Comprendiendo la Intervención


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers

Texto original: Understanding the Intervention (no disponible online)

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Los discursos de Los Aliados de la Humanidad suscitarán muchas preguntas. Eso es bueno, porque son preguntas que deben ser formularse y considerarse. Más que recibir meramente las respuestas, son las propias preguntas las que deben considerarse en profundidad, y aquellos que tienen estos interrogantes han de pensar por sí mismos las posibles respuestas. Si la humanidad quiere ser fuerte y autodeterminada dentro de la Comunidad Mayor, debe tener entonces más personas que puedan pensar de manera crítica e independiente y que puedan considerar las cosas de manera profunda.

Los propios Aliados seguirán siendo un misterio, lo cual para algunas personas resultará difícil. Pero tiene que ser así, pues los Aliados realmente están espiando a la Intervención y deben permanecer ocultos para protegerse.

Los Aliados no divulgarán mucha información sobre sus lugares de procedencia, sus identidades, etcétera. Afirman que esta información no tendría sentido para las personas de la Tierra, pero en realidad la razón principal es que los Aliados quieren mantener su anonimato. Este anonimato les protege tanto a ellos como a sus fuentes.

Tal vez sea difícil aceptar estas cosas al principio, porque las personas no comprenden las dificultades de la vida en la Comunidad Mayor. No comprenden cómo el Conocimiento debe transmitirse de una raza a otra, sobre todo cuando está sucediendo algo como una Intervención. En cierto modo, la humanidad está bajo asedio, aunque tal vez esta parezca una afirmación demasiado fuerte, pues las actividades de los “visitantes” parecen muy sutiles y evasivas. Pero teniendo en cuenta los resultados de esta Intervención, la palabra “asedio” es aquí realmente apropiada. Si alguien trata de ayudar a otra nación que está bajo asedio y desea permanecer oculto, entonces tendrá que protegerse y proteger sus fuentes, comunicándose de forma tal que el mensaje pueda dispensarse con eficacia y se reduzca el riesgo de que la información sea destruida o dañada de algún modo.

Por eso se le está dando el mensaje a una sola persona. Si lo recibieran muchas personas tal vez podrían malinterpretarlo, estableciendo diferentes versiones de lo recibido, y luego se enfrentarían entre sí, y todo el mensaje podría perderse o dañarse. Mientras esta única persona pueda continuar recibiendo la información y tenga apoyo suficiente a su alrededor, esta será la mejor protección contra la incomprensión y la aparición de conflictos. Dado que la humanidad no puede obtener esta información por sí misma, debe recibirla de aquellos en la Comunidad Mayor que están tratando de ayudarla y que están preocupados por su libertad en el futuro.

¿Cómo puede la humanidad entender por sí misma las complejidades de las relaciones en la Comunidad Mayor? No es posible. Y si se hiciera algún intento de explicar estas cosas, bueno, parecería algo fantástico y las personas no tendrían forma de verificarlo por sí mismas, a menos que fueran fuertes en el Conocimiento, por supuesto.

Por tanto, los Aliados seguirán siendo un misterio. Algunas personas entenderán esto, pero otras no. Los Aliados no pueden revelar mucho más sobre su propia historia de lo que ya os han dicho en los discursos. Algunas personas lo aceptarán, y otras tendrán sospechas. Pero de lo que realmente estamos hablando aquí es de la discreción. Nadie lo revela todo a otros desde el principio, cuando esos otros apenas pueden entender o aceptar los primeros ofrecimientos.

Las primeras preguntas [de esas personas] deben quedar sin respuesta, ya que no tienen suficiente confianza en su contacto y tampoco en su propio Conocimiento, la inteligencia espiritual en su interior, para poder discernir lo que es verdad y lo que no lo es.

Debido a que hay tan poca honestidad en el mundo, lo verdaderamente honesto será recibido con sospecha y se considerará malicioso, especialmente por aquellos que son maliciosos ellos mismos. De hecho, es muy difícil presentar algo puro al mundo sin que se contamine o se comprometa, incluso desde el principio. La persona elegida para recibir estos mensajes es elegida por su falta de posición en el mundo, por su falta de posición social y porque ha sido bien preparada para esto. Sí, esta persona tendrá preguntas, y de hecho las tiene. Sí, esta persona temerá ciertas cosas, y de hecho las teme. Pero lo importante es que pueda recibir el mensaje y presentarlo de una forma pura, tanto si puede comprenderlo plenamente como si no. Debido a que el mensaje viene en una forma pura y no se ajusta a las expectativas, preferencias o creencias de la gente, al principio no todo el mundo será capaz de comprenderlo. Y habrá mucha discusión y mucho recelo, y se proyectarán en el mensaje muchos miedos, particularmente por parte de personas cuyo entendimiento previo haya sido desafiado de algún modo por esta nueva revelación.

