservar el mundo y pueda participar en una mayor red de civilizaciones en la Comunidad Mayor.

En cualquier nivel en el que puedas dar tu contribución, cualquiera que sea tu pequeña parte en este gran cambio evolutivo y emergencia, permite que esta Navidad sea un recordatorio de que existe una llamada para ti y tú buscas responder, porque esta es la única forma de realización y satisfacción en la vida. Esta es la única base para las relaciones reales y duraderas.

Tú también has venido a servir al mundo. Tú también has venido a prepararlo para el futuro. Tú también has venido para mantener el Conocimiento vivo en el mundo y mantener el avance de la humanidad. Tú también puedes participar en la Misa de Cristo, la celebración de la relación Divina en el mundo y la realización de un mayor propósito y actividad en el mundo.

No habrá gloria aquí, pero el Conocimiento simplificará y armonizará tu vida y contrarrestará todas esas tendencias que podrían llevarte por mal camino. Deshará los malentendidos y las aplicaciones erróneas que pueden causar daño a ti mismo y a los demás. Aquí sabrás que a pesar de lo grande pueda ser tu propio viaje, tú no eres sino una pequeña parte de una asociación mayor, y que tus relaciones serán tu base —tus relaciones con los demás y tu relación con los Invisibles, en quienes te apoyarás.

Te darás cuenta de que la grandeza está contigo y en ti, pero no puedes reclamarla solo para ti mismo. Más bien, será una fuerza y ​​una presencia en tu interior que servirá para armonizar tu vida y revelar la realidad de tu propósito y de la mayor asociación que te ha traído al mundo. Fluirá a través de ti, y reforzará y desafiará a otros, incluso más allá de tus palabras y tus acciones, porque el Conocimiento está contigo.

Esto, entonces, te llevará a la celebración de la Navidad, a la experiencia del Conocimiento, a la experiencia de relación genuina, a la experiencia de propósito, significado y dirección en la vida de acuerdo con la vida en sus dimensiones Eternas.

Y pensaras en Jesús. Y estarás agradecido de que él lo lograra. Cuando estés dudando, cuando estés inseguro y el camino se vuelva inexplicable e indescifrable, recordarás que él se mantuvo en el viaje y que conoció y encontró su destino. Y le agradecerás que te dejara un legado a través de su demostración y a través de su sacrificio y sus dificultades. Él ha mantenido el Conocimiento vivo en el mundo, como lo han hecho muchos otros, porque él no estaba solo, y su contribución se ha mantenido viva en las mentes y los corazones de muchos.

Ven, pues, a la Navidad. Recibe la Misa de Cristo. Está más allá de toda tradición religiosa. Es atemporal. Está ocurriendo en toda la Comunidad Mayor de mundos. No pertenece a ningún grupo o nación, a ninguna tradición religiosa, a ninguna iglesia u organización.

Es la actividad de Dios en el mundo para activar el Conocimiento en los individuos, para reunirlos con su Familia Espiritual, que está a la vez en el mundo y más allá del mundo, y para apoyar la emergencia del Conocimiento y de todos los regalos que el Conocimiento está aquí para dar al mundo de la humanidad en este momento.

Esta es tu Navidad. Jesús está contigo. Los Invisibles están mirando. Puedes sentirlos y puedes oírlos. Aunque no se acercarán demasiado para no dominarte ni ejercer una influencia demasiado grande sobre ti, ellos permanecerán contigo. Recuérdales. Ellos no te han olvidado. Recuerda a Jesús. Él resonará contigo al tú resonar con él.

Entonces el regalo de la Navidad será entregado. Entonces la celebración estará bien fundada. Entonces te sentirás atemporal, pero en el tiempo mismo. Entonces sentirás un gran propósito en un mundo que parece no tener propósito. Entonces te sentirás conectado entre la raza humana que está desconectada. Entonces te sentirás lleno de energía alrededor de los que están desanimados y abatidos. Entonces el dar sucederá a través de ti naturalmente —más allá de tu control, pero con tu participación plena.

Concluyamos con esta bendición:

“La presencia del Conocimiento en toda la Comunidad Mayor vigoriza y une toda vida y da propósito y significado más allá de la disociación de la ignorancia, el odio y el desprecio.

Que yo, entonces, sea el destinatario del Conocimiento. Que yo, entonces, encarne el Conocimiento. Que yo, entonces, aprenda a ser una expresión del Conocimiento. Que mi mente se ilumine. Que mi cuerpo se fortalezca. Que mis relaciones se equilibren y se armonicen. Y que el camino se abra ante mí, porque yo estoy listo para comenzar.”

Nasi Novare Coram.