Obviamente, la gente querría que los Aliados fueran muchas cosas: salvadores, rescatadores… Querría que los Aliados intervinieran y que evitaran que cualquier otra fuerza de la Comunidad Mayor acceda a este mundo. Y tal vez, las personas se sentirán traicionadas o defraudadas con el hecho de que los Aliados no estén aquí para proteger a la humanidad. Pero pensad un momento en ello. Si los Aliados estuvieran aquí para proteger a la humanidad, tendrían que seguir protegiéndola a lo largo del tiempo, lo que les obligaría, en efecto, a tomar el control de este planeta. Todos los gobiernos del mundo tendrían que coordinarse con las actividades de los Aliados. Esto causaría que la humanidad perdiera su libertad, incluso aunque la perdiera ante un amigo.

No es el propósito de los Aliados eludir la autoridad humana o cambiar los gobiernos y las alianzas entre naciones. Su propósito es solo observar la Intervención y entregar sus comentarios.

Si queréis que alguien os salve, le daréis vuestro propio poder para hacerlo. Los Aliados no aceptarán esto. E incluso si se organizase la fuerza necesaria para expulsar a los visitantes que están interfiriendo en los asuntos humanos, para acabar con la Intervención, tendríais entonces una guerra en vuestras fronteras.

E incluso los mundos natales de los Aliados estarían amenazados, porque han venido aquí sin el permiso oficial de otros mundos, de las uniones comerciales o de cosas así.

Lo que queremos decir con esto es que, en realidad se supone que los Aliados no deberían estar aquí haciendo lo que están haciendo. Si pensáis al respecto lo entenderéis. Incluso en vuestro mundo, los gobiernos tienen agentes secretos que intentan conseguir información, tratando de intervenir de ciertas maneras, ya sea para bien o para mal.

Lo único que salvará a la humanidad es la propia humanidad. Y para que esto sea posible, la familia humana debe tener una mayor comprensión y un enfoque muy sobrio y objetivo de la vida en el universo. Actualmente, en términos generales, la mayoría de las personas tienen una visión muy romántica de la vida en el universo. Están deslumbradas por la tecnología y desean más. Piensan que el “contacto” les traerá beneficios incalculables. Piensan que las naciones avanzadas enseñarán a la humanidad a vivir en paz, así como la forma de mantener el medioambiente y elevar el nivel de vida de la gente en todas partes.

Pensad en ello. ¿Es posible? ¿Creéis que las personas quieren que sus vidas sean cambiadas y controladas por fuerzas desconocidas? Los visitantes pueden prometer estas cosas porque así alimentan directamente las expectativas y deseos de las personas. Los visitantes dirán a la gente: “¡Oh!, por supuesto, os daremos paz y ecuanimidad. Nosotros no tenemos guerras”.

¿Querrás ceder tu autoridad sobre tu vida —y que tanto tu vida como tus circunstancias estén completamente controladas— por una simple promesa de mayor tecnología o de paz y ecuanimidad en el mundo? Hay paz en la prisión porque todo el mundo está controlado. Pero ¿es esto en realidad la paz? ¿O se trata simplemente de restringir la guerra?

Luego están las personas del mundo cuyas posiciones financieras se verán amenazadas por la Intervención, y que o bien resistirán la Intervención para proteger su riqueza y sus privilegios, o bien trataran de unirse a la Intervención para su propio beneficio. Su unión con la Intervención representa un escenario muy peligroso, y uno ha de ser muy sobrio y objetivo para enfrentarlo con efectividad.

Muchas personas simplemente negarán esto y dirán: “¡Bueno, eso no puede ser! No me lo creo. Las civilizaciones avanzadas no se comportan así. Y si están aquí, podrían ayudarnos y debemos darles la bienvenida”.

Y por supuesto, habrá muchas personas que simplemente no podrán ni siquiera considerar estas cosas, porque la realidad de la Intervención está por completo fuera de su rango de comprensión. ¿Vida en el universo? Bueno, sí, tal vez en los confines de la galaxia, pero no aquí.

Y también habrá personas que dirán: “¡Oh, estos Aliados tienen razón! ¡Tenemos que defendernos! Construyamos bunkers, vivamos bajo tierra, almacenemos armas y desconfiemos de todos y de todo”.

Por tanto, es posible que los discursos de los Aliados provoquen cierta histeria. Sin duda habrá negación. Sin duda serán condenados y atacados por personas con diferentes puntos de vista. Pero este es el riesgo que se debe asumir cuando se entrega un mensaje de vital importancia, sea en vuestro mundo o en cualquier mundo.

¿Puede recibirse aquí la verdad aquí sin ansiedad ni condena? Bien, contempla la historia de los grandes maestros espirituales que se dieron a conocer con sus mensajes. Eso te ofrece una muy buena demostración.

Unas pocas personas serán alcanzadas, y muchas estarán indignadas. Habrá indignación por los discursos de los Aliados, pero algunas personas serán alcanzadas y ellas podrán llegar a otras personas. Y con el tiempo, una nueva comprensión y conciencia se abrirán paso, poco a poco, hacia la conciencia humana. Esta conciencia es de vital importancia, porque la humanidad está muy poco preparada para la Comunidad Mayor; tan poco preparada, de hecho, que la situación se ha vuelto más bien desesperada. Algo tiene que hacerse, o la humanidad entregará las llaves del reino libre y abiertamente, con muy pocas dudas.

Contempla la historia de los pueblos de vuestro mundo, los pueblos nativos del mundo, aquellos que simplemente consintieron y dijeron: “Oh, sí, está bien. Sed bienvenidos. Entrad. Nosotros viviremos aquí, y vosotros podéis vivir allí, y todo estará bien”. Mirad lo que pasó entonces. ¿Es este nuevo escenario realmente muy diferente? Es una situación complicada ser la raza que es descubierta, ser los nativos de un nuevo mundo, ser visitados por otros que buscan los valores, la riqueza y las oportunidades del nuevo mundo. Tal es ahora la difícil situación de la humanidad.

De todos modos, ¿se trata de una gran tragedia? Podría convertirse en una gran tragedia dependiendo de cómo respondan las personas. Sin embargo, también supone una gran oportunidad, porque la presencia de fuerzas de la Comunidad Mayor interviniendo en los asuntos humanos representa, en verdad, la gran ocasión que tendrá la humanidad para unirse y fortalecerse en su propia defensa. Se necesita algo de esta magnitud para superar las animosidades tribales históricas entre culturas. Se requiere algo más importante para unir a las personas, un problema mayor.

Es como estar en una casa en llamas. Si las personas de una habitación no se hablan con las de la otra habitación, las de arriba odian a las de abajo y la casa está en llamas, bueno, o se ayudan unas a otras o perecen. El mundo es como una casa en llamas. Está en llamas por la degradación del medioambiente y por el aumento de los conflictos entre naciones y culturas. Pero el mayor fuego en el mundo es la presencia de los visitantes. El mayor fuego es la Intervención.

La humanidad puede enfrentar esos otros problemas, aunque todavía no lo ha hecho suficientemente. Pero ¿podrá hacer frente a la presencia de aquellos de otros mundos que poseen habilidades que la humanidad aún no ha cultivado? Podéis limpiar vuestro propio patio trasero. Podéis cambiar la estructura de gobierno. Lentamente y con gran dificultad, podéis establecer una mayor justicia en el mundo, y de hecho debéis hacerlo. Pero ¿podéis enfrentar la realidad de la vida inteligente de otros mundos sin romances, sin expectativas basadas en la esperanza, sin codicia? ¿Podéis enfrentar esto de forma objetiva y honesta? ¿Podéis decir a los visitantes: “Muy bien, si estáis aquí entonces debéis revelaros y mostrar vuestras intenciones, y nosotros determinaremos si tenéis derecho a estar aquí o no”?

Como los Aliados describen en sus discursos, la humanidad no debe permitir que ninguna raza extranjera esté en su territorio sin el permiso expreso de la población. Obviamente, en las actuales circunstancias este permiso nunca se pidió y nunca se concedió. Es por eso que se trata de una Intervención y no de una visita. Los visitantes son bienvenidos, tras pedir permiso para hacer su visita. Están de visita, con el permiso de los visitados. Pero una Intervención no tiene este permiso e impone su presencia. Algunas personas pueden decir: “Tal vez los visitantes pidieron permiso y los gobiernos del mundo se lo negaron”. Bueno, incluso si fuera así, los visitantes deberían continuar su camino y no estar aquí. Incluso si los gobiernos del mundo cometieron un error al no darles la bienvenida, si no fueron bien recibidos entonces los visitantes no deberían estar aquí, a menos que vengan con el propósito de conquistar e intervenir.

¿Por qué si no iban a estar aquí, implicándose tanto en los asuntos humanos, interesándose tanto en la fisiología, la psicología y la religión humanas? ¿Pensáis que carecen de estas cosas y por eso os están visitando? ¿Pensáis que robarán los libros de vuestras bibliotecas? Ellos podrían obtener toda esa información simplemente siendo observadores y recogiendo todos vuestros datos, informaciones, transmisiones, etcétera.

Ellos no necesitarían estar aquí interfiriendo en los asuntos humanos para aprender sobre vosotros. Algunas personas piensan: “Bueno, necesitan nuestra capacidad reproductiva. O necesitan nuestra espiritualidad. O necesitan nuestras emociones. O necesitan nuestra religión”. Todo eso es absurdo. Es cerrar los ojos a lo obvio. ¿Por qué las naciones intervienen unas en otras? Pensad en ello. En la Comunidad Mayor no es diferente.

Lo evidente se está pasando por alto. Las personas quieren pensar de otra manera porque así es más fácil de enfrentar. ¡Por el amor de Dios, sí! Algunas personas dicen: “¡Oh, ellos están aquí porque necesitan nuestra ayuda! Necesitan nuestros productos sanguíneos. O necesitan nuestra religión, y les ayudaremos y nos sentiremos muy bien con nosotros mismos, y ellos estarán muy agradecidos”.

Algunas personas piensan: “Bueno, ellos están aquí para traernos nueva tecnología y ayudarnos a poner fin a la contaminación”. ¿Creéis que las personas y los gobiernos utilizarían una nueva tecnología de esa forma? Las naciones del mundo rivalizarían mutuamente para obtenerla y así ser superiores y más fuertes, porque las naciones están compitiendo entre sí.

Algunas personas dicen: “Ellos están aquí porque nos quieren estudiar”. ¿Por qué querrían hacerlo? Ellos podrían estudiaros recibiendo vuestras transmisiones, que se están proyectando hacia el espacio. Vuestra información es muy accesible. No necesitan estar presentes aquí para estudiaros. ¿Y por qué iban a querer estudiaros de todos modos? ¿Por qué gastar tanto tiempo y esfuerzo en el estudio de los seres humanos? ¿Creéis que se trata de un proyecto de ciencias? ¿Creéis que es una exploración cultural? ¿Piensan las personas que la humanidad es tan fascinante, maravillosa y notable que otras razas estarían dispuestas a invertir todo este tiempo a estudiarla?

La única razón por la que se estudia a otras razas es para obtener una ventaja económica o política en la Comunidad Mayor. Y estas razas son estudiadas sin su consentimiento. ¿Os gustaría que alguien os dijera: “Queremos estudiaros. ¿Queréis ser nuestro experimento de laboratorio para el resto de vuestra vida? Trataremos de no haceros daño”?

¿Estaríais de acuerdo con eso, especialmente si descubrís que vuestros investigadores os utilizan para aprovecharse de todo lo que sois y todo lo que tenéis? Muchas personas piensan: “Los visitantes están aquí para ayudar”, pero en realidad están aquí para ayudarse a sí mismos. Y las personas están haciendo que les resulte muy fácil.

Por tanto, podríais preguntaros: “¿Por qué no hay más personas conscientes de esto?”. La respuesta es difícil porque tiene que ver con varios factores diferentes. El primero es el condicionamiento cultural y religioso de las personas, que realmente no admite la realidad de la vida inteligente en el universo, a pesar de sus puntos de vista quizá liberales sobre el tema.

Se trata, a fin de cuentas, de que no hay lugar en la conciencia humana para la vida en el universo, a menos que sea al nivel de una forma primitiva de vida, por supuesto. Una muestra bacteriana está bien. Una raza inteligente que interviene en los asuntos humanos no está bien.

Los gobiernos del mundo no revelarán lo que saben porque no poseen defensas. Y las defensas que tienen no pueden emplearlas del todo sin avisar al público, y ellos no confían en que la opinión pública, sus propias poblaciones, apoyen ese esfuerzo sin entrar en pánico.

¿Anunciaría públicamente el gobierno de vuestro país: “Estamos experimentando una Intervención de razas de otros mundos. No entendemos realmente su tecnología. No estamos al corriente de todas de sus actividades. Y no tenemos defensa contra ellos”?

Las personas creen que deberían ser informadas, pero la mayoría de ellas no podrían soportarlo o asumirlo. Correrían y tratarían de esconderse en alguna parte. Pensarían que se acerca el fin del mundo.

Hay personas que son conscientes de la Intervención pero dicen: “Bueno, tenemos que ser muy cuidadosos para no llegar a ninguna conclusión prematura. Es decir, tenemos que recopilar más datos. Necesitamos más pruebas”. ¿En serio? ¿Para qué? ¿No podéis solo verlo y saber de qué se trata? ¿Pasaréis el resto de vuestra vida juntando las pequeñas piezas? Esto no es un experimento de ciencia. ¡Es la interacción entre formas de vida!

Si os diagnosticaran una grave enfermedad, ¿os gustaría ser parte de un experimento de laboratorio o querríais curaros? Probablemente desearíais la vía de curación más rápida posible, y si vuestro deseo de sanaros fuera sincero le prestaríais toda vuestra atención. Pero algunas personas tratan la Intervención como fuera un experimento de ciencias, tomándose un largo tiempo y juntando todas las piezas, porque no quieren equivocarse. Mientras tanto, su mundo está siendo socavado bajo sus pies. Ellas no lo saben y no lo ven, y no quieren llegar a estas conclusiones, ya que parecen poco científicas, parecen intolerables y, además, ¿dónde está la prueba? ¿Pero cuál sería la prueba? ¿Cuánto tienen que ver antes de tenerlo claro? Dada la naturaleza clandestina de la Intervención, a las personas se les muestra muy poco. En cualquier caso, no a plena luz del día.

Por tanto, tratando de ser científicos, estas personas van reuniendo las piezas en busca de la verdad, pero no llegan a la verdad, ni ahora ni antes, y tampoco llegarán a ella en el futuro. Y se mostrarán ambivalentes sobre llegar a la verdad, porque si vieran realmente lo que está ocurriendo entonces su experimento de ciencias terminaría. Y entonces realmente tendrían que actuar. ¡Tendrían que hacer algo! Y sus colegas les mirarían como si estuvieran locos, como si hubieran perdido la cabeza, como si hubieran renunciado a la razón y la objetividad para asumir una posición disparatada y escandalosa.

Así que, por mucho que se busque la verdad, al menos en teoría, en realidad es negada y nadie quiere correr el riesgo de saber nada. De todos modos, esto es algo muy difícil de aceptar, lo entendemos. Puede ser lo más difícil que hayáis tenido que aceptar jamás, aparte de vuestra propia mortalidad. No esperamos que las personas lo acepten a la primera. Pero debemos abordar esas tendencias, creencias y actitudes que impiden en todo momento que las personas conozcan esto. No querréis esperar a tener las pruebas, porque entonces será demasiado tarde y habrá muy pocas salidas.

Para entonces las personas dirán: “Bueno, realmente los visitantes se han apoderado ahora de todo. Supongo que es por eso que están aquí”. ¿Y qué harán entonces? ¿Protestar? ¿Escribir cartas a sus senadores? ¿Quejarse a sus amigos? Esta es una situación muy grave. Las personas tienen que asumir el riesgo de ver y saber. Pero incluso asumiendo el riesgo, es necesario un poco de ayuda porque no podéis ver lo que hay más allá de vuestras fronteras.

¿Podían los pueblos nativos americanos entender las complejidades y la competencia entre las naciones europeas? No, no podían. No sin ayuda de una fuente más misteriosa. Y de hecho, la Presencia Angélica estaba activa por aquel entonces intentando advertir a los pueblos de las Américas de los grandes y trágicos cambios se avecinaban. Pero como vosotros, los nativos no pudieron responder porque su visión del mundo no incluía nada semejante. No encajaba con sus creencias o conocimientos, y por eso tales revelaciones, en la medida en que pudieron ponerse a disposición de las personas, fueron en gran parte rechazadas o ignoradas. ¿Creéis que la Presencia Angélica miró simplemente hacia otro lado, dejando que los pueblos nativos americanos fueran arrasados?

Las personas desean que las cosas vayan bien. Quieren estar cómodas. Y por tanto, no miran, y si miran, no ven, y si ven, no comprenden debido a lo que desean. Las personas no desean la guerra, y como consecuencia la niegan hasta que la guerra les alcanza. En lugar de erradicar el conflicto desde el principio, tan pronto como la chispa se enciende, esperan a que el fuego les alcance y luego dicen: “¡Oh, tenemos que parar esto!”.

Las personas se preguntan: “¿Realmente, qué podemos hacer?”. En verdad hay mucho que podéis hacer. Debéis comenzar por la conciencia. Debéis tener una comprensión de con qué estáis tratando. No debéis permitir que ninguna fuerza externa ponga el pie en este planeta sin permiso expreso de las personas de vuestro mundo. Tenéis estos derechos. Debéis ejercerlos.

Aquí es necesario tener una visión muy prosaica de la vida en el universo. Mirad las estrellas: son físicas. Lo que veis no es el Cielo o el Paraíso. No es vuestro estado celestial. Todos en el universo, viviendo en la vida física, deben hacer frente a los rigores de la vida física: la supervivencia, la competencia, las penurias, las privaciones. La tecnología no acaba con estos requisitos y dificultades. De hecho, puede hacer las cosas aún más complicadas.

La tecnología resuelve algunos problemas y crea otros. Debéis tener una visión adulta de la vida en el universo. Si tenéis una visión adolescente no lo vais a entender. Y vuestra falta de comprensión podría ser verdaderamente trágica.

La conciencia debe establecerse. Este es el propósito de los discursos de los Aliados: establecer la conciencia. No contestar todas las preguntas o daros una comprensión completa, sino proporcionaros una toma de conciencia. Ganar una conciencia significa ser alertados de algo. No significa que todas vuestras preguntas al respecto sean contestadas o al menos atendidas. Significa que tomáis conciencia de algo.

El mensaje de los Aliados es muy simple, muy corto y muy general en muchos aspectos, ya que su objetivo es despertar la conciencia y corregir malentendidos. Ese es su propósito. Más allá de esta toma de conciencia debe haber una evolución en la comprensión espiritual, una conciencia del Ambiente Mental y la voluntad de establecer una mayor cooperación entre naciones y culturas. Este es un problema que afecta a todo el mundo. No es un problema para los estadounidenses, los británicos o los chinos. Se trata de un fenómeno mundial. La Intervención no tiene preferencia entre una raza humana y otra, salvo cuando una raza puede ayudarla a lograr sus intenciones. En este sentido, se pone mucho énfasis en Estados Unidos, ya que es la nación más poderosa e influyente. Pero se trata de un fenómeno mundial.

Como seres humanos, estáis siendo retados. Vuestro derecho a estar aquí, vuestro derecho a ser libres y autodeterminados en el universo, está siendo desafiado. Los que están interviniendo en los asuntos humanos creen que no os podéis gobernar a vosotros mismos y que destruiréis el mundo, y por eso sienten que intervenir es su derecho y su privilegio. Su actitud es: “¡Bueno, estos seres humanos! ¡Míralos, son como animales! Nosotros traeremos orden y estructura a este lugar”. Y hay personas que pensarán: “¡Oh, eso es maravilloso! Por fin tendremos orden y estructura”.

¿De verdad queréis orden y estructura impuestos sobre vosotros de esta manera y en este grado? Esa no es la forma en que avanzará o se elevará la humanidad. No es la forma en que la familia humana establecerá la cooperación y la paz en el mundo. ¿Queréis una ocupación? Porque es a eso a lo que os enfrentáis: a una vasta ocupación global. Y mucha gente dirá: “Yo no puedo lidiar con esto. Tengo otros problemas”. Pero nosotros decimos: ¿Qué otros problemas tenéis que sean más importantes? Sí, hay otras cosas en la vida de todos que deben atenderse y resolverse, pero no a expensas de esta conciencia. Esta es la conciencia más importante que uno puede tener en la vida, en este mundo y en este momento.

Por tanto, uno comienza con la conciencia. Luego debe estudiar y aprender cosas sobre la vida en el universo. ¿Y dónde puede aprender sobre esto? ¿En la universidad? ¿En la iglesia? ¿De sus padres? ¿De sus amigos? ¿Leyendo el periódico o una revista? En parte, lo que os enseña la vida en el universo puede aprenderse de la historia humana. La comprensión de cómo ha evolucionado el mundo, de las fuerzas que lo han conformado y de cómo las naciones han interactuado entre sí, os enseñará mucho sobre la vida en el universo, ya que la vida allí no es diferente. Simplemente ocurre a una escala mucho mayor, con muchas más influencias y participantes diferentes. Necesitáis una visión muy sobria de la vida inteligente en el universo. Y debéis entender, en contra de lo creen muchos hoy día, que la tecnología no os salvará. Solo os cambiará. La tecnología no ha salvado a ninguna raza en el universo. Solo las ha cambiado. Sí, hay naciones que pueden abrumar y dominar a otras gracias a la tecnología. Pero la tecnología ha cambiado a las propias naciones invasoras.

La tecnología en realidad os hace vulnerables en la Comunidad Mayor. Si tenéis tecnología que nadie más tiene, entonces ahora todo el mundo querrá lo que tenéis. ¿Y cómo defenderéis y protegeréis lo que tenéis? Es un problema que las personas muy ricas enfrentan incluso en vuestro mundo. ¿Cómo protegerán su riqueza y sus privilegios? Esto cambia totalmente su vida, sus amigos y sus prioridades, y de hecho puede volver su vida realmente miserable —y a menudo lo hace.

La mejor posición en la Comunidad Mayor es ser autosuficiente, independiente y muy discreto. Esto es sabiduría a una escala mayor. Sin embargo, podéis entender a partir de la cultura humana y vuestra propia historia cómo esto puede ser verdad y por qué es verdad. La persona que acaba de ganar un millón de dólares, ¿sale y se lo dice a todo el mundo? Bueno, las cosas cambiarían si lo hace. Discreción, discernimiento. Son muy importantes, más importantes ahora que nunca antes.

Por tanto, podéis aprender mucho de vuestra propia historia, adoptando una visión objetiva y diciendo: “Sí, esto es lo que ocurre cuando interactúan naciones de diferentes capacidades”.

Sin embargo, muchas personas todavía piensan: “Se trata del destino manifiesto. Debe ser así. Así son las cosas y no pueden cambiarse. Y habría sucedido de igual manera en cualquier otra circunstancia”. ¡Eso es ridículo! Podría haber ocurrido de muchas formas diferentes. Las cosas podrían haber resultado de muchas formas diferentes. La historia no tuvo por qué ocurrir de la forma en que lo hizo. Y hay otras personas en el mundo que piensan: “Bueno, pase lo que pase siempre es lo correcto”. Esto es aún más ridículo.

Sin embargo, aunque podéis aprender estudiando la historia, la cultura y la psicología humanas, debe haber también nueva información y una nueva perspectiva. No solo nueva información, sino también una perspectiva más amplia. Si miráis las cosas de la forma en que siempre las habéis mirado, veréis lo que siempre habéis visto y no se revelará nada nuevo. Así que, para tener un nuevo entendimiento, una nueva revelación, se requiere una perspectiva diferente. De lo contrario, la mente simplemente protegerá aquello que ya cree y rechazará o combatirá todo lo que lo desafíe.

Mediante la enseñanza sobre la espiritualidad de la Comunidad Mayor, se está proveyendo una nueva perspectiva espiritual y una comprensión de la espiritualidad en el universo. En lugar de recibir este regalo del Creador, algunas personas pueden decir: “Todo esto viene de una única persona. ¡Él se hará muy rico y poderoso!”. ¡Ja! En realidad, esperamos más bien que no sea destruido. Que todo esto se dé al mundo a través de ti… ¿supone una bendición? ¿Es realmente una bendición ser calumniado, condenado o incluso deificado por las personas? Nosotros pensamos que aceptar tal responsabilidad implica una gran carga y un gran sacrificio. Lo mejor que uno puede esperar es el anonimato, pero no será posible porque la gente tarde o temprano se enterará: “Esta persona dice que realmente tiene algo que nadie más tiene”, y entonces todo el mundo se pondrá como loco por su causa: “¿Cómo puede alguien decir eso? ¡Quién se cree que es…! ¡Debe estar flirteando con el diablo! Y si está realmente codeándose con los Ángeles, ¿por qué es él el elegido y no yo?”. Como puedes ver, es difícil ser un mensajero.

Sin embargo, alguien tiene que hacerlo. Y una persona necesita mucha ayuda, de lo contrario no lo logrará. Debe tener gran confianza en sí misma, gran confianza en el Creador y gran discernimiento para saber si está siendo guiada correcta o incorrectamente. Sin duda, cualquier persona que esté protegiendo su dinero o su posición social no podría estar en una situación similar sin caer en un gran conflicto personal.

Por tanto, aquí es necesaria nueva información y una nueva perspectiva, una perspectiva de la Comunidad Mayor. Debéis comenzar a pensar como alguien que vive en una Comunidad Mayor, y no simplemente como alguien que vive en un barrio o una ciudad. La perspectiva se puede aprender.

Y cuando obtengáis una nueva perspectiva, en particular una mayor perspectiva de este tipo, podréis ver y saber cosas que antes simplemente no resultaban evidentes. Y estas cosas no se basarán en la especulación, sino en la observación clara.

En algún momento diréis: “Sí, ¡por supuesto que nadie debería visitarnos sin nuestro permiso!”. Eso se vuelve algo evidente. Ahora mismo, las personas ni siquiera piensan en hacer esa pregunta. “Bueno, no lo sé…”. En algún momento os daréis cuenta de que las razas espiritualmente avanzadas no van por ahí interviniendo en los mundos de otra gente. Pueden enviar mensajes a través de observadores como los Aliados de la Humanidad, pero no intervienen.

Aquellos espiritualmente avanzados en el universo no lo harían, independientemente de su cultura, su mundo, su temperamento o su naturaleza, porque esto es sabiduría y la sabiduría es universal.

Solo porque alguien pueda volar en una nave espacial y llegar aquí rápidamente —relativamente hablando— no significa que sea espiritualmente avanzado. Creer eso es ignorancia. Así, cuando ganas una perspectiva de la Comunidad Mayor, comprendes que los Sabios no intervienen. Los Sabios no vendrán aquí para cambiarlo todo.

En ciertas circunstancias puede darse material genético a una raza en evolución, pero eso no es lo que está ocurriendo en el mundo en este momento, os lo podemos asegurar.

La humanidad tiene todo lo que necesita para tener éxito. No necesita tecnología avanzada. No necesita material genético extraterrestre. Cualquiera que trate de deciros lo contrario forma parte de la Intervención o bien, sin saberlo, la apoya.

La humanidad necesita una nueva perspectiva. Pero dentro de vosotros y de la raza humana está la semilla del Conocimiento, vuestra mente espiritual. Este Conocimiento es ancestral y os ha acompañado todo el tiempo. Si podéis descubrirlo, os revelará lo que necesitáis saber y debéis hacer.

Todo el que nace hoy en el mundo lo hace con el potencial de comprender la Comunidad Mayor, porque este es el momento en que la humanidad entra en contacto con la vida en el universo —lo que nosotros llamamos “la Comunidad Mayor”—. Este entendimiento está ya en vosotros.

Si alguna raza extraterrestre os dice: “Estamos aquí para mejorar vuestro código genético”, no debéis creerlo, pues no es cierto. Si realmente queréis ser animales de laboratorio, si realmente queréis ser sometidos a una ocupación, si creéis que eso es lo que significa tener contacto con la vida en el universo, entonces ¿qué os hará cambiar de opinión? ¿Experimentar la ocupación y, al despertar un día, decir: “¡Dios mío! Ya no soy una persona libre y no puedo hacer nada”?

¿Es demasiado audaz decir que este es el problema más importante del mundo, que Dios ha dado una respuesta y que esta respuesta se está dando en una enseñanza, a través de una sola persona? ¿Cómo si no se os daría dicha respuesta? ¿Podría entregarse a un centenar de personas? El mensaje nunca iría más allá de ellas si se hiciera así.

Cuando Jesús vino, ¿había allí cien Jesuses compitiendo entre sí? “¡Mi Jesús es el verdadero Jesús, pero el tuyo no lo es!”. No es así como se lleva la revelación al mundo, ya que no funciona. Nosotros estamos más allá del mundo. Somos los Ángeles. Así que podemos decir cosas audaces y luego ir a otra parte. No tenemos que lidiar con las repercusiones. Simplemente entregamos el mensaje y las personas enloquecen o se iluminan con él. Pero estamos en otro lugar y no nos afecta.

Sin embargo, para el mensajero la historia es otra. Él tiene que enfrentar todas las reacciones que se produzcan, y eso no es un trabajo fácil. Alégrate pues de no ser tú quien reciba este trabajo. Pero entiende que, a medida que se establezca tu comprensión, tendrás también que defender esta conciencia. No tendrás las dificultades que tiene el mensajero, pero te enfrentarás a todo lo que estamos diciendo.

Verás los efectos de la Intervención. Verás los efectos del Programa de Pacificación. Verás lo apáticas que son las personas, lo críticas que son y cuánto están en la negación. Y verás toda su indignación, su sospecha, su miedo, su evasión. Estará tan claro como la luz del día.

Y entonces comprenderás cómo se produce la revelación en el mundo. Cuando el mensaje debe entregarse y el tiempo apremia, es así como se produce. Esta es la dificultad. Este es el reto.

El verdadero problema no es en última instancia con la Intervención, aunque ese es un problema real. El mayor problema es la responsabilidad humana: la capacidad de las personas para responder, la ausencia de respuesta, la respuesta ignorante, la respuesta negativa. Si las personas no pueden responder, entonces el mundo será entregado.

No hay muchos visitantes aquí en el mundo. Su número no es muy grande, pero su trabajo está siendo fácil gracias a la aquiescencia y la ignorancia humanas. De nuevo topamos con la importancia de la respuesta, la capacidad de responder, la responsabilidad.

Si no hay responsabilidad y capacidad de respuesta (response-ability), entonces las personas no responderán y tendrá lugar la ocupación, justo bajo sus pies. Y la gente pensará: “Oh, sí, algo está pasando en el mundo. ¡Las cosas ciertamente están cambiando!”. Y todo parecerá estar bien hasta que descubran lo que realmente es.

Es por eso que en este momento se está entregando un mensaje urgente. La conciencia es lo primero. Luego debéis aprender sobre la vida en la Comunidad Mayor, lo cual podéis empezar a hacer mirando vuestro propio mundo de forma objetiva.

Después debéis comenzar a obtener una perspectiva de la Comunidad Mayor y a aprender sobre la vida y la espiritualidad en el universo. Esto se está presentando ahora en la enseñanza sobre la espiritualidad de la Comunidad Mayor. No todo el mundo podrá aprender esta enseñanza, pero será necesario que suficientes personas en muchos lugares tengan acceso a ella a fin de comprender lo que está pasando.

La humanidad podría poner fin a la Intervención mañana mismo si estuviera informada y consciente. La humanidad podría evitar una futura Intervención de este tipo si estuviera informada, consciente y unida. Las personas están tan preocupadas consigo mismas que sus fronteras están indefensas. Oh, sí, tienen fronteras entre ellas, fronteras y muros enormes, resistencia y hostilidad. Pero sus fronteras al espacio están indefensas. No tienen muros para evitar que alguien entre desde el exterior, porque no creen que alguien de afuera pueda venir o vaya a venir. Este, entonces, es un momento para tener valor y confianza y ser honestos, un tiempo para una verdadera reevaluación dentro de vosotros mismos.

Leed los discursos de los Aliados y haceros la pregunta: “¿Qué es lo que sé realmente?”. No “¿Qué quiero?”, ni “¿Qué prefiero?”, ni “¿En qué creo?”, sino “¿Qué es lo que sé realmente sobre esto? ¿Está sucediendo de verdad?”. Consultad al Conocimiento dentro de vosotros mismos, si podéis —no a vuestras ideas, miedos o creencias, sino a algo más profundo dentro de vosotros—. Allí es donde sucederá la verdadera confirmación. Y necesitaréis mucho coraje para pedirla, porque tal conciencia cambiará vuestras vidas. Os hará libres y os dará dirección. Pero debéis estar dispuestos a que se produzca este cambio dentro de vosotros mismos. Esta es la revelación que sucede dentro de cada persona. Se ha resistido mucho, y hay mucho retraso.

Pero si esta revelación puede suceder, es lo más valioso de todo. Nosotros os enviamos nuestras bendiciones y os pedimos que recibáis este consejo, que lo consideréis por vosotros mismos, porque sois vosotros quienes debéis tomar la decisión final. Nosotros solo podemos informar, no controlar. La Presencia de los Maestros está con vosotros.